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CAPITULO UNO| La primera vez

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CAPITULO UNO| La primera vez.

𝟮𝟭 𝗱𝗲 𝗮𝗯𝗿𝗶𝗹.
𝟮𝟬𝟭𝟴.

Nicolás.


—Como te decía... Creo que la conozco. ¡Sí, sé que la conozco! ¡Ya la voy a sacar!  —la miro de reojos que empieza a morderse las uñas, me mira de nuevo para levantar la cabeza en un gesto que hacía cuando estaba algo nerviosa o ansiosa—. ¿Te dijo su nombre?

Caigo nuevamente de que me hablaba, asiento y hago el esfuerzo por recordar  aquel nombre, cuál era algo raro, difícil de pegarla exactamente.

—Creo que Giana o algo así... —murmuro no muy seguro y apagó las luces del auto—. No me acuerdo muy bien gorda...

La miro nuevamente y la sonrisa de mi novia me asusta y asiente varias veces teniendo una develación, capaz...

—¡Gianella! —levanta la voz  algo emocionada mientras toma su cartera y se saca el cinturón de seguridad—. Si, Gianella, me acuerdo. Sí, ella se egresó un año antes de mi colegio.

Asiento como si fuera una gran revelación para mí también, pero ella parecía emocionada con esto así que le presto atención. Me sacó el cinturón y después saco la llave para abrir la puerta del auto, ella ya había salido así que después de cerrar la puerta pongo la alarma.

Caro me espera del otro lado con su mano ya extendida esperando y deseando por mí, le sonrió canchero, como ella solía catalogar mi sonrisa y agarró su mano fría para encaminarnos al interior del restaurante.

Entramos y doy una vista rápidamente a todo el lugar, al no encontrar los que ya debían estar camino de la mano con ella para agarrar algún lugar mientras tanto, no tan en el medio, ni tan adelante, Caro señala un lugar y nos ubicamos ahí finalmente.

Al sentarnos, suspiro cansado por el turno doble de entrenamiento del día de hoy, deseando terminar rápido la cena e ir a dormir, lo más que más quería en este momento. Esperamos tal vez por unos 10 minutos dónde la gorda me sigue cuestionando cosas de la novia de Lautaro, un compañero del club, con quién me hablaba un poco más que con los otros, él era muy jodon así que solía joder mucho conmigo también.

—¿No sabes hace cuánto están?

Levanto mi vista del chat que estaba leyendo para ver a mi novia arreglándose el cabello hacía un lado, enarca su ceja esperando una respuesta así que reacciono.

—No sé... Siete meses o seis, no sé bien... Lautaro no cuenta mucho, pero hace bastante viene hablando de ella.

Es lo que recuerdo que había contado asi, por encima, Lautaro quién justamente me había escrito avisando que estaba retrasado, pero que llegaba en minutos.

Mi novia, asiente creo que no tan satisfecha con mi respuesta, que insisto, no sé porqué tanto interés o necesidad de información sobre la novia de Lautaro, todavía no llegaba a entender porque tanto interés.

¿La conocía? ¿O la odiaba?

—Me va a dar a incómodo... —finalmente suelta lo que tanto le estaba molestando.

Una media sonrisa burlona sale de mis labios y bloqueó mi celular para agarrar su cachete.

—¿Por qué? Si dijiste que querias tener citas de a dos...

Y era así, esta salida de a cuatro surgió después que el último fin de semana dónde tuve libre, peleamos.

Básicamente porque mis amigos me decían para salir y ella quería ir conmigo y a la vez no, yo no tenía problemas obviamente de llevarla, me gustaba salir con ella siempre... Pero ella estaba insegura de salir conmigo y los demás vagos, sin mujeres de por medio.  A raíz de eso vino la discusión que nunca salimos junto a otras parejas y que aparte de pasar tiempo casi todos los días, también sería bueno salir juntos haciendo otras cosas, salir de la rutina, como lo que íbamos a hacer ahora. Este problema lo comenté en el vestuario, por de bajo claramente, Lautaro escuchó ya que era el que me estaba prestando atención, me propuso para salir él con su aparente novia y yo con Caro.

Y bueno, quedamos que si y ahora estábamos por salir con ellos, más bien compartir un momento con ellos.

—Es que yo sentía que ella me odiaba... Solía juntarse de vez en cuando con mi primo, pero nunca hablamos... Y siempre pensé que me odiaba, además es ultra Mili, del ser fina, ricachona, insoportable básicamente. —explica y hace un gesto que me hace reír.

—Se van a llevar bien, deja de delirar. —le pido.

No me podía venir con esto ahora que esta salida la estábamos haciendo nada más que por ella. Me mira mal y me pega un manotazo en mi mano, me río y niego, en ese momento levanto mi cabeza hacía la entrada porque ingresaba alguien, esperando que sea mi compañero de equipo y amigo, sonrió al ver que sí.

El me hace una seña y me da la espalda para cerrar la puerta después de su chica, quién estaba ajena seguramente a quiénes éramos.

Al mirarla bien, la reconozco, Lautaro había subido algunas fotos con ella y entonces después de una mirada más rápida por su forma de caminar, mirar y vestir entiendo porque Carolina me decía que iba a ser raro. Es decir, ella parecía que se tomó mucho tiempo en arreglarse, llevaba el pelo naturalmente liso, y ojalá no quede de forro pero lo primero al verla en persona no creo que alguien como Lautaro haya conseguido una novia así.

Nos paramos cuando ellos habían llegado a la mesa para saludarlos.

—Perdón por la tardanza mi hermano. —se disculpa Lautaro y nos damos un abrazo después de apretar nuestras manos.

Le quitó el peso y niego sin drama, cuando miro a su novia terminaba de saludarse con la mía, me ve y sonríe simpática, no pareciera fingida. Yo no tenía problemas, así que la saludo con toda la onda.

—Hola, Gianella. —se presenta para darme un beso.

—Nico. —imito su presentación, después de alejarme de haberla saludado.

Por un momento me quedo duro para no reaccionar a él perfume que ella llevaba y creo que aspire al acercarme a saludarla, así que solo pienso que por lo menos no era de esos perfumes fuerte que solía usar mi tía que era muy de... Vieja.

Miro a Carolina de mi lado como diciéndole en mi mente “Ves que deliras”.

Después de nuestra presentación, ellos se sientan en frente y rápidamente Lautaro habla diciendo que se habían tardado porque “discretamente” mira a su novia para decir que se le había retrasado algo del departamento. Caro entiende la referencia porque se ríe junto a la novia de mi compañero.

El mozo llega después de unos 10 minutos preguntando si sabíamos que íbamos a pedir, le damos nuestro pedido para después retirarse. Hecho eso, pasamos una linda noche con ellos y me alegra más el hecho de que conozco y sé que Carolina se le fueron esa ideas o más bien idealizaciones de Giana, Gianella, y la paso bien.

Aunque después de esa cena, nunca más hicimos planes de parejas nuevamente y tampoco supe más nada de Gianella como novia de mi compañero.



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pregunta: ¿les gustaría que agregué capítulos extras de ig como hice en la fic de paredes? espero sus respuestas tinistas,,, *las ponía igual*

Man child | Nicolas DomínguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora