8-Calma antes de la tormenta

479 33 16
                                    

Kristoff estaba ya acostumbrado a su nuevo trabajo, de hecho, le gustaba mucho más que el anterior, no solo porque estaba cerca de la que persona que amaba, sino también por el hecho de que estaba bajo cubierto, el sueldo era mayor y para las personas del reino, trabajar en palacio era uno de los mayores honores que podía concebir una persona.

—¿Cómo va la organización con Hans?—pregunto dejando un informe encima de su escritorio.

—Hemos logrado retrasar la boda unas semanas, han comprendido el problema al cual nos enfrentamos y que no pudimos dedicarnos a ello.

—Que amables. Samuel, eres el más anciano del consejo...¿has pensado en retirarte y tener tranquilidad?—pregunto viendo al hombre.

—Majestad, vivo para servir a la corona, hice un juramento.

—Y lo habéis hecho excelente, solo creo que deberías disfrutar de la vida. Has trabajado mucho—ella sabía que no iba a hacer caso.

—Agradezco vuestros halagos, pero prefiero seguir trabajando—contesto firme.

—Si tanto lo deseáis...quiero haceros una pregunta. ¿Qué sucedería si...me casase con un plebeyo?—pregunto mirando por el ventanal.

Solo se lo podía preguntar a él, era el único en quien confiaba y estaban los dos solos. Tenía total libertad para hablar sobre el tema.

—¿Acaso es ese joven Kristoff?.

Ella se sorprendió de que lo supiera, tuvo que hacer un esfuerzo en que no se le notase en su mirada, pero él lo sabía, la conocía desde niña.

—Anna me ha hablado de él, de hecho fui yo quien lo introdujo aquí...al principio pensé que le gustaba a ella. Pero vi vuestra mirada cuando él trabaja, se nota que le amáis.

—¿Hay solución alguna?—su cara lo decía todo, especialmente, sus ojos vidriosos.

Él se sentó en la silla, se rasco la cabeza mientras pensaba en algún plan.

—En todos estos años, he visto reinos venirse abajo por reyes o reinas que han dejado a lado su reinado para amar. Ninguno acabó bien para ambas partes, algunas veces...incluso asesinaron a los que gobernaron por considerarlo traición—cada palabra era como un puñal para Elsa.

—¿Y si...dejase a Anna al mando?.

—Con todo el debido respeto majestad, ella no esta capacitada, es muy joven y no tiene esa personalidad ni liderazgo, aunque la ayudemos, en los momentos críticos, es cuando se ve quien tiene el poder para gobernar.

—Entonces...tendré que renunciar a ese hombre, por el bien de Arendelle—apretó el labio inferior mientras se agarraba el vestido.

—Aunque por otro lado...cabe algunas posibilidades.

—¿Cual?—su sonrisa la delataba.

—O bien hace lo que usted quiere, demostrando que no le importa lo que digan el resto de reinos...

—Esa opción es algo radical, ¿cual es la otra?.

—La otra—la miro— es que vuestra hermana sea quien se case con Kristoff y...sea vuestro amante—aquello le provocó un rubor.

—¿Acaso me tomáis el pelo?.

—De ninguna manera, jamas haría tal cosa, solo me dedico a exponer las opciones.

—¿Y si fuera mi amante sin tener que hacer que se case con mi hermana?—pregunto dudosa.

—Si se llegase a saber...el escándalo...provocaría una guerra con las Islas del Sur.

Rompiendo el hielo (Elsa x Kristoff)(Frozen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora