Black heart

Confrontacion

Eso es una locura.

No puedo sacar conclusiones tan pronto, pero lo que de verdad me intriga es la ubicación donde fue.

Empieza la clase, pero no puedo concentrarme, veo a lo lejos los helicópteros que vuelan alrededor, las sirenas de las patrullas y ambulancias.

Al profesor de matemáticas le dio un ataque pensando que sería una tragedia como la del 11 de Septiembre, una ambulancia se lo llevo, tiene 60 años así que creo que es normal.

El profesor de literatura tiene las dos horas libres así que nos dará clase extra.

-Señorita Smith podría leernos la siguiente línea?- me interrumpe de mis pensamientos, volteo a verlo y todo el mundo me mira fijamente.

Suspiro, me pongo de pie y abro el libro en la página 82, puse un pequeño separador en la página y siempre escucho las palabras finales de cada oración.

Comienzo a leer en voz alta:

-"Un hombre furioso y bestial se dejará llevar hasta el asesinato, porque se hallará saturado de vino o furioso, inspirado por la ira o el alcohol. Es malo. Ignora el placer de matar, la caridad de dar muerte como una caricia, de hacerla intervenir en juegos que son como los de las fieras distinguidas: los gatos, los tigres, abrazan a sus presas lamiéndolas al mismo tiempo que las magullan".

-Podría decirme el nombre del autor?- me esta poniendo a prueba, cree que soy igual de estúpida que Rebecca la chica rubia, alta delegada y demasiado tonta.

Y si también me jode la vida.

-Colette una novelista francesa- le respondo con aire despreocupado pero firme en mi tono de voz.

-Espectacular señorita, pero por favor deje de pensar en la inmortalidad del cangrejo y ponga atención- me reprende mirándome a través de sus gafas ovaladas.

-O más bien la fealdad de su atuendo barato- interrumpe Rebecca.

Todos comienzan a reírse y yo sólo puedo bajar la cabeza y sentir el ardor de mis mejillas.

-Silencio, prosigamos con la clase- calla a todos y yo tomo mi lugar nuevamente, volteo a ver nuevamente el caos en la ciudad.

Mientras pasan clase tras clase.

*********

El timbre suena marcando la salida. Son las seis y media, ya esta atardeciendo, sacó el celular de mi bolsillo y compruebo si mi madre a llamado.

Nada.

Supongo que mi padre llevo a cabo su amenaza de no regresar hasta media noche.

Tengo que regresar pronto, así si estoy con mi madre no la golpeara.

Me acomodó la mochila y salgo del salón, al bajar las escaleras me topo con la bola de imbéciles en la puerta. Bajo la cabeza y acelero el paso.

Justo cuando toco la puerta uno de ellos me toma con fuerza el brazo y me aparta de mi camino.

Es el señor esteroides, el novio de Rebecca.

-Que tal estrellita? Adónde vas con tanta prisa eh?- todos empiezan a reírse.

Forcejeo contra el y me liberó.

-No es asuntó tuyo idiota- le respondo furiosa y los empujo para abrirme paso corriendo a la puerta.

Bajo las pequeñas escaleras y corro por la calle esperando perderlos de vista.

Llego y me apoyo en la pared de un callejón.