24. La Puerta

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   Un ruido interrumpió mi descanso, haciendo que me sentara sobresaltada sobre mi cama, froté mis manos por mi cara frustrada al asimilar que el sonido que me asustó fueron solo unos toques en la puerta y una voz seguida a esta

— No te vi allá ¿Todo bien? ¿Se te está haciendo costumbre no? — la voz determinante de Manuel resonó por el lugar, había ocurrido de nuevo, me quedé dormida por cuarta vez en la semana dios

— ¿Puedes entrar un segundo? — dije tumbándome de nuevo a la cama, no podía seguir así. La puerta se abrió dejando ver a Manuel con su mood de Soy unos de los guías por lo tanto soy superior a ti estúpida. Este mismo se relajó y a la vez cambio su expresión a una de desconcierto al verme

— ¿De nuevo Paula? — me miró expectante. Las cosas con Manuel cambiaron en los últimos meses, teníamos un nivel bueno de confianza y no solo el típico profesional, ese solo lo utilizábamos cuando estábamos en público por obvias razones, pero el resto de las veces del día en las que nos veíamos discutíamos de temas ramdon

— No sé qué pasa conmigo, me estoy comenzando a preocupar, es lo mismo, siempre es un sueño donde aparece el y se repite la historia — dije sentándome para luego salir de la cama y caminar de un lado a otro por la habitación, esto me estaba empezando a preocupar, simplemente no podía seguir con esto

— Entonces no duermas — respondió mirándome con simpleza e inocencia

— Excelente consejo, gracias de verdad ¿No has pensado en postularte como el mejor consejero del lugar? Te quedaría genial — el rió fuertemente mientras negaba divertidamente

— Yo tampoco sé que hacer pero lo resolveremos al finalizar el día ¿sí? — respondió mirándome

— Bien ahora si salte que tengo que ponerme mi traje de atracadora, ah y espérame afuera no tardo — dije empujándolo fuera de la habitación y cerrando la puerta una vez que él se encontraba afuera. Fui al baño y no paso mucho tiempo cuando me encontraba caminando por los largos pasillos del lugar junto a Manuel

Era impresionante todo lo que cambio en tres meses, tantas cosas que ni sé por dónde empezar a contarles. Bien, las "actividades" no eran más que distintas prácticas y tipo talleres, nos enseñaban el manejo de armas y entrenamientos de pelea y esas cosas, además de computación, prácticamente somos un tipo de hackers, es algo complicado de explicar. Al mismo tiempo los días no eran tan malos como pensaba y eso me daba un poco de miedo, pensar que ese era el resultado de esto, que todos cambiáramos de opinión y nos usaran a su antojo para quien sabe qué, pero no podía hacer nada. Manuel se convirtió en una persona muy importante además de ayudarme en algunas situaciones, tenemos mucha confianza. Matt se la estaba pasando muy bien, sin mencionar que Julie lo tenía a sus pies y debo admitir que era una gran persona así mismo como Enzo, los dos se convirtieron en grandes amigos, y bueno ¿Qué decir de los demás? Emm este tema me resultaba muy difícil y complicado de hablar, pasaron dos mil ciento sesenta horas, noventa días, doce semanas y yo seguía con la ilusión de que alguna vez Hunter, Hannah, Mary y Adam vinieran a este lugar, pero ¿Qué les puedo decir? Así somos los seres humanos no? Muchas veces a pesar de que tenemos las cosas claras, muy en el fondo aún tenemos una pequeña ilusión de que las cosas cambien, y luego caemos en la realidad y la mayoría de las veces todo lo que anhelamos es solo un pequeño sueño que termina destrozándonos. E incluso llega a hacer un triángulo tóxico entre la persona, la realidad y la ilusión.

Pero me encontraba en un punto de superación, de superar a esas personas por más que me duela y simplemente no quiera, no sé cuánto tiempo me tomaría pero lo haría.

— ¿Qué tanto piensas? — gire a verlo, solo sonreí levemente y negué con la cabeza, no me gustaba hablar de este tema con nadie, lo tomaba muy personal. Seguimos caminando hasta llegar al área de entrenamiento de auto defensa es la parte de afuera del lugar era como una especie de campo, este lo utilizábamos para entrenamientos con armas, o peleas entre otras cosas, ahí estaba Enzo practicando con un saco golpeándolo una otra vez, hoy me tocaba entrenamiento con él, cosa que me gustaba mucho

Todo Esto ¿Por qué?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora