Capítulo 31

8.2K 564 27
                                    

2/2

Navidad es esa época del año en la que todo el mundo sonríe y es amable con los demás. El invierno está en su apogeo y las ciudades resplandecen con luces de colores y muchas otras decoraciones. Para cuando navidad llegó, Lauren y Camila ya habían formalizado su relación luego de un mes y medio más tarde. Las cámaras y los medios se alborotaron cuando la jugadora de hockey admitió estar saliendo con la periodista y siempre intentaban conseguir una fotografía de ambas cuando estaban juntas a la luz pública. Camila había hecho un par de viajes con la deportista para acompañarla en algunos juegos de la temporada. Esa era la parte difícil, cuando Lauren estaba fuera pasaban días sin poder verse. Justo como en aquella semana, pues la ojiverde había viajado hasta Canadá para pasar las fiestas con su familia.

Camila había tenido su propia celebración llena de deliciosa comida y gritos de alegría por parte de Cat cuando por fin pudo poner sus manos sobre cada presente con su nombre bajo el árbol de navidad. El 27 de diciembre Lauren estaba de regreso en Chicago y se había dirigido directo hasta la residencia de los cabellos llena de presentes para ellos.

-Entradas para un juego local. Muy buenos lugares.- Comentó Beltrán agitando los tickets en su mano- Gracias Lauren.

-No es nada.- La ojiverde sonrió abrazando a Camila contra su cuerpo.

-¿Qué tienes ahí cielo?.- La castaña se dirigió a su hija quien llevaba ya algunos minutos quitando envoltorios en medio de la sala.

-¡Son cosas para dibujar!.- Exclamó con emoción- ¡Todos los colores!

-¡Es hermoso cariño!

-¡Gracias!.- Cat se abalanzó sobre la jugadora para darle un cálido abrazo de esos que ya eran muy característicos.

-Ahora es el turno de mamá.- Anunció la ojiverde tomando una pequeña caja rectangular de la mesita de café- Feliz navidad, cariño.

Camila sonrió ampliamente recibiendo el pequeño obsequio dejando a su vez un sonoro beso en la mejilla de la chica sentada junto a ella. Quitó la cinta dorada que formaba un moño alrededor de la caja roja y se detuvo antes de quitar la tapa. Cuando lo hizo, un destello fue lo que vieron sus ojos, un delicado collar reposaba dentro de la acolchada caja.

-Es un punto de luz.- Murmuró Lauren- Se supone que resalta la belleza pero tu no lo necesitas por eso.- La castaña le vio enternecida- También simboliza un vínculo profundo entre quien lo obsequia y quien lo recibe.

-Es hermoso.- Susurró la morena aún observando la joya.

-¿Puedo?.- La deportista preguntó y ella asintió tendiéndole el collar para que pudiese prenderlo adecuadamente a su cuello.

-Es muy brillante.- Dijo Cat acercándose a su madre para apreciarlo de cerca.

-Es bonito ¿No?.- Lauren le preguntó y la niña asintió repetidas veces.

-Cat, ¿Por qué no buscas el regalo de Lauren?

La pequeña sonrió y salió disparada hacia el árbol de navidad ubicado a unos metros de ella en la sala. Tomó una caja cuadrada, baja y regresó junto a la jugadora sin dejar de sonreír. Cuando Lauren recibió el obsequio agradeciendo, Cat se escondió entre los brazos de su madre con algo de vergüenza. La ojiverde compartió una breve mirada con Camila antes de disponerse a abrir su regalo. Una fotografía. Una imagen perfectamente enmarcada en la que podían apreciarse los sonrientes rostros de las tres. Lauren recordó de inmediato aquel día, fue después de uno de sus viajes del inicio de temporada, había prometido dedicar un día completo a sus chicas al regresar. Estaban en la pista de hielo, en donde ella se encargó de ayudarle a Cat a patinar.

Bajo la fotografía, había un dibujo también enmarcado con lindos garabatos. Lauren sin duda tenía dinero para conseguir lo que quisiera en cualquier momento, pero ni todo el dinero del mundo podrían comprar las sensaciones que ese tierno dibujo le transmitió.

-Cat lo hizo para ti.- Dijo Camila sonriendo.

-Es la mejor obra de arte que he visto jamás. De seguro podría recibir una buena oferta por él pero no. Es solo para mí.- Respondió observando a la niña entre los brazos de su novia- Gracias gatito.

-Será mejor que le encuentres un buen lugar.- Exclamó Beltrán.

Después de eso momento, la deportista se mantuvo preguntándose mentalmente durante el resto del día que había hecho para merecer a esas personas. Camila sin duda era sensacional, y Cat era la niña más tierna, dulce e inteligente que había visto jamás, ahora estaban junto a ella la mayoría del tiempo y no hacía otra cosa más que disfrutarlas.

Se movió con agilidad sobre el hielo sin perder el puck de vista. Cuando lo recibió luego de un largo tramo se acomodó perdiendo a dos jugadoras rivales antes de anotar. El público enloqueció de inmediato y ella lo celebró volviendo su mirada hasta Camila y Cat, quienes la apoyaban desde un costado de la pista. La pequeña castaña movió sus manitas en forma de saludo totalmente emocionada por estar viéndola jugar y ella le sonrió de inmediato en forma de respuesta.

-¿Es una buena racha o ellas tienen todo que ver?.- Una de sus compañera preguntó mientras volvían a sus posiciones.

-Tendrás que descubrirlo en el próximo partido.

Las Chicago Blackhawks ganaron ese juego por mucho y el entrenador ya estaba deseando ver a Camila presente en todos los juegos. Tras bambalinas, Cat disfruto de toda la atención que recibía por parte de todo el equipo mientras aguardaban para poder marcharse junto Lauren.

-Siento haber tardado.- Se disculpó la jugadora besando a la castaña fugazmente.

-No hay problema. Ella está bastante bien con toda esa atención.- Riendo por lo bajo, Camila señaló a su hija quien charlaba animadamente manteniendo interesadas a las jugadoras.

-¡Hey Jauregui, ¿Vienes a celebrar?!.- Normani llamó su atención.

-Creo que llevaré a mi chicas a comer algo de pizza.- Dijo Lauren abrazando a Camila por los hombros- Las veo en los entrenamientos.

-Vámonos cielo.- La morena llamó a si hija quien corrió en su dirección y fue cargada por la deportista al instante quien le dio vuelta haciéndola reír.

Las tres se internaron en un viaje al que ya tenían costumbre cantando un par de canciones y riéndose de las cosas que comentaba Lauren para hacerles gracia. La parte trasera del Mustang ahora tenía una silla adecuada para la edad de Cat, y cada que Rocky la veía no podía evitar comentar que eso sí que significaba algo serio, incluso más que una sortija. Pero eso no las asustaba en lo más mínimo, a ninguna de las dos de hecho.

-Esto es mucho queso y salsa de tomate.- Rió la pelinegra limpiado la barbilla de la pequeña que estaba muy concentrada en su pizza.

-Buscaré más servilletas.- Anunció la morena poniéndose de pie y alejándose. El lugar era discreto, no había demasiadas personas a esa hora y eso era excelente. Había menos posibilidades de que reconocieran a la estrella del hockey.

-Linda familia.- Comentó una voz junto a Camila mientras ella tomaba un poco de servilletas de la barra.

-Gracias.- Respondió dando media vuelta pero se paralizó en cuanto reconoció aquel rostro. Su sonrisa le transmitió un escalofrío por la espalda y provocó que sus manos soltaran el agarre en el papel.

-¿Encontraste un reemplazo para mí Camila?

***

Aquí está el segundo cap.
Mañana actualizaré Common y GML.

P.D: Como siempre disculpen los errores gramaticales y ortográficos.

Falling like the stars (Camren G!P) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora