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CAPITULO CATORCE | Prueba

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CAPITULO CATORCE | Prueba.

5 DE OCTUBRE.


Gianella.

Nicolás y yo nos vimos durante todo septiembre era obvio que no todos los días, pero si lo suficiente para que tengamos más confianza entre nosotros.

El venía a verme casi siempre después de entrenar por la tarde, una hora, hora y media o a veces solo venía por media hora, cabe decir que al repetir más las visitas creo que se iba acortando la hora. No me animaba a preguntar si era para que su novia sospeche o qué, pero suponía que era una de las razones.

La última semana nos habíamos visto tres veces por la tarde y no fue cuatro solo porque había quedado antes en salir con Franco, con quién venía evitando por estar flechada por Nicolás. Era normal, me hablaba con el casi todo el día (la verdad no) el siempre colgaba pero yo no le daba mucha importancia, era normal no podía estar con su novia y estar hablándome al toque, por eso no me molestaba, igual que yo lo hacía cuando estaba con Franco aunque yo no estaba siendo infiel, en cambio Domínguez si.

Ahora, estaba esperándolo en la entrada del edificio, eran las ocho de la noche y sinceramente no sé de como venía a estas horas, pero me dijo que vendría. Había aprovechado para ir a comprar algo de comida y lo que faltaba en el departamento ya que Ailín no se había hecho de las compras estas semanas así que solo me había ido al supermercado más cercano a patas porque no tenía ganas de sacar el auto, compre algo para cenar esta noche, para el desayuno mañana y algo de carne para comer al mediodía, después por la tarde tenía pensando salir y hacer sí o sí las compras por una semana.

Miro mi celular, tenía un mensaje de Domínguez avisándome que ya llegaba, se había tardado un poco más ya que al parecer hubo un accidente en el camino que le hizo a retrasar a él y a los demás autos que venían detrás de él. Suspiro y me siento con las bolsas en el escalón de la entrada, mi celular vibra nuevamente y es Franco invitandome a cenar, no quiero ser tan cortante pero estaba bastante claro que no iba aceptar.

Bloqueó mi celular pensando en que excusa meter, sinceramente no sé cómo Franco no se daba cuenta o capaz si y sólo no decía nada.

Minutos después un auto estaciona en frente y se perfectamente que es él, no me muevo y empiezo a pensar que si estaba bien que el deje su auto afuera, cuando alguien lo podría reconocer. Agreguemos el hecho de que siempre que el venía no nos cruzamos a nadie del edificio o siempre a personas adultas, más bien medio que tenía que agradecer que las únicas pendejas/os de este edificio éramos mi hermana y yo, de otra forma que Nicolás venga tantas veces al depa sería algo riesgoso y que lo reconozcan.

Me levanto cuando el cruza la calle casi corriendo, me regala una mini sonrisa antes de saludarme cerca de la comisura de los labios para darme una mirada de pies a cabeza.

Man child | Nicolas DomínguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora