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MATT

La contemple, ahí estaba la mujer que quería el viento le volaba el cabello pero seguía estando aquí a solo unos centímetros, la mujer que quería tener en brazos, la mujer que si estaba con otros me cabreaba, ella era mía, todo este tiempo fui un idiota solo toma lo que deseas que no quieres que esto acabe, solo díselo.

—Yo también subí a pensar—confesé.

—Y ¿tu, en que pensabas? Me dijo viendo lejos de aquí

—En que, te amo —ella volteo y se vio sorprendida, así que tenía que hablar —te amo tanto que duele, me aterra la idea de no tenerte junto a mí, de despertar en una cama sin ti, de no... merecerte, de no ser lo suficiente bueno para ti, decepcionarte, y aunque no tengo nada que ofrecerte, me atrevo a pedirte que seas mía solo mía, por esta noche, solo por hoy si tu quieres.

Ella me vio y termino el espacio entre los dos.




ANNE

—Te quiero cada día, —lo bese —cada hora—lo abrace—te quiero tanto que ya no puedo más,—de inmediato acabamos con el espacio entre nosotros y me beso con fuerza, era una combinación entre sorpresa y lengua, en cuanto nos quedamos sin aire, me sujeto de mi espalda, sus pupilas estaban más abiertas, como la noche de la clase de besos, mis pies estaban tan centrados en no perder el equilibrio que cuando me llevo a la cama solo lo seguí, sentía miedo y emoción y mi corazón estaba como loco, cerré la puerta, nos acercamos el uno al otro y con determinada lentitud, me quito el vestido, sacándolo por la cabeza es como si estuviera viendo un bonito regalo se lamió los labios, eso me mato, mi corazón martillaba y solo no quería que dejara de tocarme, le quite la camisa y se quedo en pantalones

—¡Quítatelos!, —ordené con la mirada a su pantalón y bóxers paro y dijo:

—Eres tan hermosa —después me abrazo y dijo junto a mi oído —te necesito ahora.

Creí que casi con verlo desnudarse tendría el primer orgasmo de la noche, ahí estaba solo en bóxers y muy contento de verme, lo quería jalar y casi lo hago, pero él me quería torturar y lo siguiente que hizo fue besarme el cuello y sacarme el brasiere, lo tiro lejos en la habitación, y me empujo contra la cama, escalo arriba de mi, a besos bajo sobre mi cuerpo y beso cada parte cuello, pechos, donde se demoro, yo ya estaba mojada, así que arquee las piernas y lo tente pero el parecía no tener suficiente, bajo a mi estomago y me acaricio, me olio y cerro los ojos esa imagen de el así, la guardaría para la eternidad, se alejo y me saco las bragas, luego me vio.

—Qué bonito—dijo tocándome con un dedo—voy a probarlo, —yo solo podía ver como se hundía en mi regazo y abría mis piernas en el primer contacto, en ese momento sentí que me moría.



MATT

Los sonidos que hacía, me estaban volviendo loco, mientras la probaba, estaba mojada, llevaba soñando esto desde hace demasiado, así que no paré hasta que ella ahí desnuda y jadeando tratando de zafarse por lo que le hacia se vino, arqueando la espalda  y fuerte y dijo lo que quería.

—¡MATT!

Una y otra vez se retorció y apretó la sabanas arriba ella, jadeaba como en un maratón y estaba totalmente lista para mí, por lo que yo le hacía, es la imagen más erótica que he tenido jamás, pero esta mujer no paraba de sorprenderme, así que en cuanto abrió los ojos  se paró y salió su mandona interna.

—Siéntate, ahora —yo no le negaría nada pero estaba ansioso por cómo me veía arreglo su cabello y de un tirón me bajo los bóxers, esa era mi chica, los empuje al lado y ella solo así sin advertencia me tomo en su boca, eso se sentía como el infierno de bien, no paró hasta que yo ya no podía, la intente apartar.

—Me voy a... ¡Anne! —eso solo la motivo creo, porque aun me tiro más profundo y sus hermosos labios me daban la mejor mamada de la historia, así que con ello estaba perdido, ni una gota se desperdicio de eso cuando su boca me dejo, solo podía ver la lujuria en esa mirada y no me pude resistir la sujete y abrace levantándola en la cama, besándola en todos los puntos correctos y memorizándola, ella no paraba de jadear asi que ya en ello me demore más besándola, experimentando tanto su sabor como el mío, ella cerro los ojos yo no me quería perder nada.

Hasta que los volvió a abrir solo para mí.

—Así que esto es lo que me estaba perdiendo ¿he?

—Si, ya no lo hagas, de acuerdo?

—Si profesor.

Acostados ella tocándome la espalda y yo besando su pecho era el cielo

—Está bien si digo WAO, —le sonreí.

—Di lo que desees nena.

—Te deseo, —dijo mirándome con todo, como si pudiera ver mi alma.



ANNE

—¿Que me estás haciendo? —preguntó como si no lo entendiera yo también lo sentía su mirada, él era todo lo que necesitaba, esto era más importante era como la última línea que nos separaba.

—Te refieres ¿a esto?—dije frotándome hacia él.

El cerro los ojos y asintió y así de repente su amigo vino a jugar otra vez, a lo amaba.

Y pensé, no se lo he dicho que lo amo así que sabía que en un arrebato y en un clímax no era el mejor momento.

El no dudó y fue a por ello, me re acomodó en el colchón, y después de besarme y yo de tocarlo, agarro mi pierna más arriba y de un tentarme poco a poco y un poco mas se hundió dentro de mí jadee y me arquee la espalda si que costaba y yo estaba sensible así que creo que lo apreté fuerte de la espalda, porque él también se paró.

—¿Estás bien? Pregunto viéndome tanto paralizado como excitado.

Respire profundo, estaba tan feliz mi corazón podría tener un infarto y moriría feliz, justo ahora.

—Dame mas, —dije mientras asentía, así que así lo hizo primero se movió poco a poco después agarro un ritmo yo solo podía tocarlo y atraerlo a mí, paraba el ritmo y me besaba parecía que no tenía suficiente empecé a jadear, éramos en ese momento una especie de unidad, de solo esto que nos unía, debo decirlo me costaba un poca casi cada vez que se hundia en mí y me estiraba, era grande, casi demasiado, casi llegaba a donde quería y él se paró así sin más y mis entrañas vacilaron y tranquilizaron momentáneamente, me le quede viendo como diciendo ¡sigue! El rio y todo sudoroso sobre mi se entretuvo con mis pezones endureciéndolos y jalándolos y después acelero el ritmo fuerte ahí ahora si creía que me moriría entre sus brazos, me aferre a él y a mí, y estallamos juntos eso era todo, mi cuerpo se rompía en un millón de pedazos, todos le pertenecían a él, se curvo y lo aferre a mí, el echo la cabeza atrás, creo que grite un montón de (hay mi dios) no lo quería soltar el jadeando y saliendo de mi me le enrosque solo jadeo como si le faltara el aire, caímos agotados, desnudos y jadeantes en la habitación, pero satisfechos, lo mire a los ojos y después de besarnos y de que el me regresara el beso le dije

—Te amo Matthew.

El sonrió una de esas sonrisas que me encantaban.

Así desnudos y uno encima del otro nos quedamos dormidos.

SE RENTA NOVIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora