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CAPÍTULO TRECE | Normalizando

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CAPÍTULO TRECE | Normalizando.

17 DE SEPTIEMBRE.

Mi sábado la pasaba con mis amigas en un bar después de bastante tiempo sin vernos, literal hace como dos semanas, era mucho más para nosotras que siempre buscábamos vernos dos veces a la semana casi siempre.

—¿Cómo va la cosa con el jugador? —saca el tema Juana mirándome con el vaso de cerveza en su mano, hago una mueca de asco, pero por la cerveza y ella vira sus labios—. Peores cosas tomas y chupas vos.

Largo una carcajada igual que Sofía, pero como es una amiga que sabe lo que valgo me defiende.

—A respaldo de Gianella, viene chupando bien, así que no vale lo que decís.

—Bueno, no sé si quería que me defiendas tanto así. —me quedo pensando y por fin a mí me traen mi trago, ya que había traído cerveza también por equivocacion.

—Bueno dale, ¿que onda, se ven mucho? —insiste Juani, y asiento, ella abre su boca como sorpresa pero sé bien que no es sorpresa para ella—. Dios, ¿Sabes los hijos hermosos que tedrian? Ah ya se hacía la película...

Sofía se ríe y se gira para mirarme y preguntar ella, era como estar en un programa de chismentos y ellas eran las panelistas.

—¿Te gusta tonta? Seguro que si, no me enojo si el te dijo lo mismo.

La pregunta de Sofi me hace pensar. ¿El me gustaba? Obvio. ¿Le había dicho? No, nada más que eso de juguito por ser lindo/a.

Lo más lindo que había escuchado de Nicolás era que soy linda, hermosa, que le podía, que esperaba mucho verme y eso, pero de gustar nunca lo nombró, estaba bien, hace tres semanas nos veíamos y lo máximo que podíamos aspirar era que se digan las ganas de verse y nada más. A diferencia mía, yo tenía claro me encantaba Nicolás Domínguez y está claro que sí era por mí nos veríamos todos los días, pero en esto no era solo por mí.

—No le dije y el tampoco a mi.

—¡Bien! —festeja Juana, y me aconseja—. No sé lo digas, no lo digas primero porque sino flashea y piensa que te va a tener cuando quiera él y no cuando vos quieras.

Repienso y miro a Sofia que asentía con su cabeza a lo que me decía Juana.

—Además, vos no estás sola, tenés a Franco. Si lo miras así lo que tienen es lindo, se ven, garchan, tiene algo aparte de ustedes mismos, así no se cansan de ustedes.

—¿Y si yo me canso del otro? —pregunto aceptando que eso medio que estaba pasando.

—¿Te está aburriendo Franco? —pregunta totalmente sorprendida Sofía, mi silencio es su confirmación y se sorprende más—. Heeermanaa, como te está teniendo el ojos de cielo.

Man child | Nicolas DomínguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora