Capítulo 4.
Un hombre como de unos 35 años se armó de valor y con un extraño movimiento desarmó a un soldado que se encontraba delante de él. Aquel hombre empuñó el arma que había robado y le disparó a otro. El soldado cayó y el hombre continuó dando ráfagas de balazos. Uno de los soldados le dio un tiro al hombre en la cabeza e inmediatamente este cayó muerto.
Las demás personas se armaron de valor para tratar de escapar aunque fuera lo último que hicieran. Hombres y mujeres comenzaron a atacar a los soldados, algunos morían y otros resultaban con suerte. Harry tan sólo se aferró a estar junto a su amigo Alfonso y a acercarse a un hombre que se encontraba disparándole a los soldados. Era un hombre hábil. Pasaron como un minuto cuando ya sólo quedaban 4 soldados de 13 que había. Cayó abatido un hombre cerca de Harry y el chico se acercó para tomar el arma, era una pistola pesada, larga, semiautomática. Sin darse cuenta el chico disparó al tomarla y quedó una pequeña abolladura en el suelo donde la bala golpeó.
-Uy, cuidado. -Alfonso dio un salto.
Harry se asomó al área de batalla y quedaba un soldado y el jefe quien estaba dando tiros constantemente. Harry se comenzó a mover con su amigo por detrás. El soldado recibió un tiro y murió.
Apuntó la pistola hacia el jefe de los soldados y comenzó a disparar, pero no lograba darle, aunque no pasó mucho tiempo para que una de las personas lo matara. Le habían dado varios tiros en el pecho.
-Creo que hemos acabado con ellos -dijo un hombre calvo, de piel blanca-. También aún quedamos varios sobrevivientes al tiroteo, somos... -el hombre comenzó a contar a las personas-. Somos 9...
-Deberíamos escapar -dijo una chica rubia que por cierto estaba muy fea.
-Todos tomen armas, los que puedan carguen alguna extra -volvió a decir el hombre calvo.
Harry acompañó a Alfonso a recoger una de las pistolas que estaba tiradas. Después se acercaron al cuerpo del líder y lo revisaron, evitaron tocar la sangre y ensuciarse así que sólo vieron los lugares secos. El hombre tenía una granada en su cinturón, Alfonso la tomó, la reviso por pocos segundos y luego él la colgó sobre su pantalón, siguieron revisando y encontraron una credencial con su identificación, Harry la guardó por sí podía servir, pues la tarjeta traía una especie de código.
-Vámonos -dijo el hombre.
Aquel hombre se acercó a la puerta, presionó un botón a un lado de esta, y luego se abrieron las dos compuertas laterales de la puerta. Se asomaron cuidadosamente hacia el pasillo que estaba ahí, pero no había rastro de alguien. Decidieron salir, iban con cuidado, los hombres que se veían fuerte se fueron adelante y los demás atrás, a Harry y Alfonso les tocó atrás, eran muchachos delgados y pareciera que no tenían nada de fuerza.
Comenzaron a andar por el pasillo y a lo largo de este vieron algunas puertas con diferentes grabados a un lado de estas, casi todas eran especies de bodegas de armas, un hombre dio la orden de detenerse para entrar a revisar una que le llamó la atención en donde se suponía que se encontraban algunas armas largas, se acercaron a la puerta pero no se podía abrir debido a que esta pedía una contraseña para abrir la puerta, todas las demás puertas eran iguales, voltearon a ver a la puerta en donde los habían metido antes y también, aunque también se dieron cuenta de que tal vez sólo están cerradas por afuera.
Tuvieron que seguir avanzando, dando vuelta cada que terminaban algunos pasillos, no sabían a donde iban, tenían que cuidarse de que nadie los viera, mientras se iban adentrando más a ese lugar se veía gente entre los pasillos.
Harry quería salir, se sentía disgustado por la idea de haber tenido la mala suerte de ser una de las personas a las que le habrá tocado un destino tan malo como ese. Tener que huir para evitar la muerte. Aunque él no estaba seguro si en verdad iba a a lograr salir de ahí. Le gustaría ver a su familia por última vez para siquiera despedirse de ellos. Quería llorar pero contuvo las lagrimas suspirando fuertemente. Alfonso notó su estado y le dio unas ligeras palmadas en las espalda.
-Ánimo, amigo -sonrió.
Harry empuñó fuertemente su pistola como un poco más decidido. Su meta en éste momento era salir de ese lugar.
El hombre que iba al frente hizo una señal para que todos se detuvieran. Así fue. Los volteó a ver y les dijo que siguieran esperando.
