Capítulo 7

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Después de algunos besos propasados, ambos se fueron a dormir, al otro día muy temprano Jimin bajó a la cocina para ver si había algo para prepararle el desayuno, al entrar vio todo completamente vacío, ni siquiera un refrigerador había, escuchó un grito y subió a la recámara de él, entró sin tocar y lo encontró enredado en una toalla,

Yoongi: Joven, toca antes de entrar.

Jimin: Lo siento.

Yoongi: Me acabo de poner la toalla, dos segundos antes y me encuentras desnudo.

Jimin: Escuché tu grito, por eso entre así.

Yoongi: No hay agua caliente.

Jimin: Yo creo que tenemos luz y agua de milagro.

Yoongi: Sí muñequito lindo, creo que vamos a regresar al hotel, así no podemos estar aquí.

Jimin: Hoy yo puedo comprar el gas. 

Yoongi: ¿De qué te ríes?

Jimin: Nada, voy a...

Yoongi: Ven para acá.

Lo abrazó y le hizo cosquillas, Jimin intentaba liberarse muerto de la risa, aunque dejó de hacerlo cuando la toalla de él se resbaló un poco, cerró en automático los ojos,

Jimin: La toalla.

Yoongi: Ya me la acomodé, abre los ojos.

Jimin: ¿Seguro?

Yoongi: Sí.

Jimin abrió un ojo un poquito y Yoongi le dio un beso muy suave en él, a falta de gas se bañó con agua fría, para compensar eso, en tanto él se arreglaba, salió a buscar una tienda cerca, para su fortuna encontró una a unos metros donde compró leche, muffins y vasos desechables, para cuando Yoongi bajó en el piso estaba puesto todo a falta de mesa,

Yoongi: ¿Qué es eso?

Jimin: El desayuno, fui por las cosas, iba a traer lo necesario para hacer hot cakes, pero no hay gas.

Yoongi: Pues no.

Yoongi se sentó a su lado, Jimin sacó un quequito y lo partió. 

Jimin: Abre la boca.

Yoongi: ¿Para qué?

Jimin: Anda, te voy a dar de comer en la boquita.

Yoongi: ¿Por qué muñequito?

Jimin: Porque nos acabamos de reconciliar.

Ese desayuno francamente en la vida se le olvidaría, se sentía como si estuvieran recién casados llegados de su luna de miel y con casa vacía, una vez concluido el desayuno totalmente fuera de los parámetros de Yoongi, tanto en forma como en condiciones,

Jimin: Al menos no te fuiste con el estómago vacío.

Yoongi: Estuvo muy rico, ¿no podríamos subir la cantidad de excepciones? 

Jimin: ¿Por qué?

Yoongi: Ya me las gasté en el desayuno.

Jimin: Yoongi...

Yoongi: Te ríes muy bonito

Jimin: Gracias, ¿a cuánto la quieres subir? 

Yoongi: No sé, dime tú.

Jimin: El triple.

Yoongi: ¿15?

Jimin: ¿Qué opinas?

Yoongi: El cuádruple.

Jimin: Ni tú, ni yo, 14.

Yoongi se fue a la oficina muy feliz con su desayuno y la subida de cuotas, de hecho en cuanto lo vieron llegar Huang y Kun dedujeron por su rostro sin ni siquiera preguntarle que Jimin había regresado, su sonrisa se veía a kilómetros,

El Contrato. YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora