Capítulo 7.
Tomaban un café caliente mientras miraban el televisor en casa de Avril, eran ya como las 10 de la noche, su mamá y su papá los acompañaban.
-Malditos alemanes... Ellos no solamente quieren ganar, también quieren conquistar más territorios. -gruñó el padre de Avril y después dio un sorbo a su taza de café.
El chico se centraba en ver el televisor, estaban dando la situación del país, no estaban marcando como críticos, los americanos iban en desventaja, Alemania estaba ganando esta guerra, la Tercera Guerra Mundial, o como mejor se le llamaba, la Guerra Sin Retorno. Tenían varios países en su poder, como: México, España, Francia. Incluso también contaban que a uno de los líderes en aquel país se le veía como el anticristo. Aunque él creía que eso deberían ser meras especulaciones. No creía que algo así pudiese llegar en el mundo, por más estúpido que sonara era verdad.
-Yo digo que deberíamos prepararnos para cualquier cosa -añadió su amigo mientras se frotaba la barbilla, parecía pensativo-. Creo que también tendría que buscar algo para protegerme, no quiero estar débil si esto se llega a convertir tierra de nadie...
Avril tenía su cabeza recargada en su hombro, cosa lo cual le incomodaba pues sus padres estaban presentes y de ves en cuando les echaban un ojo a ambos, aunque cuando volteaban a ver, ellos sólo sonreían. La chica le gustaba, de eso ya estaba seguro desde hace varios días.
-¿Qué tiene que ver con lo que dijeron esos tipos en la tarde ahí en el centro de la ciudad? -preguntó Harry para disimular la incomodidad del episodio-. ¿Nos harán algo?
Alfonso se levantó del sofá y después se estiró un poco.
-Pues por tratarse de ellos deberíamos de estar alertas... -respondió y luego se dirigió a la puerta de la casa-. Mucha gracias por el café señora Hilmer, pero creo que ya está anocheciendo y aunque la casa esté a unos pasos de aquí no quiero andar en la calle más noche... Harry...-lo volteó a mirar y le hizo una seña con la cabeza-. Que tenga una linda noche, señora.
No se quería levantar, le gustaba la sensación de tener a Avril recargada en su hombro, le gustaba estar con ella, pero no tenía mas remedio. Avril se movió y el chico se pudo levantar.
-Buenas noches, señor y señora Hilmer, hasta mañana -les dijo sonriente-. Buenas noches Avril.
Ella se levantó también del sofá y se acercó a Harry para darle un beso en la mejilla.
-Buenas noches, Harry, descansa -dijo y como acto seguidoél se sonrojó.
Salieron de la casa, primero Alfonso, después Harry y atrás de mi venía Avril. Cerró la puerta, y al verla le habló, tímido.
-Hola de nuevo, Avril -se rascó la cabeza para disimular la vergüenza.
-Hola -Sonrió-. Creo que mañana por ser sábado deberíamos ir a comer algo...
Volteó para ambos lados y luego asentió con la cabeza. Quería decirle lo que sentía, no había mejor momento que ése al estar los dos solos.
-Avril... -Le dijo en voz baja y la tomó cuidadosamente del antebrazo, después fue recorriendo su mano hasta llegar la mano de la chica, una vez hecho esto la tomó de la mano y se acercó a ella-. Eres maravillosa, estos días contigo fueron magníficos... -pudo notar como sus pálidas mejillas comenzaban a tornarse rojas.
Ella soltó una risita.
-Te quiero, te quiero mucho y también quiero decirte que, me gustas Avril, me encanta estar contigo y quiero seguir estando contigo... -Al finalizar lo que hizo Harry fue mostrarle una sonrisa.
Ella se le quedó mirando fijamente a los ojos y luego pronunció lo siguiente:
-Harry eres lindo...
Y luego agachó la mirada y comenzó a mover su cabello.
-¿Terminaron? -preguntó Alfonso quien todo el tiempo había estado ahí.
Con un gesto bromista y molesto, Harry le dijo que se fuera.
No estaba muy seguro de lo que haría después...
-Avril... -la llamó y luego ella alzó la vista nuevamente...
