Disclaimer: los personajes de Kuroko no basket no me pertenecen y sólo los uso con fines de entretenimiento.
-Alguien me gusta, y no sé qué...
-Es Akashi kun, cierto? -Kouki gritó ante la inexpresiva mirada de Kuroko.
-¡¿C-c-cómo supiste?!
-Era muy evidente -el castaño se sonrojó y bajó la mirada-. Deberías confesarte. De otro modo él nunca lo sabría.
-Pero somos chicos.. Se supone que debería darle unos chocolates como regalo y decirle "me gustas"? -mencionó irónico. Los ojos celestes se encendieron.
-Excelente idea, Furihata kun! Le diré que venga a Tokio y entonces le dirás lo que sientes.
-No era en serio! -exclamó avergonzado, pero Kuroko ya estaba llamándolo.
Así fue como se metió en aquél lío. Comenzaba a pensar que la palabra imbécil le quedaba pequeña, ¿cómo se le ocurrió bromear con alguien que no sabe hacer bromas?
El día indicado se acercaba y Kouki navegó diariamente en internet buscando recetas fáciles de chocolates u otros dulces. Al final, decidió hacer unos clásicos que puso en una caja cuadrada con un lazo.
Era rematadamente vergonzoso. ¿Cómo se supone que se lo daría?.
Quedaron de encontrarse en un café cercano al parque donde solían jugar basquet. Ambos esperaban encontrarse con el grupo de Seirin y los milagros.. Sin embargo..
-Ah, Akashi san -Lo saludó al verlo verificar su teléfono.
-Hola Furihata kun, eres el primero que llega. Kuroko me dijo que nos veríamos aquí pero al parecer a todos les surgió un imprevisto.
El castaño enrojeció como un tomate al imaginar lo que sucedía.
-Incluso a Kuroko?
-Si, él tampoco podrá venir, pero ya que estás aquí podemos ir por algo para tomar.
Al castaño lo encandiló la gentil sonrisa en sus finos labios, y asintió embobado. El pelirrojo le abrió la puerta y se sentaron junto a una ventana. Akashi pidió un batido de chocolate y Kouki uno de fresa.
Hablaron de muchas cosas, sorprendiéndose al descubrir que tenían muchos gustos en común en cuanto a libros. Al terminar decidieron salir a caminar por el parque.
-Me encantan sus poemas.
-A mi también! Sólo Kuroko conoce a ese autor, los demás dicen que es aburrido leer a un escritor de hace trescientos años -dijo rodando los ojos, Akashi rió suavemente, haciendolo sonrojar- Etto.. Akashi san..
Los ojos rojos lo miraron curiosos. Sus manos sudaban y sus piernas temblaban, sacó rápidamente la caja de su bolso y se lo tendió sin verlo.
Kouki se sentía morir de vergüenza. Las mejillas le ardían, no podía aguantar la lentitud con la que el pelirrojo estaba soltando el lazo. Akashi vio sorprendido el contenido, miró al apenado chico y comprendió que aquello no era una casualidad.
-M-me gustas.
Akashi sonrió y comió un chocolate lentamente, saboreando su dulce relleno. Le tendió uno y, ruborizado, abrió la boca, lo depositó allí y acarició la punta de su lengua antes de retirar el dedo. Kouki se cubrió el rostro enrojecido, Akashi había tomado algo de chocolate junto a la saliva del castaño y se lo metió a la boca.
-Delicioso.
...
Holi!
Salió más sexy de lo esperado xD, ese Akashi se pasa.
Gracias por sus lindos comentarios y sus votos! Espero que les haya gustado, gracias por leer 💙
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Desafío de diciembre: drabbles AkaFuri
FanfictionDesafío de treinta y un días durante el mes de diciembre para la pagina Porque amamos el AkaFuri en facebook. Cada día una temática diferente para la pareja de Akashi y Furihata. 💙 Mención de algunas otras parejas dependiendo del drabble.