Charles
¿Cómo empezar? Esto era un desastre épico. Pero bueno hay que empezar por lo primero obviamente. Todo empezó hace dos meses cuando descubrí a la Fernanda con otro hueón en nuestra cama, con un alemán. Ese día salí temprano de entrenamiento y los niños estaban en el colegio, obviamente decidí irme de inmediato a mi casa y ahí fue cuando me encontré con la sorpresita. No pude más que hacer que sacarle la cresta al hueón. Y bueno con la Fernanda no podía hacer nada, era mi esposa, así que por los niños seguimos como si nada, y si sé que yo igual me la he cagado unas cuantas veces, si soy hombre y soy débil ante las mujeres que me mueven el poto, pero nunca fue nada de importancia y no metí a las minas a nuestra casa.
Mi orgullo de macho alfa quedó herido desde ese día, si yo amaba a la Fernanda y pensé que ella igual me amaba a mí... porque bueno yo la he engañado pero nunca he sentido nada por esas otras mujeres, pero sé que para las mujeres como la Fernanda es distinto, porque para acostarse con un hueón tienen que sentir algo por él y eso es lo que más me dolía.
Los últimos meses no fueron buenos para mí en ningún sentido, me sentía herido, engañado, con el corazón roto, una sensación totalmente desconocida para mí, pero bueno siempre intentaba poner una sonrisa en mi rostro frente a los niños y mi familia.
Hasta que finalmente pude ser libre y expresar todo lo que sentía cuando comenzó la preparación para la Copa América, mis amigos me entendían, pero no del todo puesto que sus mujeres nunca los habían engañado. Onda el Edu se había cagado demasiadas veces a la Daniela, pero ella era hueona y nunca lo había engañado a él o al menos que él supiera. Y bueno el Erick, ese hueón hablaba de su esposa como si ella fuera una santa, así que obviamente nunca había sufrido el dolor del engaño.
El que sí lo había sentido era el King, a él su esposa se lo cagó y ¿Qué hizo él? Se buscó a otra. Por lo que cuando estuvimos en Sao Paulo me convenció para salir a un bar cerca del hotel a buscar a una brasileña que estuviera más rica que la Feña. Así que un día antes del partido contra Japón nos escapamos a un bar con el Arturo, el Jara, el Edu y el Diego Valdés.
Obviamente pedimos juguitos porque bueno mañana teníamos partido y había que ser responsables... Aunque bueno a veces nos tentábamos, así que no siempre éramos responsables...
―Ya Charles tenís que buscarte una mina que te haga olvidar que la Feña te rompió el corazón―dijo el Arturo.
Escaneé toda la disco en busca de alguna mina que me moviera el piso. Miré a una rubia culona que estaba ahí, su poto estaba perfecto, pero tenía el mismo pelo de la Feña, no, yo tenía que buscar a una mina que se viera lo más distinta posible de mi esposa. Ahí fue cuando la vi a ella, una morena de piernas largas que estaba muy buena, estaba tomando sola en la barra.
― ¿Ya y? ―preguntó el Jara― ¿Encontraste a alguien que te guste?
―Sí, a ella―la apunté. Los cuatro dirigieron su mirada hacia la morena que me había gustado, la observaron con cara de calientes.
―Ya, partiste campeón―dijo el Eduardo.
Tomé una respiración profunda para tomar el valor y hablarle, o sea igual la mina estaba muy rica, demás que no me iba a dar ni bola, porque buta yo igual no era el manso mino, era chico, no muy agraciado, tímido.
―No, espera―añadió el Arturo―viene pa'cá. Actúen normal.
Los cinco actuamos lo más normal posible, como si estuviéramos hablando. Apenas la vi de frente me gustó aún más, tenía un rostro muy lindo, definitivamente no tenía chance con ella... Pensé que la mina iba a pasar de largo a la mesa de al lado donde habían tres brasileños que bueno eran más minos que nosotros, pero no, se paró frente a nuestra mesa. Tenía una voz linda y un acento extraño que no podía identificar de dónde era. Cuando habló la mina me encantó, tenía demasiada personalidad, la personalidad que yo siempre había deseado tener, normalmente las minas me hablaban a mí y no yo a ellas porque me costaba hablar con gente desconocida...
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Culpables || Charles Aránguiz || Erick Pulgar
FanficEllos se juraron amor para siempre, pero todos sabemos que no existe tal cosa, ¿Serán capaces de soportar todo por amor? Nadie lo sabe, solo el destino sabe lo que les tiene preparado...