Día 23: Entrenamiento/Esfuerzo

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—Vamos, Kouki! Tienes que hacerlo mejor!

El nombrado respiraba agitado, estaba bañado en sudor, la ropa se le pegaba a la piel y su rostro estaba rojo. Ya casi no podía sentir las piernas, eran como plomo con cada movimiento dado, la espalda lo mataba y tenía mucha sed.

—Creo que.. deberíamos parar.. Akashi kun.

—Si nos detenemos seguirás igual que antes. No buscas progresar? Por qué me buscaste entonces? —Sus ojos rojos lo miraban brillantes, casi podía escucharlo reír.

—Porque..

—No me buscaste sólo por mi cara bonita, no? —El castaño se sonrojó más si es que podía— De acuerdo, paremos un poco, estás demasiado rojo.

Kouki apoyó las manos en sus rodillas y resopló buscando su aliento. Se secó el rostro con el dorso de la mano y vio al sonriente pelirrojo, estaba a contraluz con el sol de la tarde cayendo por su espalda, su silueta brillaba como un ser místico e imponente. Y el de Seirin sabía que aunque estaba sudado como él, podía fácilmente correr el doble de lo que habían corrido aquella tarde.

Así de increíble era, no sólo iba al instituto, tenía sus practicas y sus interminables lecciones privadas, además, iba todos los fines de semana a entrenar con él. Habían hablado de ello en el cumpleaños de Kuroko, y de alguna manera, Akashi se había ofrecido a ayudarlo.

Aquél día habían corrido treinta kilómetros.

—En cuanto ganes resistencia empezaremos con las maniobras..

Kouki giró el rostro y se quedó viéndolo, sus palabras se volvieron mudas mientras veía sus labios moverse. La manera en que se expresaba al mover las manos, la forma en que sus ojos se abrían un poco más de lo necesario al explicar una idea, su nariz respingada, sus cejas juntarse, su mano acercarse hasta su rostro.

Lo tomó del cachete y lo apretó.

—Que..?!

—Estabas escuchando?

—Ah, no, disculpa.

—Creo que aún no te exijo lo suficiente —dijo inclinándose sobre él, a peligrosos centímetros de distancia.

—Si me exijes más voy a morir. Recuerda que ya está el entrenamiento de Riko san. —rió nervioso.

—Pero yo soy más demandante que ella —dijo apretándole las mejillas con una mano.

—Gracias por ayudarme.

—Aún no lo entiendes verdad?

—Que cosa?

—La razón por la que vengo cada fin de semana, viajo tres horas en tren desde Kioto..Sólo vengo hasta aquí por ti, y si tuviera que atravesar medio mundo por verte, lo haría sin dudarlo.

El sol se filtraba entre las hojas de los árboles e iluminaba bellas figuras de luz en el cuerpo del pelirrojo. Un viento cálido sacudió su cabello mientras sonreía y descendía despacio, uniendo sus labios con los contrarios.

—Pero que me gustes no significa que vaya a hacértelo fácil, seré incluso más estricto, jaja. —El castaño se estremeció, su risa era muy gélida— Mi Kouki será el mejor en todo.

—"Kami sama.. Qué clase de Oreshi es este..?" pensó estremeciéndose.

..

Holi!

Desafío de diciembre: drabbles AkaFuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora