"El Inicio Del Fin" (TODOS LO DERECHOS RESERVARDOS, prohibida la copia o reproducción parcial o total, evítenme la pena de reportarlos y eliminarla).
Capítulo 1.Él escuchó como algo golpeaba el suelo del lugar en donde se encontraba, ese algo era una cosa muy grande que al golpear el suelo emitió un tremendo ruido y levantó arena. La arena lo golpeó fuertemente en la cara y ocasionó que lo despertará, con los ojos cerrados comenzó a toser, la arena que saltaba le había entrado por la boca y ahora se estaba atragantando con ella. Aquello había acabado con su ya larga siesta de catorce horas. Tosió una vez más y luego escupió toda la arena que se le había ido a la garganta, se pasó la lengua por su playera para quitarse los restos y después abrió los ojos y se los frotó con las manos.
Estaba sentado en el desierto a la mitad de la nada, el sol le daba directamente en la cara, tuvo que pasarse la mano por encima de la cabeza para evitar que éste le pegara.
El no sabía qué estaba haciendo ahí o como había llegado, quería saber donde estaba su mamá o papá, tal vez su hermano menor, o también quería saber por qué no recordaba como había llegado hasta ahí. Le dolía mucho la cabeza y sentía punzadas en ella. Se preguntó una vez más cómo había llegado ahí pero no encontró respuestas, de lo único que se acordaba era de que había estado jugando con su mejor amigo en la calle por la noche, en el parque, a unas cuadras de su casa.
"Alfonso...", pensó Harry. Seguido de esto escuchó a alguien más toser a su lado y el chico se asustó pegando un brinco del susto, cuando vio quien se encontraba a su lado el se alegró. Era él.
Harry corrió hasta él y se agachó a un lado suyo, con ambas manos lo agitó y le habló:
-¡Alfonso! -gritó Harry entre asustado y alegre por saber que su amigo estaba bien.
El chico de tez morena que se encontraba tirado en la arena se despertó y segundos después reaccionó asustado al ver en donde se encontraba.
-Harry... -Alfonso dijo bostezando...
Aunque el muchacho ya se había dado cuenta de donde se encontraba no procesaba bien las ideas por lo cual se quedó sentado en el suelo como si no pasara nada.
-¡Harry! -gritó ahora sí asustado-. ¡¿Qué hacemos en el desierto?!
Harry se pasó la mano por su castaño, largo y despeinado cabello, después soltó un suspiro y respondió a su amigo.
-No lo sé...
Ambos se levantaron del suelo. Harry divisó una pequeña construcción de madera a unos metros de los dos y a lo lejos no vio nada más. O al menos no lograban verlo, sólo era arena y más arena.
-Voy a ver que hay ahí dentro... -dijo Alfonso-. El sol comienza a calarme.
Era como de mediodía, era un día soleado y el sol les daba de golpe a los dos adolescentes, casi no había nubes y el cielo estaba de un azul celeste, el calor era insoportable.
-Está bien, ve, pero ten cuidado, yo voy detrás tuyo.
Se acercaron hasta la pequeña casita de madera y adentro no había más que dos camas y una pequeña mesa muy baja.
-¿Qué quieren de nosotros? -susurró Harry al darse cuenta de que no pudieron haber llegado hasta ahí solos, definitivamente alguien los había metido ahí.
La pequeña casa estaba ahí para que los dos chicos descansaran, pero ambos sabían que tenían su irse de ahí, en el desierto y sin comida no iban a sobrevivir.
-Deberíamos recorrer el desierto en una sola dirección, de igual manera moriremos aquí o allá sin la presencia de la comida... -dijo Harry mientras se ponía las manos en la cintura.
Alfonso se acercó a la puerta con cautela y luego se puso a ver lo que había en el desierto, después apuntó hacia afuera.
-Va -le respondió.
Las camas de la pequeña casita estaban tendidas y bien acomodadas, Harry las destendió y ahí encontró cambios de ropa para cada quien. "Hasta ropa nos pusieron...", pensó.
Ambos tomaron las prendas y sin pensarlo dos veces se amarraron una playera (ambas iguales y de color blanco) en la cabeza y la otra sudadera que había ahí se la pusieron para que el sol no los quemara. Ambos vestían jeans así que no sería mucho problema las quemaduras de piel a corto plazo, pero eso significaba que tenían que huir de ahí en cuanto antes, y también antes de que se pusieran hambrientos.
Los dos se salieron de la casita.
-¿Una carreras o qué? -preguntó Alfonso, animado y sonriente a pesar de la situación en la que se encontraban.
-Ambos sabemos que si nos cansamos no tendremos que comer o beber... Pero bueno... Tal vez alguien sólo nos está jugando una broma... Una muy pesada. Pero bueno, te acepto tu carrera.
Los dos chicos se prepararon para correr y a los pocos segundos salieron disparados, corrían a un paso rápido, Harry había tomado la delantera rebasando a su amigo, a pesar de que Alfonso siempre había sido el más rápido de los dos, pero él parecía querer esperar a que Harry se cansase para adelantarse. Así fueron los primeros treinta segundos hasta que Harry cayó al suelo, se había ido para atrás, había chocado con una pared, una pared invisible que ninguno de los dos había visto ahí, pues obvio, era invisible. Harry se había dado un buen golpe en la cabeza y se había quedado inconsciente.
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Equinox.
Science FictionHarry fue raptado junto con su mejor amigo por alemanes, querían experimentar con ellos para después fusilarlos, pero un intento fallido de escape hizo que mataran a muchos y a ellos los pusieran a dormir. Al ser rescatados se dan cuenta que el mund...