"Siempre que tengamos un pequeño salpicón de fucsia en nuestras vidas, vamos a estar bien."
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Jungkook nunca había tenido tantas ganas de irse de una reunión como lo estaba haciendo en ese momento.
Había estado ausente durante buenos ratos jugando con los botones de su camisa azul pálido, negándose mil veces acerca de que ir a ver a Misung sería una buena idea. No por sí mismo, por Mia.
Su hija solo tenía cinco, cierto, pero era una chica lista. Ella conocía lo suficientemente bien a su papá para poder leer sus emociones. Eso, y Jungkook era pésimo ocultándolas. Estaba seguro de que él actuaría hostil con la presencia de su ex, y su pequeño angelito lo notaría.
"Papi, ¿puedes escoger mi ropa?" Jungkook regresó de nuevo a la realidad y se dio la vuelta para ver a Mia, columpiando su pie cerca de la puerta.
"¿Ya te bañaste?" Jungkook sonrió, caminando y agachándose hasta el nivel de sus ojos.
"¡Síp! ¡y ni siquiera quedó agua regada en el suelo del baño!" Exclamó la pequeña emocionada, orgullo y entusiasmo evidente en su voz, haciendo a Jungkook sonreír de la misma forma.
"¡Buen trabajo princesa! Vamos por tu ropa." Mia asintió, aún con gotitas escurriendo de su pelo a la toalla que estaba en sus hombros.
"Papi, ¿Por qué escogiste ese? Pensé que era solo para días especiales." reflexionó Mia, columpiando sus piernas cuando se sentó sobre su cama de un salto, mientras Jungkook tomaba un vestido blanco, negro y fucsia y lo dejaba sobre la cama también.
"Pues, tenemos que ir con una amiga de papi en la heladería hoy, bebita." Jungkook sonrió, tomando el perfume, y disparar algunas veces sobre su mano para regar el líquido en los brazos de Mia.
"¿Esa amiga también te causa alergias?" Preguntó ella, haciendo al contrario detener todos sus movimientos.
'Sí, bueno... solía hacerlo.'
Jungkook se sonrojó e hizo sus pensamientos a un lado, echando crema hidratante en sus piernas, para luego seguir con sus bracitos y rostro.
"No bebé. Ella no me causará alergias. Nunca." Él sonrió, cuidadosamente y con gentileza esparciendo la loción en su cara.
"¿Es buena?" Mia saltó de la cama, dejando a su padre deslizar el vestido por su cuerpo y ajustándolo correctamente.
'Ella es una perra.'
"Sí, ella es muy agradable."
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"Dada-"
"Rosie, hermosa, siéntate bien por favor."
Rose hizo una mueca, y dejó de moverse sobre la silla, dejando a Jimin arreglar su pelo con más efectividad. Desde que Jimin le había contado de que irían por un helado con Seulgi, la chica rubia había estado saltando de aquí para allá. Y no sabía si era por la idea de ir por un helado, o la de ir a ver a Seulgi unnie, o ambas, Jimin no sabía.
A él solo le gustaba ver a su calabacita feliz.
"¿Qué estabas diciendo, solecito?" Jimin deslizó el cepillo a la altura de los hombros su cabello largo.
"¿Viene aquí Seulgi unnie?"
"No, bebé. Nos veremos con ella en la heladería." El hombre dejó a un lado el cepillo y tomó la coleta y algunos ganchitos.
"¿Podemos todos tener el mismo sabor de helado?" Rose sonrió, sabiendo de ante mano que su padre no se negaría a tal propuesta.
"Mhm." Afirmó Jimin sujetando los ganchitos entre sus dientes, girando su cabello para asegurarlo en su lugar.
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Colors ◈ Jikook ◈ Traducción
FanfictionAmbos tan parecidos, pero tan distantes. Entre flores y tatuajes, comparten el mismo pasado y el mismo futuro, aún siendo completos extraños. Hay algo que los une, algo que les da vida a ambos: sus hijas. ¿Cómo podrían dos padres solteros encontrars...