Día 22: Herida.

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Disclaimer: los personajes de Kuroko no basket y las imágenes utilizadas no me pertenecen y sólo los uso con fines de entretenimiento.

El emperador atravesaba el bosque en su imponente semental blanco cuando oyó un grito y espoleó al caballo. Se detuvo justo frente a una pronunciada pendiente, que acababa en un bajo riachuelo cubierto de rocas. Allí un joven castaño yacía llorando mientras sujetaba su pierna.

El pelirrojo descendió la pendiente rasgando su hakama entre ramas punzantes y llegó corriendo hasta el río.

—Estás bien? Qué sucedió? —dijo agachándose frente al chico. Los ojos marrones lo vieron entre lágrimas de dolor. 

—Yo.. Estaba corriendo al pueblo, mi hermano necesita una medicina y.. No vi el camino.. —contuvo el aire— Mi hermano! Tengo que irme!

Se levantó y dio dos pasos antes de caer al agua. El emperador suspiró.

—Su alteza! —gritó desde lo alto un guardia que lo había seguido, Kouki abrió los ojos aterrado.

—Lleva al doctor a la casa Furihata y que ayude en lo que necesiten.—ordenó el pelirrojo. Kouki lo miró confundido, temía preguntar pero de todos modos lo hizo.

—Quien es usted?

—Akashi Seijurou, tu emperador.

Palideció y el pelirrojo aprovechó su sorpresa para cargarlo en el hombro.

—Qué está haciendo?! Déjeme!

—Quedate quieto, es una orden.

Comenzó a subir la empinada pendiente cargandolo, llegó hasta la cima resoplando por el esfuerzo pero de todos modos lo dejó con gentileza en la hierba. El castaño llevaba una yukata atada a la cintura que mostraba la herida cercana al tobillo.

Akashi rasgó su haori y realizó un torniquete en la herida sangrante, tocando su piel con cierto placer. Ignoró sus protestas y lo subió al caballo para llevarlo al palacio. En el camino aprovechó y abrazó su cintura mientras sujetaba las riendas, pegando su pecho a la espalda contraria.

...

—Como está?

—Sólo fue un corte superficial, va a estar bien.—dijo el doctor luego de vendar la herida.

Kouki estaba ruborizado, con una hermosa yukata blanca, recostado en un cómodo futon en la habitación más opulenta que hubiera visto en su vida.

—Um.. Su Alteza —dijo cuando el doctor los dejó solos— cómo está mi hermano?

—Él va a recuperarse, me encargaré de que así sea.

—Muchas gracias —dijo con una reverencia.

—Sin embargo.. Hay algo que quiero a cambio.

—Le daré lo que quiera! Trabajaré toda mi vida si es necesario para pagar lo que ha hecho por mi familia.. Y para pagar mis faltas de respeto hacia usted —recordó todas las veces que le respondió con desprecio, ignorando quién era.

El emperador caminó con elegancia y lentitud hasta hincar una rodilla frente al castaño, pasó la punta de sus dedos con gentileza sobre la venda y continuó ascendiendo hasta la rodilla que acarició con dulzura. Acercó su rostro a aquella piel y la besó brevemente para murmurar:

—Casate conmigo. —El castaño abrió los ojos con asombro bajo la atenta mirada rojiza.

—Pero soy un hombre.

—Y yo soy el emperador, y mis órdenes son absolutas.

Tomó su mentón con el pulgar e índice y guió sus labios hasta los suyos.

...

Awww, quedó tierno 💙
Gracias esperar esta continuación, me alegra que les haya gustado el anterior y espero que les haya gustado este.
Gracias por leer, saludos!.

Desafío de diciembre: drabbles AkaFuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora