Capítulo 3

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YangYang suspiró por décimo octava vez mientras observaba su teléfono sin notificación alguna.

—¿Qué te pasa ahora?— Preguntó Ten ya harto de tanta exhalación, no lo dejaban concentrarse para estudiar.

—Pensaba que los chicos me llamarían o escribirían para ayudar a Haechan a conquistar a su crush pero resulta que están estudiando en la biblioteca... ¿Quién demonios se pone a estudiar un domingo?

—Yo, justamente. Yang, si quieres algo debes luchar por ello, hermanito. Ve a molestarlos a la biblioteca hasta que cedan a tu sonrisa.— Contestó el mayor con su voz más dulce para que su hermano se fuera de una vez de su habitación.

—¡Tienes razón! Gracias por el consejo Tennie. — Contestó el otro para levantarse rápidamente de la cama y correr fuera del lugar.

—Sí, sí, lo que tú digas.— Susurró Ten mientras leía la primera guerra entre licántropos y vampiros de la historia.

YangYang fue a su cuarto a prepararse y buscó algo que lo hiciera ver más atractivo que de costumbre.

El día anterior había hecho videollamada con Hyuck y Hendery, estaba seguro de que su rubor se había notado incluso a través de la pantalla cuando el último mencionado le había dicho que le gustaba su aspecto mañanero. Tenía el pelo hecho un lío y aún tenía cara de dormido pero aquel comentario lo había despertado de su ensoñación por completo. ¿Desde cuándo su corazón latía tan rápido por unas simples palabras de su amigo?

Sacudió su cabeza intentando borrar ese último pensamiento y sonrió a su reflejo en el espejo antes de echarse perfume y peinarse con los dedos dispuesto a salir de su hogar. Sus padres pasaban tanto tiempo fuera de casa que ya casi había olvidado lo que era un abrazo de su parte o un consejo bien dado. No como los de su hermano, que lo único que quería era deshacerse de él. De camino a la biblioteca estuvo pensando en si su don no era realmente una maldición. ¿Por qué él tenía que ser terriblemente insoportable mientras que Ten tenía un don tan impresionante como cambiar de forma? Incluso le cambiaban el color de los ojos como a su madre con cada emoción. Él no tenía nada de eso. A su lado se sentía algo insignificante, quizá era por eso que lo molestaba tanto, le habría gustado ser como Ten, pero él no era más que el desquiciante Liu YangYang.

Suspiró algo abatido con sus propios pensamientos mientras se adentraba al gran edificio que resultaba ser la biblioteca. Hizo su mejor intento de sonreír mientras buscaba con la mirada a sus amigos pero rápidamente se le borró al ver a Hendery y a Donghyuck sumidos en un abrazo. Notó cierto pinchazo en su corazón y aún más cuando estos se separaron y se quedaron susurrando a escasos centímetros de sus rostros. ¿No era que a Haechan le gustaba Mark? ¿Y a Hendery... Xiaojun? Parpadeó confuso al darse cuenta de que varias lágrimas brotaban de sus ojos. No entendía qué le estaba pasando. Él siempre abrazaba a sus amigos y ellos a él, no comprendía qué lo hacía diferente esta vez. Aún así borró todo rastro de su tristeza con el dorso de su mano y volvió a sonreír, está vez con menos entusiasmo mientras se acercaba a ellos dos.

—Hola, chicos.— Susurró para no molestar a los demás presentes en la sala.

Ambos parecieron salir de su trance y se sentaron adecuadamente mirando al recién llegado con extrañeza.

—¿Qué haces aquí, YangYang? Te dijimos que estábamos estudiando.— Contestó el moreno mientras fruncía el ceño.

—Eh, sí, pero creo que ya habéis estudiado mucho. ¿No podríamos ir a tomar algo o a pasear?— Contestó el muchacho algo desconcertado por la actitud tan seca de su amigo.

—Yang, no queremos distraernos, de hecho, tú también tendrías que estar estudiando.— Aportó ahora Hendery mirándolo con una expresión más suave.

King of hearts | KuntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora