Todo Esto ¿Por qué?©

17. Muchos Sentimientos

Me sentía igual a él, y creo que todos pensaban igual; aúnque los demás lo tomaban con más calma o quizás estaban igual o peor que nosotros solo que lo ocultaban. Todo se volvió un cuento real, muy real y no creo que sea de esos que terminan feliz

Al cabo de unas horas ya era de día, Hunter y yo hablamos un rato más y luego nos fuimos a dormir. La noche anterior coloqué una alarma en mi teléfono para no levantarme tan tarde a pesar de que lo necesitaba al no haber dormido las horas suficientes, está empezó a sonar y retumbar por la habitación. Escuché un gruñido por parte de Mary ¿Tan rápido amaneció? Suspiré para descartarla, levantarme e ir al baño

Mientras bajaba las escaleras escuché como se escuchaban voces desde la cocina, me sorprendió que algunos de los chicos ya estuvieran allí. Al entrar a la cocina se encontraba Hunter, mis pies se detuvieron cuándo no lo encontré solo ni con ninguno de los chicos. Una mujer castaña de alta estatura y ojos azules conversaba con el mientras que Hunter preparaba una gran cantidad de desayunos. La señora se quedó callada analizandome con la mirada, en ese momento sentí mis mejillas arder al recordar que solo cargaba una sudadera larga que me habían presentado de pijama, Hunter se volteó con el ceño fruncido al ver como su madre dejó de hablar y luego fijando su vista en mis ojos con algo de asombro

— Buenos días, no pensé que  despertarás tan temprano — pronunció Hunter rompiendo el silencio, mientras tragó lentamente con nerviosismo

— Buenos días — murmuré al igual de nerviosa que él, se supone que sus padres no estarían en casa

— Mamá te presento a Paula, Pau quiero presentarte a mi Madre — dijo  señalandonos a cada una mientras hablaba, me acerqué a su madre y estreché su mano cordialmente

— Mucho gusto cariño, Hunter nunca mencionaste que tenías novia — reprochó su madre, mi boca se secó y fruncí el ceño, no podría fingir que fuéramos novios así de la nada, podría solo ser su amiga y ya, bueno una amiga no anda así por su casa y menos se queda a dormir al menos la mayoría no. Hunter me miró por unos segundos, su mirada demostraba determinación y a la vez súplica, no entendí

— Eh si perdón sabes que tú y papá se la pasan viajando y no vienen casi a casa, pero bueno ya se conocen — dijo mirando a su mamá determinadamente mientras se acercó a mí tomándome por la cintura, acabó de captar la indirecta de su mirada. Nunca sentí tanta incomodidad en mi vida mientras ayudaba a Hunter a terminar el desayuno además de sentir la mirada de su mamá puesta en cada movimiento que dábamos, al terminar en la cocina desayunamos mientras la señora Mónica nos preguntaba cosas de nuestra "relación"

— ¿Y desde hace cuánto se conocen? — preguntó a la que respondimos al unísono

— Seis meses — respondí

— Ocho meses — respondió Hunter a mí par, nos miramos nerviosamente y luego hablé para arreglar el error que cometió mi apuesto y maravilloso novio falso, además de patear su pie por debajo de la mesa

— Lo que pasa es que su maravilloso hijo duró dos meses entre miradas y coqueteos para al fin declararse pero desde entonces son seis meses ¿Cierto amorcito? — pregunté esbozando una sonrisa burlona, tenía ganas de reír pero me contuve, bueno en realidad lo he estado haciendo desde que comenzamos con esto, además de que la cara de confusión de la señora Mónica era todo un poema

— Sí, es cierto — afirmó Hunter, recibí una patada por debajo de la mesa y lo miré confundida y molesta a la vez

— Me gustaría seguir con esta charla pero si me disculpan iré un momento afuera, no me tardo — dijo la señora Mónica al ver que su teléfono sonaba anunciando una llamada entrante, se levantó de la mesa y desapareció por el pasillo. Lo miré a los ojos y segundos después estallamos a carcajadas