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ANNE

Me estaba mirando, y solo podía pretender que no veía que me miraba, y no dejaba de pensar en su boca, porque no lo soñé si me besó, sin juego de enséñame a besar, sin parientes cerca, sin obligación y eso me hacía pensar ¿que demonios está pasando?, ese beso antes de dormir porque por lastima, por ternura por qué demonios ¿Porque?

Estaba aquí y me besaba para mantener la farsa o porque realmente lo sentía y ¿si yo caía, y le daba más? porque si, quería tenerlo solo para mi e irme a una isla pero vamos de acuerdo eso no se podía justo ahora, o al menos no hoy.

Mañana es el evento, no lo habíamos hablado pero para mí estaba perfecto si quería quedarse conmigo para siempre, en mi cama. Lo siento es que suena genial solo una vez mas CONMIGO. 

AHH.

Pero por ahora estábamos desayunando, después de la comida de ayer en la casa solo sobrevivíamos mis papás, Kate y David y el confuso de Matt y yo, el aire se podía cortar de tan espeso que era. Al menos para mi.

—Vamos siéntense todos que el desayuno es la comida más importante del día—dijo Rebeca.

A la mesa ya estábamos mi padre, David, Matt y yo, al parecer Kate andaba por el pasillo hablando por su celular y solo escuchaba a medias, mi madre se acababa de sentar y por cierto no es que me entrometiera pero caray como era posible que las flores apenas las fueran a diseñar en el pasillo de la catedral, pero me recordé que no era mi boda y yo solo era una invitada más.

—¿Qué van a hacer hoy? —pregunto mi madre.

Mientras Kate decía por el saloncito.—No las flores tienen que estar en los arreglos ya montados en la iglesia bueno... si no se si estará abierto usted toque...

—Katherine ven y siéntate tu plato ya está servido. —dijo mamá.

—¡Ya voy mamá! —respondió la aludida.

Yo segui comiendo estaba buenisimo.

—Ya todo está preparado en el bar del club para la noche —dijo David.

Mi padre le dio una mirada y añadio.

—Matt puedes venir, por supuesto—dijo David tomando un pedazo de pan.

—Gracias Donald, quiero decir... David—dijo dándole una sonrisa burlona y disponiendo de su desayuno tomo un trago largo de jugo de naranja sin quitarle la vista de encima, David puso mala cara, mi padre los veía como partido de ping pong.

—¿Quieres ir? —le pregunté.

—Bueno no creo que me quieran en la despedida de la novia ¿no? —dijo Matt con una sonrisa.

—Bueno pues yo creo que si...—empezó a decir Rebeca.

—¡Mamá! —dijimos Kate y yo al mismo tiempo.

Ahí nos miramos, era la primera vez que la senti como de niñas solo ella misma, sin pretensiones.

Nos quedamos viendo pero después volvió a ver su plato y solo asi de la nada soltó.

—Anne yo no te había dicho pero por supuesto que estas invitada, digo es mi despedida de soltera.

—Kate no es necesario que yo...

—Te quiero ahí Anne, bueno solo si tu quieres...

Yo era la pelota de ping pong las caras de toda la mesa se voltearon en mi direccion, las caras que ponian eran como de perritos sin hogar lo juro.

—Claro, iré porque no. —afirme, intente una sonrisa pero no me salió.

—O es que ¿tienes alguna otra cosa que hacer? —dijo mi padre queriendo salvarme.

SE RENTA NOVIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora