Feline, Hot Mess: Desastre Felino

04. Personas con Estallidos de Furia y Debates Internos

“Dices S-I a todo,

¿Eso te garantizará ganar?

¿Crees que eres lo suficientemente bueno

Para amar a otros y ser amado?”

~Mowgli’s Road, Marina & the Diamonds

El apartamento de Austin era solitario y una maldita mentira. Aunque había sido igual de falso hace dos años, eso no deshacía el hecho de que, con Skyler alrededor al principio de la misión, él no se había sentido tan solo.

El teléfono, predeciblemente, sonó tan pronto como él entró al apartamento. Rodando los ojos, Austin se acercó al teléfono junto al sofá, pero evitó comentar bajo su aliento sobre el dramatismo de la CIA. Sabía que tenían micrófonos aquí.

Austin alargó su brazo derecho para coger el teléfono, pero rápidamente se arrepintió. Algo había sucedido durante la misión pero como sentía como si todo su cuerpo había sido separado y cosido de vuelta, Austin no estaba seguro de cuando se había herido ahí específicamente. Podía haber sido cuando colgaba sobre la fosa de cocodrilos, pero igual de probable que fuera cuando iba a caer de la escalera de cuerda pegada al helicóptero.

Hasta ese momento, no se había dado cuenta de hasta qué punto su estancia en Clearberry Lake había sido un descanso. Él podía haber estado pasando sus días en Clearberry Lake (que, cuando conocías a Riley Clairbourne/Lady Kitten, parecía que la mitad del día era zona de guerra), pero no era nada comparado con las misiones a las que había dejado de ir. Había bajado la guardia. No había nadie a quien espiar, solo vigilar.

Era sencillo olvidar que esta vida era falsa.

Rodando su hombro con un gruñido, Austin levantó el teléfono y lo atrapó entre su hombro y su oreja, usando su mano para masajear el músculo.

—¿Si? —gruñó.

—Jason, hola.

Austin reprimió un gruñido —uno independiente de su masaje.

—Agente Bowen —respondió irritado—. ¿No consideró oportuno decirme que un agente venía de visita? Uno de UCM, en eso.

—Supongo que conociste a Jermaine Stephens.

—Por difícil que sea de creer, no hay muchas personas en Clearberry Lake que vayan cargando un arma en el zapato sin razón aparente. ¿Le consiguieron un trabajo como profesor de historia? ¿Siquiera sabe la historia de Clearberry Lake?

—Agente Cohen —ladró el agente Bowen—, compórtese. Le aseguro que su agencia preparó al agente Stephens adecuadamente.

Austin bufó.

—Sí, para matar a Lady Kitten tan pronto como sus ojos se posaran en ella. Usted sabe que Clearberry Lake es bueno para muchas cosas, ¿no? El pueblo está en la mira de muchas organizaciones y dejarlo sin Lady Kitten sería dejar a estas personas indefensas.

  Hubo un silencio.

—Tomo como que confías en la identidad secreta de la mutante.

—Señor, espero que no lo diga de modo ofensivo.

—No es ofensivo, es el término científico.

Austin suspiró.

—Confío en que no hay nadie más adecuado para proteger la cuidad.

—¿No confías en ella? —preguntó el agente Bowen, notando como desvió la pregunta.

Austin pasó una mano sobre sus ojos. No es que no confiara en Riley es solo que…