Sus rostros estaban muy cerca y entonces la besó, sus labios chocaron mutuamente en un cálido roce mientras la tomaba de las manos y las pegaba a sus cuerpos. Fue un beso tranquilo, era lindo y también despreocupante. No le importaba que sus padres estuvieran dentro de su casa. Tras varios segundos despegaron sus labios y se volvieron a mirar a los ojos.-Yo también te quiero mucho -le dijo Avril y luego abrazó a Harry fuertemente y él la enredó entre sus brazos y le besó la cabeza.
-Harry, tenemos que irnos -le dijo su amigo con el tono de voz ya un poco más cambiado, sonaba duro. Aquellos obligó que soltara a Avril.
-Buenas noches -le dijo sonriente.
Ella entró de nuevo a su casa y Harry bajó los cuatro escalones de la entrada con una sonrisa dibujada en el rostro. Se acercó a su amigo y en cuanto se encontraba a su lado lo primero que hizo fue tocarle el hombro con su dedo y hablar:
-¡BUM! -exclamó con una risa-. Creo que alguien ya tiene novia...
Después Alfonso empezó a caminar entre la oscuridad de la banqueta como en círculos o como si estuviera bailando algun paso de ballet mal dado.
-Vamos, no es para tanto -le dijo Harry con una vocecita tonta.
Atravesaron diez casas y llegaron a la esquina de la calle, ahí dieron vuelta a la izquierda, en la calle siguiente se metieron en la primera casa que estaba al entrar a la calle, ahí vivían por ahora. Una familia les rentaba una habitación a ambos.
Al lunes siguiente se encontraban tomando clase de matemáticas en la preparatoria, Harry ponía atención aunque se desesperaba, Alfonso estaba sentado detrás de él, lo golpeaba con su lápiz la espalda, parecía hacer música. Como los pupitres eran dobles, un chico llamado George Wilson estaba sentado a lado de èl. La maestra estaba a punto de anotar la tarea del día de hoy cuando desde un altavoz sonó la voz del director y los llamó pidiendo que se juntaran en el patio principal. Rápidamente fueron todos, entre empujones y uno que otro chico que cayó en el suelo de los pasillos, mientras iban avanzando se iba reproduciendo un mensaje, ellos podían reconocer esa voz en cualquier parte. Era aquel alemán que habían oído hablar hace unos días en el centro de Nueva York.-Nos sentimos muy decepcionados de ustedes, sé que ustedes se los llevaron, de eso puedo estar muy seguro...
Como no había escuchado el mensaje completo no sabía de qué era lo que él hombre hablaba.
Ya cuando llegaron al patio principal vieron un televisor que estaba en el centro y transmitía el video.
-Teníamos tres sujetos... -cuando escuchó eso se le heló la sangre-. Ustedes se los llevaron... Y no podemos permitir eso, les vamos a dar 24 horas para que nos los entreguen, si no, ustedes malditos americanos tendrán que atenerse a las consecuencias.
Sentía más miedo que nada, no le gustaba para nada lo que decían.
Todos los estudiantes reunidos se preguntaban que pasaba, incluso Harry le preguntó a Alfonso.
-Los sujetos son los siguientes que aparecerán en pantalla en alguna de las esquinas.
Aparecieron tres fotografías en la pantalla, eran los tres chicos, los mismos que habían sio rescatados por soldados. Se les heló la sangre en cuanto sevieron en las pantallas, Alfonso le agitó el hombro y Avril se aferró a su brazo, las imágenes que aparecían en pantalla eran recientes, sus cara se parecían mucho a la que tenían ahora. .
Tomó a Avril de la mano y se la apretó, después hizo lo mismo con Alfonso. Entre mil ideas que le revolvían la cabeza, habló:
-Tenemos que largarnos de aquí... -les dijo con la mirada fija al suelo.
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Equinox.
Ciencia FicciónHarry fue raptado junto con su mejor amigo por alemanes, querían experimentar con ellos para después fusilarlos, pero un intento fallido de escape hizo que mataran a muchos y a ellos los pusieran a dormir. Al ser rescatados se dan cuenta que el mund...