Mal día.

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Los días restantes de la última semana de vacaciones pasaron relativamente rápido. Bueno... Excepto para Derek.

Después de la "pelea" en la mansión Hale, el Sheriff estaba algo apenado con Talia, así que decidió no llevar a Stiles en esos días. Obviamente, esto no le gustó al castaño, pues aunque le gustaba visitar y estar con Scott, extrañaba la compañía de Derek.

Pasaron los días y las vacaciones de verano llegaron a su fin, ya era tiempo de que los pequeños volvieran a la escuela, cosa que no parecía convencerle del todo a Stiles.

—Pero, ¿y si Jackson quiere molestarme de nuevo?— dijo el pequeño niño mientras desayunaba su cereal favorito.

—Hijo, te prometo que si ese niño vuelve a decirte algo, yo mismo iré a hablar con la directora y con sus padres,— contestó Noah mientras se servía una taza de café —además, después de lo que hizo Derek, no creo que Jackson se atreva a hablarte así de nuevo.

—Extraño a Derek...— susurró mientras hundía su carita en el tazón de frootloops.

El Sheriff se giró para mirar al triste niño, con su taza de café en mano y un raro sentimiento de comprensión que prefirió ignorar.

No iba a ser un día fácil para Stiles, pero en defensa de Derek, su día tampoco iba a ser miel sobre hojuelas.

Para empezar, sus clases comenzaban una hora antes que cuando iba en primaria, a las 7 AM para ser exactos, por lo que su madre estuvo como histérica desde las 5:30, alegando que no podía llegar tarde a la parada del bus o lo perdería y llegaría tarde a su primer día, y claro que el hijo de Talia Hale no podía llegar tarde en su primer día.

En conclusión, la mañana en la casa de Derek Hale no fue la más amable, y la llegada a la escuela... Digamos que tampoco. Sonaba un poco presuntuoso, pero Derek nunca había usado el bus para transportarse, así que aprovechó la oportunidad de que la secundaria que había elegido tuviera bus privado para convencer a su madre de que era buena idea dejar que aprendiera a viajar solo.

Mala idea.

Derek Hale apreciaba el silencio, era algo sagrado para él (a menos que este fuera llenado por una vocesita suave y tierna), por lo que un trayecto en bus de secundaria, con personas riendo y tambaleándose por doquier, no era la idea más brillante que Hale hubiera tenido, lo admite. En fin, los audífonos ayudaban un poco.

A esto hay que agregarle que, pese a ser un día con un clima bastante agradable (no hacía calor pero tampoco estaba helando), Derek llevaba una sudadera debajo del uniforme y un cubrebocas para evitar que sus alergias le atacaran. Se sentía completamente ridículo.

Lo único que emocionaba al pelinegro era que había quedado seleccionado para los talleres de literatura e historia, Derek era amante ambas, y claro, prefería no recordar que su madre le había prohibido entrar al equipo de basketball.

Al joven Hale le tomó... ¿3 horas? convertirse en el chico más genial de la clase; sus profesores estaban impresionados de lo inteligente que era, y Derek se había hecho rápidamente amigo de Isaac, Erika y Boyd, chicos con los que compartía mesa en química.

—¿Ya te anotaste para el selectivo de basketball?— le preguntó Isaac al ojiverde.

—Hmm no, no puedo.— respondió Derek con una mueca, seguía molestándole bastante ese tema.

—¿Pero por qué no?— dijo Erika soltándole un puñetazo en el brazo —Eres alto, te ves atlético y acabas de contarnos hace 15 minutos que lo amas.

—Lo sé pero, por si no lo notas, traigo un cubrebocas y suéter, estoy enfermo de asma, no puedo correr.

—¡Claro que puedes! Sólo si tú mamá no se entera.— Isaac le dió una sonrisa como las de Cora cuando robaba galletas sin ser descubierta.

Pero, en teoría, Isaac tenía razón. Derek dejó que sus nuevos amigos le convencieran de presentarse a las prácticas donde lo seleccionarían para el equipo, almorzaron juntos tomaron sus clases restantes y para el final del día escolar, Derek se encontraba en el gimnasio encestando canasta tras canasta e impresionado al entrenador que no dudó en darle un lugar en el equipo.

Isaac y Boyd también entraron, incluso Erika clasificó para el de chicas, ella era realmente genial, y por un momento su primer día de secundaria se sintió increíble, como si todo estuviera a punto de cambiar.

Stiles por otro lado debía admitir que no tuvo un día pésimo. Ahora, el pequeño círculo de amigos que eran Scott, Cora y él se había expandido con la llegada de Kira Yukimura, Liam Dunbar, Mason, Corey y sorpresivamente de Lydia Martin y Jackson Whittemore.

Kira Yukimura era hija de la maestra Yuki, quién lo diría, fue una linda sorpresa ya que la señorita Yuki era la mejor maestra que todos pudieran tener.

Liam, Mason y Corey por otro lado eran más pequeños que el resto, acababan de entrar a primer año pero encajaban con la rareza del grupo de amigos de Stiles. El castaño se preguntaba si a Derek le agradarían.

Stiles estaba orgulloso de sí mismo también, casi no había pensado en Derek en todo el día. Bueno, tal vez unas 25 veces en todo el día, pero nadie puede culparlo por eso, Derek es increíble.

—¡PAPÁ! MIRA, TENGO AMIGOS.— gritó el castaño desde el portón con su pequeño grupo detrás de él.

—Ya veo, delincuente.— dijo Noah atrapando en un abrazo a su pequeño.

—Señor Sheriff, ¿puede volver Stiles a mi casa hoy?— la pequeña Cora se paró tímidamente frente al oficial, haciendo sus mejores ojos de cachorrito (cortesía del tío Peter).

—No lo sé, pequeña,— Noah se agachó hasta estar a la altura de la niña —no quiero que Stiles cause problemas.

—Eso no va a pasar, Noah.— dijo nada más y nada menos que Talla Hale,  quién obviamente venía en busca de Cora —Sabes que tu nene nunca será una molestia para nosotros.

La mujer se agachó para acariciar el cabello de Stiles, quien le devolvió una sonrisa. El Sheriff se sintió atrapado, pero no tuvo otra opción mas que ceder, sabía que su hijo literal había quedado prendado de la familia Hale, y si Talia lo aprobaba para él estaba bien.

Talia nunca quiso que Stiles o Noah tuvieran miedo de estar en la mansión, no quería hacer parecer su preocupación como un regaño para Stiles, ella realmente adoraba al pequeño castaño y sabía que ese niño siempre iba a pertenecer a su familia. Lo corroboró cuando la carita de Stiles se iluminó mientras corría con Cora a la camioneta, listo para irse, listo para jugar, y listo para ver a Derek.

Talia lo entendía, sabía lo que había ahí, sabía que su hijo cascarrabias iba a tener muchos problemas en el futuro por este niño, pero Talia se iba a encargar de disfrutarlo mucho. Ah, y guardar el secreto, ella era una buena madre. Y sería una buena suegra, claro.

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POR FIN PUDE TERMINAR ESTE CAPITULOOOOO, neta no saben cuánto sufrí :( me dió un bloqueo creativo demasiado feo y aunque no me convence mucho este cap espero que a ustedes les guste. Gracias por esperar y entender, LOS AMO TANTO. 💗

En ti quiero estar. ~STEREKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora