Chapter 5
Todo corresponde a su respectiva autora. Todo lo que no reconozcan como tal es completamente mio.
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Capítulo 5
TRXHG
Tom podía sentir la inquietud de su magia. La unión de esencias mágicas se daban rara vez en la vida de un mago. Encontrar a aquella que fuera completamente compatible con la tuya era un hecho digno de vivir y pocos habían tenido la suerte de sentirlo. Su magia le exigía que se acercara a la bruja que lo miraba asombrada de tenerlo a escasos metros, que la tomara y dejara que ella actuara. Una vez las magias unidas no habría poder humano que pudiera separarlos.
Con paso tranquilo el hombre se acercó a la chica. Notaba la tensión que adornaba su cuerpo, lista para el ataque. Eso no le gusto. Con un suspiro reprimió la magia que empezaba a dominar el lugar. No era momento de demostrarle a Hermione lo poderoso que era. Mucho menos decirle quién era. Conocía la ideología que con tanto esfuerzo protegía. Ella luchaba por el bien, por una justicia que se encontraba podrida de raíz pero que en sus verdes hojas daba la ilusión de que todo aquello era lo correcto y no había mancha que se aceptara. Él era la mancha. Un ser que quería tomar el control del mundo mágico para poder guiarlo a un futuro donde serían respetados y nunca más tendrían que esconderse de los sucios muggles.
Tom se detuvo a dos pasos de la chica. Desde aquella distancia podía percibir el ligero olor a manzana. La había extrañado demasiado. La desesperación se apoderaba de su cuerpo cada que se daba cuenta que ella no se encontraba a su lado. La desolación, nunca antes conocida, empezó a relacionarse con él con el simple propósito de amargarle la vida. Y la dura verdad fue la que terminó por llevarlo a tomar la decisión más interesante de su vida.
Se encontraban completamente solos. Una extraña sensación de peligro la embargo pero en ningún momento intentó huir. Solo podía quedarse ahí, observando como Thomas se acercaba a ella sin que al parecer nada se interpusiera entre ellos. El conocía su objetivo y al parecer no importaba lo que tuviera que hacer, lo conseguiría. El sonido proveniente de su bolso estaba perdiendo la fuerza con que sonaba. La alerta parecía haberse alejado, más nunca se podía estar seguro.
-He vuelto, Hermione-. La dulce voz de Thomas la sedujo. La embriago de tal manera que dejó de ser consciente de lo que la rodeaba y la espesa niebla que empezaba a nacer sólo hacía que sus sentidos se aturdieran.
En ningún momento lo vio, ni siquiera supo cómo es que horas después se encontraba en su cama. Tom Riddle la había apuntado con la varita hechizándola para que cayera en un profundo sueño. En ningún momento permitiría que se fuera a enfrentar con sus mortifagos. Muchos menos que ellos se atrevieran a herirla. Sabia perfectamente que significa la alarma que segundos antes se encontraba realizando un escándalo. Al día siguiente de haber regresado, una vez puesto al corriente con lo que había sucedido en su ausencia se dedicó a investigar más a fondo a la mejor amiga de su enemigo. Se podría decir que lo que encontró lo maravillo y a la vez le lleno de rabia.
La tomo en brazos antes de que su cuerpo impactara con el pasto. Con un poco de precaución se cercioró de que no se encontrara nadie en los alrededores antes de desaparecer rumbo al departamento de la castaña.
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El olor a café la empezó a sacar de su hermoso sueño. Uno donde regresaba a Hogwarts. Uno donde todo era paz y no tenía que estar enfrentando a un grupo de locos que querían quedarse con todo el poder del mundo mágico. Uno donde por fin la sangre no marcara diferencias. Uno en el que podía caminar libremente por las calles sin tener que estar preparada para alguna represalia. Casi una utopía.
Con algo de esfuerzo se incorporó en su cama. Su cuerpo todavía se sentía pesado. Restregó su rostro con sus manos tratando de alejar al sueño. El incesante sonido de cubiertos logro llevarla a un grado más de conciencia. No estaba sola. Ahora sí completamente despierta saltó de la cama y se encamino a la cocina. La puerta del baño y del cuarto de invitados se encontraban cerradas sin permitirle ver si algo se resguardaba en ellas. Tendría que seguir sus instintos y dirigirse al origen del ruido sin antes inspeccionar el lugar. Se suponía que no debía de alertar al intruso.
La varita, que con anterioridad apretaba fuertemente en su mano, cayó al piso causando un ligero sonido que alerto a la persona que se encontraba en esos momentos en la cocina… preparando lo que parecía ser la cena. El corazón de Hermione empezó a latir con fuerza cuando. Hacia tantos días que no lo veía que simplemente había perdido la esperanza de volverlo a ver. En algún de su mente recordó cuando se planteó la posibilidad de que aquel hombre se estuviera volviendo una droga en su vida, pero ahora que lo volvía a ver no podía concebir que él representara peligro alguno.
-¿Thomas?-. Lo observó dar un pequeño salto para después dejar los cubiertos en la mesa y girarse hacia a ella. En cuanto la tuvo en frente una enorme sonrisa se formó en su rostro.
Tom había estado esperando a que Hermione se despertara. Deambuló por todo el departamento hasta que decidió que no era mala idea el prepararle algo de comer a la chica. El dilema estaba en descubrir cómo usar aquellos aparatos tan extraños que se encontraban en la encimera. Cuando por fin había logrado hacer funcionar la cafetera y se disponía a poner la mesa fue que sintió la presencia de la castaña. Una vez que sus ojos se conectaron la encontró preciosa. Y eso lo único que logro fue hacer que su deseo por ella incrementara.
-¿Me extrañaste Hermione?
El saludo aturdió un poco más a la chica
-¿Dónde estabas? ¿Por qué no te comunicaste?-. las palabras parecían salir sin conciencia. La desesperación estaba empezando a tomar el control de su cuerpo. Había estado tan preocupada.
Tom observó la manera en que Hermione lo tomaba de las solapas de su camisa. Podía notar la preocupación en sus hermosos ojos. Merlín, que sentimiento tan extraño e inimaginable. Fuei inevitable no envolverla en sus brazos. Sentir su calor y dejar que su olor se impregnara en sus ropas. Que llegara a sentir por completo cada parte de ella.
-¿Confías en mi Hermione?-. Las suaves caricias empezaban a adormilarla. Los verdes ojos le daban un tranquilidad aterradora. Sus ojos se tornaron nublados antes de que Hermione pudiera contestarle.
-Sí, quédate Thomas, por favor.
Aquella frase marcó el inicio de una nueva lucha. Tom no perdió tiempo y dejó que sus labios descendieran a los de Hermione. El juego apenas comenzaba.
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Esencias
FanficUn simple acto puede cambiar aquello que el destino había preparado. Las esencias envuelven el cuerpo y cada una de ellas es la que nos impulsa a actuar.