-Hay un lugar muy grande ahí, debe ser alguna parte importante de las instalaciones. No deberíamos entrad ahí... -Susurró el hombre.
-Vámonos -dijo una mujer-. Busquemos un auto para poder escapar, en algún lugar de aquí debe de haber un hangar con autos y muchas otras cosas.
De una de las puertas por los pasillos salió un hombre que por sorpresa los vio a todos. Alguien lo atacó y lo noqueó. El hombre traía una especie de tableta en su mano, se la quitaron. El hombre que los guiaba la revisó y encontró un mapa virtual de toda la base. Se encontraban el el piso número 3, el hangar estaba en el primer piso. Avanzaron hasta unas escaleras y las bajaron. Después continuaron entre pasillos hasta encontrar otras escaleras, volvieron a bajar. Por lo menos unos 20 soldados los esperaban ahí abajo.
En cuanto los notaron les empezaron a disparar, Harry retrocedió y se escondió en el muro de las escaleras, tenía la oportunidad de disparar en cualquier momento, pero también se arriesgaba a recibir un tiro. Hubo un intercambio de balas, Harry solo alzaba su arma para disparar sin haber apuntado antes, sólo esperaba no haberle dado a ninguno de los suyos. Disparó hasta quedarse sin munición, después les lanzó la pistola inservible y pudo escuchar como golpeó a uno de los soldados.
Parecía que ese grupo de sobrevivientes estaba bien organizado. Ya había ocasionado muchas bajas de soldados. Y de ellos sólo había muerto uno. Acabaron con ellos y comenzaron a correr de camino al hangar. Harry tomó una arma de los soldados caídos. Iban a girar hacía la derecha cuando más soldados aparecieron. Sin pensárselo dos veces Alfonso lanzó la granada que traía en su cinturón. Se cubrieron para evitar ser alcanzados con la explosión. Los soldados volaron y la sangre con ellos. Después volvieron a comenzar a disparar hasta acabar con los que restaban. El depósito de vehículos ya estaba a tan sólo unos metros.
Llegaron a la puerta que los dejaría entrar y robar un auto, pedía una identificación, Harry sacó el identificador del Coronel que por nombre llevaba Alexander J. y ésta puerta se abrió. Era un gran depósito lleno de unos 20 diferentes vehículos. Las instalaciones eran pequeñas, según lo que decía el mapa solo había esos tres pisos, y por lo que vieron recorrieron más de toda la base. En el hangar había soldados cuidando el lugar. Volvió a haber intercambio de balas y después de que acabaran con los soldados la alarma sonó.
-¡Mierda! -exclamó el líder del grupo que era el hombre que todo el camino los guió.
-Vienen hacía nosotros.
-Las compuertas están abiertas -Intervino Harry-. Si tomamos los vehículos que vayamos a ocupar podremos irnos rápido de aquí antes de que alguien las cierre.
Un chico de la multitud comentó algo de ayuda:
-Ahí están las llaves, solo asegurémonos de que tomemos las correctas -dijo señalando un gran cuadro con llaves de distintas formas.
Se acercaron corriendo hasta el lugar y tomaron cuatro llaves de cuatro vehículos de tierra. Estaban marcados con los nombres de: A-12, A-14, C-5 y J-11. Harry, Alfonso y otros dos hombres se fueron hasta el vehículo marcado con ese nombre y subieron. Los dos chicos en la parte trasera y los dos hombres en la parte delantera. Uno de esos hombres era el que al parecer era el líder.
-¡Vámonos ya! -dijo arrancando el vehículo.
El vehículo comenzó a avanzar, la puerta comenzó a cerrarse y se escucharon disparos por detrás. Harry y Alfonso se agacharon y el hombre pisó el acelerador. Un tiro acertó en la llanta izquierda del auto y lo hizo que perdiera el control. Se volcó y como el auto no tenía techo los que estaban en el salieron volando, Harry quedó inconsciente debido al impacto. Alfonso también. Los dos hombres murieron al golpearse la cabeza.
El escape no pudo completarse, mataron a todos, menos a los tres más chicos del grupo. Harry, Alfonso y otra chica de la misma edad de los dos niños. A ellos se les asignó una habitación y los durmieron, ahí experimentarían con ellos, pero la habitación fue sellada por fuera y después el proyecto se abandonó dejando a los chicos dormidos y olvidados... Nadie más se preocupó por ellos."HUÍDA"
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Equinox.
Science-FictionHarry fue raptado junto con su mejor amigo por alemanes, querían experimentar con ellos para después fusilarlos, pero un intento fallido de escape hizo que mataran a muchos y a ellos los pusieran a dormir. Al ser rescatados se dan cuenta que el mund...