Capítulo 15

262 24 19
                                    

CAPÍTULO 15
UNA OPORTUNIDAD

Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, no se da cuenta de que tan valioso e importante es algo hasta que desaparece y no hay forma de volver a tenerlo, las palabras que nunca dijiste son las que quieres decir, gritarlas hasta el cansancio en un intento de regresar el tiempo. Pero las cosas no son así.

Y ella lo sabía muy bien.

Había perdido tanto y tan poco que sabía lo que era aquella sensación de ansiedad que estaba experimentando; la respiración que resultaba asfixiante, el corazón tambaleante y errático, el frio sudor cubriendo su frente y nuca como una fina capa de vacío y soledad. Si, conocía muy bien el sentimiento. Pero esta vez era distinto, esta vez no se trataba de su carrera, de dinero o de los miles de fantasmas que no conocía.

Esta vez era ella.

Jessica sabía muy bien que, pese a todo, ella siempre se preocuparía por Tiffany y haría lo imposible por cuidar que no se hiciera daño, sus problemas personales podrían seguir ahí, pero jamás dejaría que interfirieran si se trataba algo que atentara con su vida. Podía querer tenerla lejos, pero siempre estaría consiente que Tiffany estaba ahí, a miles de kilómetros de distancia sonriendo y respirando llena de vida.

Un mundo sin Tiffany no era una opción, un mundo sin ella sería la muerte misma para su corazón y su alma. Aunque detestaba admitirlo, Tiffany Hwang seguía teniendo su corazón en sus manos.

—¡Mamá!

Sus pies se detuvieron y sus ojos vieron con un toque de alivio a su hijo; tan sólo una venda cubría su mano y unos ligeros arañazos se asomaban en sus mejillas. Sin pensarlo dos veces se echó a correr hasta él y abrazarlo con fuerza, el remolino de desasosiego e incertidumbre se calmaron un poco.

Él estaba bien.

—Gracias a Dios estás bien —susurró en medio del abrazo—. Realmente, realmente estoy tan aliviada de que estés bien. —Se alejó para inspeccionarlo rápidamente antes de mirarlo con seriedad—. ¿Dónde está?

Jason tomó su mano y la condujo hacía la habitación donde se hallaba ella, el numero 45 brilló en dorado junto a una puerta de color crema antes de que él le abriera revelando la habitación del hospital. Los ojos de la acaramelada buscaron por inercia a su anhelado y detestado amor hasta que dio con ella sintiendo de nuevo a la ansiedad tomar su cuello.

Tiffany estaba acostada en la cama con notoria palidez, su cabeza estaba abrazada por una venda y sus brazos presentaba arañazos como los de Jason. Sin embargo, lo que llamaba la atención era la abrasión en su mandíbula.

—Le dieron un sedante para que descansara —informó el chico aún en la entrada—, ella estaba muy preocupada por mí que olvidó su propio dolor.

Jessica cerró sus manos en puños, eso, sin duda alguna, era una acción de una madre.

—¿Qué sucedió?

Jason cerró la puerta observando con atención como su madre se acercaba a la cama y tomaba la pálida mano entre las de ella.

—Un auto impactó contra nosotros. Mamá no iba a una alta velocidad por lo que el impacto no fue tan fuerte —relató con la mirada atenta en ambas—. Mamá se aseguró primero de que yo estuviera bien antes de bajar y ver como se encontraba el otro conductor, pero de la nada una chica con el rostro cubierto bajó del auto y con una vara de metal comenzó al golpear el parabrisas gritando cosas muy horribles sobre ella.

—Así que todo fue obra de una de esas lunáticas...

La sangre de Jessica hervía en aquel momento con rabia, estaba aireada y totalmente enfurecida, no podía creer hasta qué punto esos asquerosos lunáticos había sido capaz de llegar... Habían osado a herir a su hijo y a su madre, ¡a la madre de su hijo!

We Have a Son!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora