Winwin abrió la puerta de su casa con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando Ten se asomó pudo divisar a Doyoung molestando a Taeyong antes de que este empezara a hacerle cosquillas para quitárselo de encima.
—Preguntaría qué te trae por aquí, pero estoy seguro de que no tardarás en contarlo, así que vamos adentro.— Sonrió el chino antes de dejarlo pasar.
—A veces pienso que eres más adivino que otra cosa.— Contestó el pelinegro revolviendo su pelo para ir hasta donde estaban los demás.
—No es muy complicado teniendo en cuenta que tus ojos parecen arcoiris de emociones y que llevas ropa que no es tuya.— Respondió el más alto antes de ordenarle a los otros dos que pararan de ser tan insoportables.
Doyoung y Taeyong saludaron a Ten antes de hacerle un sitio en el sofá para que este se sentara entre ellos.
—¿Cómo está nuestro gatito bonito?— Dijo Taeyong cogiéndolo de las mejillas mientras Doyoung peinaba su pelo y Winwin se reía de él.
El pelinegro no tardó mucho en contarles lo ocurrido desde el principio hasta el fin sin saltarse ningún detalle por vergonzoso que fuera.
—Es decir, que te gusta Kun. — Concluyó Doyoung con una sonrisa de oreja a oreja.
—¿Cómo puedes decir eso? ¿Por qué iba a gustarme ese chico? ¡Va a una universidad pública! ¡Es un plebeyo a mi lado!— Sobreactuó el cambiaformas.
—Ten, no tienes por qué disimular con nosotros. El chico es totalmente tú tipo, alto, guapo, inteligente, amable, gentil y cariñoso. Además de que sabemos que el dinero no te importa a ti en realidad, solo mantienes una fachada de niño rico de mamá. Sabemos lo de tu organización para rescatar animales abandonados, sabemos qué haces voluntariados para ayudar a los necesitados y que donas dinero y ropa al menos dos veces al mes.— Respondió Taeyong dejando algo sorprendido y sonrojado a Ten.
—¿Desde cuándo lo sabéis?— Susurró el más bajo sin atreverse a alzar la voz.
—Desde hace bastante tiempo la verdad, nosotros también solemos donar dinero y comida, una vez te vimos en una de las corporaciones. El resto fue fácil, tu hermano nos lo contó todo.— Contestó Doyoung riendo.
—Bueno, bueno, no nos desviemos del tema... Se me ha ocurrido algo. Si realmente no te gusta Kun serás capaz de besar a Taeyong sin arrepentirte.— Dijo Winwin con una sonrisa traviesa en sus labios.— Ya sabes, para reforzar la amistad.
—¡Pero Taeyong y Doyoung son novios!— Contestó Ten intentando que sus mejillas no enrojecieran, puesto que hubo un tiempo en que Taeyong fue su amor platónico.
—Sabes que tenemos una relación abierta, no es una escusa buena.— Dijo Taeyong riendo antes de sonreír de lado.
Ten respiró hondo e intentó no pensar en Kun. No pienses en Kun, no pienses en Kun. Ni en cómo sería besarlo ni tener sus manos en la cintura mientras lo hace.
Los labios del mayor rozaron los del cambiaformas volviéndolo a la realidad de golpe. Abrió los ojos desmesuradamente y por mucho que pensó que se echaría atrás, se dejó llevar. Besó a Taeyong como hacía tiempo que deseaba hacer pero en cuanto se separaron y observó a sus otros dos amigos la culpa cayó sobre su conciencia. No porque a Doyoung le hubiera molestado o porque ellos no estuvieran de acuerdo con ese beso, sino porque sentía que había traicionado a su corazón. Taeyong ya no le gustaba en absoluto, lo consideraba uno de sus mejores amigos y puede que Kun no le gustara tampoco, más que nada porque no lo conocía, pero aquel beso le había sentado como un golpe en el alma.
—¿Te arrepientes?— Cuestionó Doyoung preocupado al verlo tan consternado.
—Sí, no debería haber hecho eso, lo siento.
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King of hearts | Kunten
FanfictionHan pasado ya tres meses desde que las clases empezaron en la universidad de hechicería "WayV", pero YangYang parece no hacer una sola pócima bien y casi siempre acaba expulsado de clase por haber hecho estallar esta o llenarla de ranas por todos la...