Reunion

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Pongo la caja en la mesa a lado de la cama. Tomo un gran respiro y al darme vuelta, un ligero golpe en la puerta me sobresalta.

-Adelante- apenas mi voz es audible, tal vez sea el.

Mi sorpresa, es que no es John si no Sharon, con un vestido azul. Uno como el de la fotografía de mi familia.

-Se que estas herida, pero acostumbramos cenar algo formales, te traje esto, era de tu madre, creo que te va bien el color. Porque no te lo pruebas?- se acerca a mi y me lo da.

-Adelante, pruébatelo- me sonríe y camina hacia el baño cerrando la puerta detrás de ella.

Coloco el vestido en la cama y bajo los tirantes del camisón, dejándome en ropa interior.

Abro la bragueta del vestido, y lentamente lo voy deslizando hacia arriba por mi cuerpo.

Es de cuello Halter, y con la falda circular. Termino de ponérmelo y camino hacia el espejo de cuerpo completo.

En mi reflejo, aun tengo el cabello un poco alborotado, el vestido se ajusta a mi cuerpo, remarcando las escasas curvas que tengo.

La puerta del baño se abre, y entra Sharon con una pequeña botella de aceite de bebe y una bolita de algodón en su mano derecha.

Me ofrece su mano izquierda, y yo la tomo de inmediato sin vacilar.

Salimos del dormitorio y recorremos el corredor hasta llegar al fondo del pasillo, delante de otra puerta.

Del bolsillo de su traje, saca una pequeña llave dorada y abre la puerta. Entramos y la habitación es enorme, estantes llenos de bolsos, zapatos, perfumes y joyería.

Y a la derecha un inmenso tocador . Las paredes color crema junto con el suelo de madera resaltan a la perfección con la luz.

Me lleva hacia el tocador, y me siento en la silla, mirándola intrigada.

-El vestido te queda a la perfección. Pero que es un vestido sin un par de zapatos, accesorios y un bello peinado? Déjamelo a mi- me vuelve a sonreír y da media vuelta para dirigirse a los zapatos.

Porque se esta comportando tan amable conmigo?

Coge unos tacones plateados con correa, y una caja roja de un cajón donde se encuentran las joyas.

Como diablos voy a poder caminar con esas cosas?

Me entrega los zapatos, y apenas me doy cuenta que la silla tenía ruedas, me da vuelta hasta quedar de frente con el espejo, coloca en el tocador el algodón y el aceite.

También pone la caja roja, y al abrirla me quedo impresionada con el contenido.

Son diamantes! Un collar incrustado y dos pendientes. Me tranquiliza poniendo ambas manos en mis hombros al ver la expresión de mi rostro.

-Tranquila, te veras preciosa- me ve a través del espejo y me recoge el cabello a un lado. Al momento de que alza el collar, brillan cuando la luz refleja en ellos.

Un escalofrío me recorre el cuerpo cuando abrocha el collar a mi cuello.

-Ponte los pendientes, y yo me encargare de tu hermoso cabello- vuelve a poner mi cabello hacia atrás y coge el cepillo, y lentamente va alisando mi cabello con cada pasada.

Quito los aretes y me los pongo. Si los imbeciles de mi antigua escuela me vieran ahora mismo se quedarían horrorizados.

Una vez que mi cabello luce más decente se dispone a arreglarme.

Cuando acaba, tengo recogido el cabello en un moño, que me hace lucir más elegante de lo normal.

-Cierra los ojos y ya casi habremos terminado- me indica, y yo los cierro inmediatamente. Siento algo húmedo contra mi cara, pero la sensación dura un par de minutos.

Black heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora