The Forest [Completa✔]

12

Ambos se hallaban acostados en la gran cama, no podían consiliar el sueño.

Ella estaba abrazada al pecho desnudo del leñador, pasaba sus dedos por sus pectorales, sus claviculas y su hombro.

-No me has dicho como es que apareciste toda lastimada en el medio del bosque- rompió el silencio el hombre.

Elizabeth se tenso por completo, no tenía pensado darle explicaciones a nadie de lo que había sucedido para que ella escapase de su casa en incluso de su ciudad para llegar a un pueblo que no existía en el mapa.

-Problemas con mis padres- se limitó a decir.- Escape por eso.

Se incómodo bastante por lo cual se dio la vuelta en la cama dejando a sus espaldas al hombre.

Jason sonrió casi con malicia, porque Elizabeth allí, era una presa fácil.

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Al amanecer Elizabeth se encontró sola en la cama lo que hizo que un sabor agrio pase por su garganta.

"Por dios Elizabeth escapaste de casa y fuiste hasta un punto fantasma para que nadie este cerca de ti y lo primero que haces es venir y follar con un tipo que has encontrado en el bosque, ¡GENIAL! Te recibiste de estupida" pensó ella.

Se levantó, se cambio y fue a la sala. Allí encontró nada, la casa estaba vacía.

Suspiro cansada y se preparo un café en la cocina. Revolvió sin ánimos el azucar de la taza cuando escucho unos golpes en el exterior de la cabaña.

El ruido permanencio almenos unos 20 minutos, torturando los oidos de Elizabeth con cada golpe en la madera de la cabaña que se producía.

Molesta, salió de la casa por una ventana que se hallaba en el pasillo. Permaneció en completo silencio para intentar adivinar de donde provenía el tedioso ruido.

El repiqueteo en la madera volvió a sonar en el silencio del bosque.

Camino unos metros alejada de la casa quedando para en una gran tabla de madera que estaba mezclada con las hojas secas y las ramas.

Espero unos minutos pero el sonido no volvió a aparecer.

Sintió un extraño escalofrío recorrer su espalda, volteo su cabeza en distintas direcciones pues sentía que alguien estaba observandola.

Volvió su vista al frente.

-Buu- susurro un hombre a menos de un metro de ella.

Como le dieron los pies comenzó a correr lejos de él por lo cual lejos de la cabaña donde momentos atrás se encontraba a salvo.

Se arrepintió por ser tan curiosa. No quería ver hacia atrás porque se asustaria más si veía aquel tipo persiguendola como una presa, pero sabía que la estaba siguiendo por el ruido de sus pasos y de si macabra risa.

El susto que tenía encima la joven era tal que ni siquiera se tomó un segundo en derramar lágrimas en sus mejillas ya que estaba muy concentrada en huir.