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CAPÍTULO NUEVE | Primero de muchas

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CAPÍTULO NUEVE | Primero de muchas.

Gianella.

—¡Hey! —grito al salir de mi habitación y ver que mi hermana se dirigía a la puerta con una mochila—. ¿Dónde vas?

Ailín se frena y me mira de pies a cabeza.

—¿Y vos, dónde vas? —cuestiona frunciendo su ceño y recuerda—. Hace una hora te ví y estabas en pijama.

Me hago de la estúpida y me cruzo de brazos.

—Ailin, ¿Dónde vas? Son las once y media.

Ella suspira y agarra sus llaves para explicarme donde se estaba yendo a estas horas.

—Voy a dormir a lo de Milagros, necesitamos terminar un trabajo. —me cuenta y abre la puerta para seguir viéndome, enarca una ceja—. Sé que vivo con vos pero no es para que seas MAMÁ.

Viro mis ojos y me acerco a donde estaba ella.

—Solo quería saber dónde ibas...

—Ya te dije, me voy, me espera abajo con su vieja... —dice y se acerca para darme dos besos—. Nos vemos mañana.

Me ablando y la saludo, antes de irse menciona que mamá quería que vayamos el fin de semana a comer juntos como familia, después de eso Ailín se va y no por ser mala pero era un alivio saber que tenía el departamento solo, más porque Domínguez se dirigía para acá...

Después del beso abajo, no le había hablado. Él tampoco, yo no quería ser la primera que de el paso de saber si estaba todo mal o no, pero finalmente hoy lo hice. Y queda por remarcar que en ningún momento tuve la intención de invitarlo a tomar algo, al menos no está mismísima noche, pero... ¿Por algo pasó no?

Cuando le dije que si, el me pregunto dónde tomar algo y yo casi inocente (no) le dije que en mi departamento era mejor además de que yo mentí que estaba en lo de una amiga y me dirigía hacia acá, mi depa. Así que ahora estaba esperándolo ansiosa, no sabía que iba a pasar aunque si tenía en mente muchas cosas que quería que pase.

Al ver mi celular me doy cuenta que pasó 10 minutos de los que me dijo Nico que estaría abajo, así que antes de que él pueda mandarme algún mensaje tomo mi llave para ir a esperarlo abajo, re ansiosa no.

Al salir de mi departamento me freno al verlo totalmente sorprendido.

—¡Nico! ¿Cómo subiste? —pregunto con una sonrisa de pérdida.

Camina lento y veo que me regala una primera sonrisa, no totalmente pero hace una mueca y levanta su brazo señalando detrás.

—¿Tu hermana? —empieza confundido y me explica—. Creo que me reconoció de ese día, la encontré abajo y me dijo que pase...

Me sorprendo y a la vez ya me estoy imaginando que Ailín me estaría escribiendo preguntando que estaba pasando con éste o esperando mañana y preguntarme.

Man child | Nicolas DomínguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora