El imperdonable, parte 3

10 2 0
                                    

26 de Septiembre del 2025

Gabriel no despertó esta mañana, el se fué en paz después de luchar contra constantes pérdidas de memoria

Encontré su diario entre sus mano, con una nota que decía:

"¿Cómo pude estar perdido? ¿Si no tengo a donde ir?
Busqué en el mar de oro ¿Cómo es que hace tanto frío?
¿Cómo puedo estar perdido?, Si en tus recuerdos yo viviré,
¿Y cómo puedo culparte, cuando soy yo quien no me puede perdonar?"

Parecía la letra de alguna canción famosa, y supongo yo, fue su favorita.

Yo sabía que el no iba a sobrevivir mucho más tiempo, yo sabía que aquel disparo en su cabeza, acabaría con el tarde que temprano.

Abigaíl despertó llorando, intenté amamantarla, pero no podía, ella reconocía lo que había pasado.

No podía contener las lagrimas, Gabriel me había prometido estar conmigo y formar una familia por siempre...

-Aby querida... no llores por favor..., no enfrente de mami...-

Ella logró concebir el sueño después de una media hora de llanto, la acosté un momento, tenía que enterrar el cuerpo de gabriel.

Pasé 4 horas cavando la tumba de Gabriel, era suficiente para cubrir su cuerpo largo, era demasiado largo para mi, así que hice mi mejor esfuerzo.

Lo cubrí con una manta blanca, con la que amaneció este día, agarré unas cuantas flores, pequeñas plumas de guacamayos que pasaban por aquí, para darle un entierro digno.

Escribí en aquella manta en ruso, -Era su idioma favorito-, "Смертельная потеря, это не может быть реальным, Я не могу выдержать этот ад, я чувствую, Пустота наполняет меня, До агонии"

Que significa: Pérdida mortal, no puede ser real No puedo soportar este infierno que siento, El vacío me llena la agonía.

No podía creer que Gabriel había muerto, esto solamente era una pesadilla...

Puse el cuerpo hasta el fondo, eran aproximadamente 5 metros, ningún animal podía excavar y sacar el cuerpo, el merecía un descanso eterno.

Pasaron 8 horas desde el amanecer, yo enterré el cuerpo completamente, Gabriel oficialmente se había ido de mi.

Busqué tablones de madera, unas rocas un poco filosas, y más flores para darle una tumba agradable.

Alimenté a Abigaíl y ella se durmió, solo tenía 3 o 4 horas para regresar antes de que volviera a despertar.

Me llevé el medidor de radiación de gabriel, su escopeta y su blindaje casero, unas pocas tablas de madera para el pecho, y laterales.

Era algo incómodo, ya que por el nacimiento de abigaíl mis pechos habían crecido más de lo común, pero era necesario, Gabriel me lo hubiera exigido, el quería protegerme a toda costa.

Llegué con una tabla lo suficientemente grande para escribir un mensaje en la tumba de Gabriel, más suministros, y munición para defender mi hogar.

Abigaíl había despertado, la pequeña había despertado sonriendo, aquello me levantó el ánimo, para escribir un último mensaje a su padre.

Cayó la noche, y terminé de escribir aquel mensaje, cargué a Abigaíl para llevarlo con su padre una última vez, y despedirlo como se debe.

-Pequeña Aby, ¿me ayudarías a no llorar esta vez?, quédate tranquila con Mami, esto será rápido-. Mientras que la cargaba con mi mano derecha, con mi mano izquierda incrusté la tabla de madera en la tumba de Gabriel.

El imperdonableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora