C A R R E R A XII

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La maldigo, la maldigo una y mil veces; esa mujer de blanco le disparó a MI hombre. Juro que si la vuelvo a ver ¡la mataré!, estamos en un hospital; las paredes blancas y grises me molestan, tuvimos que decir que nos atacó una pandilla a mi y a "mi novio" atendieron mis manos y raspones, sango y todos estamos esperando a que salgan de la sala de cirugía, la espera me está matando y no puedo sacar de mi cabeza... ¡¿y si algo sale mal en el quirófano?!

Una mano se posa en una de mis manos vendadas, levantó mi mirada para verlo, Bankotsu estaba con una secreción preocupada pero tranquila.

— Él estará bien...  cambio mi expresión a una de enojo.— sobrevivió a cosas peores.

Vuelvo a bajar la cabeza y mirar mis manos, mientras mi amigo el ojiazul dejaba mi herida mano en paz.

— Lo se, me contó algunas, pero lo que yo quiero saber es...

La voz de esa persona ya conocida me interrumpe.

— ¡Los traje blanco! —Sango con la espalda apoyada en la pared y de brazos cruzados. — Son una organización de corredores, su líder es la ex esposa de inuyasha—mis ojos se abren sorprendida(no me maten por favor!! *sale corriendo botando el celular*) con la mirada fija en sango espero más información.— se divorciaron hace 7 años, ella nunca lo superó y quiere destruirlo dejarlo perdido y sin nada. Quiso matar a todos nosotros y ahora lo intento contigo.—sus palabras eran serias y llenas de odio.

—Midoriko, ella logró matar a alguien muy importante para inuyasha.   — frunso el ceño celosa pero me sereno para seguir escuchando. —logro matar a la mujer de su medio hermano,  su mejor amiga Rin la hermana menor de sango.  

Volteo a ella, Sango.

Sango sigue con los brazos cruzados apretando sus brazo para contener la ira que tiene y lágrimas, sus ojos cristalinos mostraban todo el odio, rencor y dolor.

—¡¡Era una noche de carreras en pareja!!-exclamó en voz alta, sus lágrimas empezaron a caer.—Sólo una maldita carrera más. —en ese momento se derrumba en el suelo con las lágrimas en sus ojos callendo por las mejillas.

—Esta estable pueden verlo, ya está despierto. —   Hablo el médico mirando a sango llorar en el suelo.

—Esta muy despreocupada.

Digo empezando a empujar al doctor para que me lleve a la habitación donde está inuyasha.

Me mostró el cuarto perfectamente, el no entro con la escusa  de que tiene cosas que hacer; suspiro, entró al cuarto viendo a Inuyasha que parecía a ver despertado a lo cual estaba inseguro analizando el lugar. Me acercó a él cuidadosa, toco su mano con mi mano vendada rápidamente tengo su mirada puerta en mi.

—Hola.

Lo saludo, estoy más aliviada ahora.

—Hola.

Tambien me saluda pero con una pequeña sonrisa, sonrió y de un rápido movimiento beso su frente.

—Me explicaron que fue lo que ocurrió.—le comenté —No sabía que tenías ex esposa.

Dije un poco celosa pero disimulando.

—Sólo fue un error del pasado, era joven y estúpido. 

Respondió con fastidio rodando los ojos, al parecer si se arrepiente de esa gran decisión.

—¿Qué pasó con Rin?

Pregunte, inuyasha habré los ojos pero luego se vuelven tristes, le duele mucho.

—Rin era mi mejor amiga, la hermana de Sango y la novia y prometida de mi medio hermano; la amaba, un amor de verdad. Midoriko se enteró, nunca me importó que Rin sea la novia de mi hermano yo era feliz con su amistad... ¡con saber que ella era feliz!... Midoriko me la arrebató pero...—Su voz cada vez se volvía más dolida.—Pero... fue.. mi.. ¡mi culpa!—abro los ojos un poco.

—¡¡Yo la mate!!

Casi gritó, sus puños estaban extrujando la sabana.

—¡¡Si yo no le hubiera forzado a correr!! Ella estaría bien aquí conmigo, ¡¡riendo!!—esto me está doliendo pero ¿porqué?— ella me lo dijo una y otra vez, "Inuyasha, tengo una mala vibra por favor no corramos", recuerdo esas palabras a la perfección, también recuerdo lo que le respondí "Rin callate... somos los mejores verás que ganaremos, además nada pasará; yo te protegere". Nunca había parado a pensar en que esas palabras eran la más cruel mentira.

Podia imaginarlo todo, Inuyasha seguía narrando con la mirada perdida recordando.

— Inuyasha... no fue tú culpa.

Tome sus manos apretandolas con las mías. — me tienes a mí... y nunca te dejaré sólo.

Él me sonrió, y yo igual le sonreí mientras un extraño sentimiento nacía en mi pecho.

Continuará.

Hola como pueden notar e vuelto con otro capítulo, espero les guste.

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Besos venenosos.

Rápidos &... ¡Sensual! | InuKag ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora