SE RENTA NOVIO

21

ANNE

Me dije: Solo por hoy olvídalo, solo por hoy baila, disfruta estar aquí y eso hicimos, el chico que sustituyo a Raúl se encargó del panel de control y así Raúl bailó conmigo, en cada tanto yo tómaba un poco más de la botella de tequila, me estaba pasando genial, bailamos cumbias y todo.

Raúl fue quién me quitó la botella y de repente me dijo:

—¿Quieres bajar con tus amigas?

— Por que no, vámonos.

Agarré la mano de Raúl y salimos de ahí era sólo para no separarme de él entre el gentío y justo al llegar a la planta baja me llevé una sorpresa ahí al bajar las escaleras; estaba Matt.

Sólo podía pensar en una cosa: Matt no debería estar aquí.

—¿Que estás haciendo aquí? —pregunté de inmediato.

— Vine a llevarte a casa—dijo viéndome mal y de paso a mi nuevo amigo, creo que ahí fue cuando solté su mano.

— No lo necesito. —Fue el peor momento de decirlo porque al intentar irme no se con que me tropecé creo que fue con la misma alfombra y ambos quisieron ayudarme a no caerme con sus brazos.

—Oye—dijo Matt.

—Heeee—dijo Raúl.

— Estoy bien, —dije estabilizándome y alejando a los dos.

Cuando voltee a ver tanto Raúl cómo Matt me estaba siguiendo en cuanto a las primas de Calabaza las vi cuchichear a lo lejos y sabían que estaba en problemas sus caras lo decían todo.

Ya no sabía que hacer, no podía quedarme ahora que Matt estaba aquí y sentir como me juzgaba, ¿por que estaba aquí?

— ¿Quieres que te lleve a casa? —dijo alcanzándome Raúl y tomándome del codo.

— Seria genial, gracias. —dije sonriendole.

— Voy por mi moto te veo en 10—me dijo, a lo que pensé que lo mejor sería parar aquí a Matt, ya no quería que me confundiera más ni me siguiese.

— No será necesario amigo, ella se va conmigo. —dijo tomándome de la otra mano.

— Pues no es lo que dijo, ya decidió—dijo gritándole por la música alta.

Matt le puso la mano en el hombro a Raúl y dijo:— Mejor vete amigo.

Raúl se quitó la mano de encima y le respondió:—Vete tú o llamaré a seguridad, amigo.

Se vieron cómo si se odiaran de toda la vida y me safé del agarre de los dos.

Los dós se me quedaron viendo.

Sentía esto demasiado repentino por una parte Matt no debería de estar aquí y por la otra no quería que Raúl lo tomara a mal, (lo acababa de conocer y era muy agradable) y esto no podía estar bien.

Así que tomé una decisión.

— Raúl me voy contigo te veo en 10.

— Te veo en el estacionamiento—dijo el chico viéndome y dirijiendose a la puerta.

— Enserio Anne, ¿que rayos estas haciendo?—dijo Matt a mi lado.

— Yo sé lo que hago...— dije caminando hacia la salida— tu eres el que no deberías estar aquí.

Todo el mundo nos siguió, teníamos público tanto las primas de calabaza cómo los de la cola del bar ya que alcanzamos la puerta.

Me di la vuelta y lo afronté: