Capitulo 15

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Los pies de Alisson se mueven al compás de la musica, sus pequeñas piernas cuelgan al aire desde la alta silla del comedor, uno de sus lugares favoritos para dibujar, de manera pensativa lleva el color entre sus dedos a su boca, esta indecisa entre que color seria el indicado para terminar su obra de arte, al final opta por un bonito verde dorado. Al terminar se levanta a toda prisa de su asiento y corre hasta el despacho de su padre, a quien no le importa que le interrumpa. Ares esta de pie recargado en el escritorio.

-Papá- se acerca hasta el ignorando al hombre que su padre tiene delante con bastantes golpes, el cual tambien esta atado a una silla.

-¿Que pasa princesa?- Ares mira a sus hombres indicandoles que no se muevan y hagan callar al tipo que no para de quejarse.

-Ya termine- Alisson tiende la hoja blanca hacía su padre.

-es precioso amor, ¿es para mi?- la niña niega mientras el pelinegro finge hacer un puchero -entonces ¿para quien es?-

La niña mira hacia los lados y sonríe -es para mamá, ¿puedo ir a darselo?-

-No, no puedes- Ares suspira ante la mirada de tristeza que le lanza la pequeña en sus brazos -sabes que mamá esta ocupada bebé, ella trabaja mucho para que juntos, podamos comprarte todo lo que esa cabezita bella, piense y desee-

Alisson observa a Ares y le pide que la baje -¡entonces no quiero nada, ni mis juguetes, ni mi casita, ni mis colores!- la niña sale corriendo a toda prisa del despacho y da un portazo.

-Ve y busca a Carmina, Dile que Alisson estará de mal humor por el resto de la tarde y que es probable que no salga de su habitación, que tenga paciencia y no la presione- el hombre a su izquierda asiente y sale de la habitación. Ares se acomoda el saco y mira al tipo frente a él.

-Hace unos días que Ashley desapareció del mapa, al principio creí que estaba contigo, por lo que no me preocupe mucho, pero luego hable con la linda Madison, me dijo que ustedes se comprometieron, es una persona muy sociable, me contó de tú aventura insignificante y me dije- el pelinegro se acomoda el cabello volviendo a la postura en que la niña lo encontró hace un momento y cruza los brazos -esa aventura debe ser Ashley o sea mi tierna hermana ¿cierto? Por lo que seguro esta en algún rincon llorando por ti- Ares espera a que Augusto responda pero no lo hace -Tu le rompiste el corazón, es muy justo que yo te rompa algo-

Augusto traga grueso sintiendo la sangre escurrir por su barbilla y gotear hasta su pantalón, sabia que algo así podía pasarle.

-No dirás nada, no lloraras ni suplicaras, después de todo las manos de un cirujano son muy preciadas para este ¿no?- Augusto no responde, tiene miedo claro que si lo tiene, pero no le dará el gusto de demostrarlo.

-La niña... - dice en un susurro y es que luego de tanto golpe siente que perderá la conciencia.

Ares sonríe de lado entendiendo de inmediato a que es lo que se refiere -vaya eres muy observador, aun que debe ser así eres medico después de todo- El pelinegro rodea la silla y se posiciona tras esta tomando un dedo de Augusto mientras lo dobla hasta el punto de hacerlo crujir, el doctor hace una mueca de dolor pero no emite ningún sonido -tus suposiciones son acertadas respecto a mi hija.


* * * * *

El policía abre la puerta de su apartamento para encontrarse con una escena que le hace dudar sobre decirle o no a la castaña respecto a la desaparición de Augusto. Ashley se encuentra acomodando en la barra de la cocina unos platos con pasta que seguramente ella cocino, lleva puesta un playera de Edward y solo eso al parecer, es algo confianzuda cosa que no le afecta a Edward para nada, a excepción claro de que no la puede tocar. El moreno da un largo suspiro, acto que lo delata haciendo que la ojiazul se gire para verlo.

Nunca me dejes  [ COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora