Culpables || Charles Aránguiz || Erick Pulgar

21

Esto era una mierda, Arturo de mierda, me tenía tan bien agarrada que no podía escapar hueón.

—Oye Sofía yo... pero ¿qué hueá? ¡Suéltala conchetumadre! —sentí que alguien me sacaba al hueón de encima. Las lágrimas caían por mis ojos sin control. Al fin alguien me había salvado de ese tipo—¿Estay bien? —me preguntó. Me tocó el brazo y me estremecí. Aún sentía el toque asqueroso del Arturo en mi piel

—Edu, yo...

—Ya tranqui, respira

—¿Qué chucha? —un alivio me vino al cuerpo, era el Charles, solo atiné a correr a sus brazos, él me estrechó entre ellos—¿Qué hueá le hiciste Eduardo?

—¿Qué? ¿Yo? Yo no hice nada, yo la salvé. Fue el culiao del Arturo, ese hueón la estaba forzando

—¿Y vó lo dejaste escapar? —espetó el Charles mientras acariciaba mi cabello con suavidad—Yo le voy a ir a sacar la chucha a ese culiao. Bebecita—me separó de él y me miró con ternura—El Eduardo te cuidará—asentí como autómata, no me salía la voz. Solo atinaba a llorar—Eduardo si le pasa algo te saco la chucha a ti y le cuento toda la hueá que sé a la Dani...

—Oye hueón no te pongai bélico si la voy a cuidar como hueso santo...—el Charles salió por la puerta, yo quería ir con él—Oye ¿qué puedo hacer por ti? —me preguntó el Eduardo manteniendo una distancia prudente conmigo e intentando hablarme suave.

—Yo...—me sentía asquerosa, sentía demasiado asco al recordar las manos de ese hueón en mis piernas, en mi trasero, en mi pecho, sus labios en los mío la guata se me revolvió entera y la bilis me subió por la garganta, lo tragué para no vomitar ahí mismo, pero no iba a resistir mucho—Creo que voy a vomitar....

—Conchetumadre, vamos al baño rápido—me hizo meterme rápidamente al baño de la oficina. Me tiré al piso y vomité todo en el wc. El Eduardo me agarró el pelo para que no me lo manchara, pero me daba lo mismo ya me sentía sucia, manchada por ese hueón—Ya ¿estay mejor? —dijo cuando terminé de vomitar. Asentí con la cabeza, pero no era verdad. Ni me molesté en limpiarme.

—Quiero ver al Charles.

—Bueno, vamos, pero toma—se sacó la polera que traía puesta y me la pasó. Me la puse rápidamente, había olvidado que estaba prácticamente desnuda.

                Salimos al pasillo y estaba la cagá, el Charles le estaba sacando la cresta al Arturo, pero el Arturo igual se defendía, de hecho el Charles estaba lleno de sangre.

—Edu sepáralos por favor—le supliqué.

—No, Sofía el Arturo se lo merece, déjalos.

—Pero...—sollocé—le está pegando al Charles y no quiero que le hagan daño al Charles...—de hecho me dolía el pecho al verlo así, su carita hueón, tenía mucha sangre. Esto era todo mi culpa por no decirle la puta verdad al Erick, yo había provocado todo este desastre. Mi Charles Mariano, por la chucha... Tenía que parar esto.

—Oye, no—me agarró el Edu de la cintura—tranquila, el Charles se ve hueón pero es duro, va a estar bien, ven pa'acá—me atrapó entre sus brazos, me abrazó—mejor no mires—me apretó contra su pecho. No valía la pena resistirse solo sé que lloré y lloré aferrada al Eduardo, lloré por lo sucia que me sentía y lloré por mi Charles porque los golpes sonaban horribles y no sabía si era él el que los estaba recibiendo.

—¿Qué hueá está pasando? —levanté mi vista, la voz del Erick.

—Erick...—lo miré y mi llanto se intensificó.

—Princesa...—me miró, su rostro estaba lleno de preocupación, luego miró al hombre que me tenía entre sus brazos— ¿qué le hiciste Eduardo?