Pasaron algunos minutos antes de que sasuke, se reuniera con ella en el cuarto de estar. Necesitaba algún tiempo para prepararse para lo que iba a ocurrir.
Sakura lo esperaba sentada, pacientemente. Curiosamente, estaba muy tranquila. Su corazón latía a un ritmo normal y tenía las manos apoyadas relajadamente sobre el regazo.
Sasuke entró. Se había quitado el abrigo y la chaqueta, y se había desanudado la corbata y desabrochado el cuello de la camisa. No miró a sakura y se dirigió al mini bar para servirse un whisky.
-¿Quieres uno? -le preguntó a Sakura.
Ella negó con la cabeza. Sasuke no repitió la pregunta, tampoco la miró. Se sirvió una generosa cantidad de whisky y se sentó en el sofá, frente a sakura.
Dio un largo trago.
-Tienes una amiga muy fiel - dijo. «y un marido infiel», pensó sakura.
Sasuke cerró los ojos. No la había mirado desde que entro en la habitación.
Estiró las piernas y tomó el vaso con ambas manos. Sakura se fijó en sus dedos: largos, fuertes y con las uñas perfectamente cortadas.
Era un hombre fuerte y alto, y siempre aseado. Buenos zapatos, trajes elegantes, camisas a medida y corbatas de seda. Estaba más pálido que de costumbre, pero su semblante, que reflejaba tensión, seguía siendo atractivo. Sus rasgos eran bien formados y suaves, tenía la nariz recta y la boca delgada, en un gesto de determinación.
Iba a cumplir treinta y dos años y siempre había sido muy masculino, aunque, con el paso de los años, habían ido aflorando otras facetas de su carácter.
Había adquirido una fuerza interior, que, tal vez, suele aparecer siempre con la madurez, y una nueva confianza y conciencia de su propia valía. Su rostro reflejaba su personalidad, es decir, la de un hombre acostumbrado a ejercer el poder y con la capacidad de superar eficazmente las dificultades. En su compañía, se tenía la sensación de estar ante un hombre especial.
Otro rasgo eminente de su personalidad, pensaba sakura, era su dominio de sí mismo. Sasuke siempre había poseído una gran capacidad para controlar sus emociones, raramente perdía los nervios, raramente se irritaba cuando las cosas no marchaban como él quería. Ante los problemas, tenía la rara habilidad de olvidar los aspectos negativos y extraer lo más positivo de la situación.
Aquél era el rasgo más sobresaliente de
Sasuke Uchiha, presidente de Uchiha Holdings, una organización que, en pocos años, había crecido de un modo extraordinario.Compraba pequeñas empresas que no marchaban bien y las reconvertía en filiales de la suya, logrando que obtuvieran grandes beneficios. Y lo había hecho todo con sus propios medios. Manteniendo un delicado equilibrio entre el éxito y el desastre, aunque sin llegar a poner en peligro el bienestar de su familia, había construido un pequeño imperio. Por el contrario, la había rodeado de lujo, tanto como podía desear.
-Y ahora, ¿qué? -preguntó de repente, levantando los párpados y revelando la belleza de sus ojos negros y profundos.
Así que no iba a tratar de negar nada, se dijo sakura. Deseaba encontrar algo que decir, pero no sabía qué.
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Mi Marido Infiel
FanfictionEsta es una adaptación No soy la creadora Solo la adapto a la pareja del Sasusaku Mientras disfruten de esta historia Todos los créditos a sus correspondientes autores