Capítulo XII: Confianza. Yugi vs Mai

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Inicio de un nuevo día y con él el inicio de las finales del reino de los duelistas. Uno a uno los duelistas y demás se levantaron de la cama y se prepararon mentalmente para las luchas.

-¡Yugi, me duele!

-Aguanta un poco, Maya. Ya casi acabo.

Yugi pasó un trozo de algodón bañado con alcohol medicinal sobre el brazo de Maya limpiándole las heridas y poniéndole curas.

-¡Me arde, amor!

-Si arde funciona. Eso dices tú amor -Yugi notó a Maya pensativa -¿Qué pasa por tu mente?

-¿Recuerdas cuando nos conocimos? Ese día yo te cure el brazo -musitó sonrojada Maya rozando con sus dedos la cicatriz en el brazo de Yugi -Ese día te curé. Y ahora tú me curas ahora.

Los pómulo de Yugi imitaron los de Maya e impulsado por su corazón la acogió tiernamente.

-Maya, ya estas... ¡Yugi!

Joey y Tea entraron sin tocar.

-¡Buenos día, Joey! ¡Buenos días, Tea! -Yugi los saludó.

-¿Qué haces aquí, amigo? -preguntó Joey.

Yugi iba a responder a su mejor amigo cuando Maya se adelantó.

-¡Yugi vino a verme temprano para animarme y gentilmente me ayudó con mis heridas! -Maya se puso en medio de ambos nerviosa -<<Si Yugi le dice la verdad. ¡Joey pensará mal y me torturará con eso hasta que yo tenga nietos!>>

-¿En serio? ¡Gracias Yugi! No sabes cuanto me alegra que estés aquí amigo -Maya suspiró feliz por dentro -¡Bueno chicos vamos!

La pareja cambió con sus alter egos y fueron al pasillo.

-Por cierto, ¿dónde están Tristan y Bakura? -preguntó Miyu.

-Fueron a tratar de sacar a Kaiba y a Mokuba del calabozo -respondió Tea.

-Espero los hombres de Pegasus no los atrapen -musitó Miyu con preocupación y su mano puesta en su corazón.

-Estarán bien, hermosa.

La mano de Yami sobre la suya y su sonrisa seguro despejó sus angustias.

-Gracias, guapo -Miyu besó su mejilla.

Llegados a la puerta doble, la pareja se despidió de sus amigos y cruzaron. Ahí estaban Mai y el bandido Keith.

-¡Buenos días a ambos! -Los saludo Valentine acercándose -Por lo que veo un buen descanso te hizo volver Maya.

-Un poco de amor, Mai, y revivo.

-Espero no te vuelvas a poner así cuando venza a Yugi. -Mai le dijo a Miyu de broma.

-Deja de dormir, Valentine.

-Ambas féminas sonrieron.

-Pero ya en serio, recuerden que su duelo es honorable. Así que cero perfumes, Mai.

-Eso ya es historia antigua, niña. No necesito trucos para pelear -Mai meneó la mano despreocupada -Con mis estrategias y mis cartas tengo el triunfo en la bolsa.

-No hemos peleado, Mai y ya dices que ganaste -musitó Yami.

Mai sonrió entre dientes.

-Yugi, no seré suave contigo. Espero que tú tampoco lo seas.

Yami le devolvió el gesto.

Pero la paz se distorsionó cuando el bandido Keith empujó con fuerza con su hombro a Miyu.

La portadora del octavo artículoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora