Primer... (Parte 1)

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Entrenamiento

En casa de los Jiro había pocas reglas, tales como:

Solo se permite tocar cualquier instrumento entre las 9:00 y las 19:30 hrs.

Si hay algún buen concierto, en caso de conseguir entradas, se informara con antelación de la salida a este. En el caso de no conseguirlos, se verán por cable. Esto también aplica en salidas con amigos o citas. (Aunque no quiera Kyotoku).

Y la más importante:

Nadie se levanta hasta una hora antes de salir al trabajo/escuela.

En pocas palabras, Kyoka al comprometerse con entrenar con Midoriya, estaba rompiendo el más grande tabú dentro de su casa. Sin embargo, sabía que era por su bien y no le quedo de otra más que levantarse a las 4:35 a.m., darse una ducha rápida de agua fría, comer un tazón de fruta y cereal (la fruta la preparo su madre la noche anterior al ser informada de este entrenamiento) con su vaso de leche y esperar a su tutor los últimos 3 minutos que faltaban para las 5 a.m.

Al encontrarse tan impaciente, no dudo ni un segundo en encender el televisor, aun sabiendo que solo encontraría noticias y con el poco cereal que le quedaba, se sentó en el sillón, encendió la tele y le bajo un poco el volumen.

- Y así el nuevo héroe #1 Endeavor logro salvar a un autobús escolar, que se encontraba por caer de un acantilado, por desgracia, varios de los niños se asustaron al verlo, causando que alguno se orinara de miedo al verlo – Comento el presentador, mientras se notaba que intentaba no reír por lo sucedido.

Con Kyoka sucedía lo mismo, está en una lucha interna por no estalla en carcajadas para evitar despertar a todos.

- "Seguro Todoroki también se esté riendo al oír esto." – Pensó la chica, mientras se intentaba imaginar a su compañero riéndose, pero sin mucho éxito.

- En otras noticias, se presentó un nuevo incidente en la ciudad, en esta ocasión en una joyería super exclusiva en el centro de la ciudad, de nueva cuenta los afectados fueron dos personas de la alta sociedad. Aunque no sufrieron daño alguno y que sus pertenencias fueron encontradas en la entrada de la plaza donde se encontraba dicho establecimiento, si sufrieron un gran susto y de nuevo los delincuentes no fueron atrapados. Este es el 5° incidente de este tipo en lo que va del mes en el que ocurrieron los mismos – Narro el reportero, hasta que sintió el vibrar de su celular. Sabía que era su compañero, ya que ella le había pedido que le llamara cuando llegara para no despertar a sus padres.

Se levanto al verificar, tomo un pequeño morral que contenía bebidas y un poco de comida para cuando hayan acabado y salió sin hacer ruido de su casa, y al dar la vuelta tras cerrar se encuentra de nuevo muy cerca con su compañero peliverde, de nuevo a escasos milímetros de juntar sus labios.

No sabían porque desde ayer a cada rato terminaban en una posición similar, aunque por alguna razón no les molestaba, de hecho, una pequeña parte de estos quería terminar de cerrar la distancia entre sus labios. El problema radicaba en la parte consciente de ambos, a la que más hacían caso ambos y les indicaba que retrocedieran, que aquel pensamiento era erróneo.

Esto solo causaba que retrocedieran de forma torpe y sumamente avergonzados, sus rostros estallaban en rojo, sus manos sudaban y no podían mantener contacto visual. Ya harta de esto, Kyoka empezó a trotar con dirección a la playa Dagoba, donde sabía que su compañero entrenaba y este la empezó a seguir a una distancia prudente, mientras aun trataba de procesar lo ocurrido.

NUEVA MELODÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora