Capitulo 4

2.8K 149 25
                                    

Cuando entró en el salón, Sasuke estaba sentado en el sofá con un libro entre las manos. Tenía el aspecto de alguien que no se hubiera movido del sitio durante horas. No se molestó en saludar a Sakura, que tras una corta pausa esperando su repentina explosión de furia, que no llegó, cerró la puerta y se dirigió a la cocina esbozando una sonrisa. Sasuke no la engañó ni por un momento con su aire de indiferencia, le había visto mirando por la ventana justo antes de entrar por la puerta del jardín.

Dejó el abrigo sobre una de las sillas de la cocina, se quitó las botas y preparó café. Sasuke entró como un gato en busca de su comida diaria. Llevaba vaqueros y camisa de algodón.

- Será mejor que llames a Karin- murmuró, apartando una silla con el pie para sentarse en ella

- ¿Por qué?- dijo Sakura con curiosidad y mirándolo por un instante.

- Porque no he parado de llamarla creyendo que estarías en su casa y ella no me lo quería decir.

- ¿Y por qué estás tan seguro de que no ha sido así?- Antes de contestar, Sasuke guardó silencio por unos instantes.

- Porque llamé a mi madre para que cuidase de los niños y me fui a su apartamento para ver si era verdad.

- Así que no sólo Karin, sino también tu madre sabe que he estado fuera todo el día- dijo Sakura con acritud sirviéndose el café, que ya estaba listo.

- No puedes echarme la culpa de que estuviera tan preocupado después de cómo te fuiste- se quejó Sasuke.

«Eso está mejor», pensó Sakura. «Eso le enseñará a no tratarme como a una niña. Puede que lo sea, pero eso no significa que me guste que me traten como tal. Además, así se dará cuenta de que su predecible esposa no es tan predecible después de todo.»

Se sentó frente a él, tomando con gusto la taza de café caliente entre las manos, todavía frías. Sasuke se pasó las manos por el pelo y luego las apoyó sobre la mesa y comenzó a tamborilear con los dedos, como si algún pensamiento le rondara en su interior. Inclinó la cabeza hacia delante. Tenía el pelo revuelto, como si se hubiera pasado las manos por él muchas veces. Sakura nunca lo había visto así, con un aspecto tan frágil.

- Tus padres también lo saben- dijo inesperadamente- Los llamé cuando no se me ocurrió ningún otro sitio donde pudieras haber ido. Han estado esperando que aparecieras por su casa toda la tarde. Será mejor que los llames para decirles que estás bien.

Así que sólo se le había ocurrido llamar a tres sitios para localizarla. ¿Qué le decía eso a ella de sí misma? Se preguntó, pero decidió que ya había hecho suficiente auto análisis aquel día y decidió posponer la respuesta.

- Te voy a decir una cosa, Sasuke- le sugirió- ¿Por qué no los llamas tú ya que fuiste tú quien los has preocupado? Llama a tu madre y a Karin, no tengo ninguna gana de hablar con ella.

- ¿Con quién? ¿Con mi madre?

- No, con Karin- dijo Sakura sarcásticamente - Has sido tú quien la ha vuelto a meter en este lío después de decirle que se ocupara de sus asuntos, así que, si crees que está preocupada, llámala tú.

- ¡Todos estábamos muy preocupados!- exclamó Sasuke, dirigiéndole una mirada furiosa.

- No pienso suicidarme- dijo Sakura con calma, sorbiendo su café. Cuanto más nervioso estaba Sasuke, más tranquila estaba ella - Puede que me hayas tomado por una imbécil, pero no me voy a perder el resto de mi vida por eso.

- ¡Yo no te he tomado por una imbécil!

- Claro que lo has hecho. Por ejemplo, cuando has perdido el tiempo pensando que había hecho una tontería- dijo Sakura con mordacidad. Sasuke tragó saliva. Quería contenerse, evitar cualquier disputa.

Mi Marido InfielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora