-Valentina ¿puedes mover tu trasero de encima de mi camisa?- Dijo Eva con su mano en la frente. Valentina desvió su mirada del teléfono y se corrió.- ¿Que tanto ves en esa estupidez?-
-A Juliana...- contestó.
-¡Pero si la ves todos los días! No me extrañaría que esa niña traiga su equipaje aquí algún día.- Eva movía cosas de aca para allá, se paro frente al espejo para ver como le quedaban uno aros.
-¡Hola!- Ambas hermanas miraron hasta la entrada de la sala y vieron entrar a Juliana con una maleta con rueditas.
-Diosito despiértame de esta horrible pesadilla, te juro pago todos mis pecados.- Eva miró al cielo, juntando sus manos, haciendo que Valentina riera.
-¿Que onda con la madre superiora?- Pregunto Juliana al llegar a sentarse al lado de su novia.
-Julieta, ni creas que te voy a permitir vivir aquí, puedes ir llevándote todos tus...trapos.-
-¿Qué?- Juliana frunció el ceño, no entendía nada.
-No seas dramática Evangelina, en esa maleta...bueno, si hay ropa, pero es para la próxima presentación de Juliana para su clase.- Se levantó Valentina, para arreglar el cuello de la camisa de su hermana.
-¿y tú?- Preguntó Eva, pretendiendo entender que tenia que ver Valentina con eso.
-Pues, se la voy a modelar.- Contestó la menor con una sonrisa juguetona y sus manos en la cintura como si estuviera posando. Eva rodó los ojos.
-Ok, me voy.- la castaña tomó su bolsa y llego hasta la puerta.- Respeten la casa, nuestro santo padre las mira del cielo.- Cerró la puerta de un golpe.
-Creepy...- De pronto Valentina se imaginó la remota posibilidad de que eso sea cierto.
-No entiendo tanta queja, prácticamente vivo aquí, siempre que llego la Lupe me recibe con un "já, ya hasta parece que no tienes casa".- Dijo Juliana intentando imitar la voz de su madre.
-Supongo que es normal.-
-¿Que cosa?- La morena vio a Valentina rodear el sillón para posicionarse detrás de ella y pasar sus brazos detrás de su cuello.
-Que no quiera que te alejes de mi.- Le dijo Valentina como un susurro en su oído.
-Bueno, no es como si yo pusiera mucho empeño en hacerlo.- Le respondió girandose demás para poder besarla.- No quiero ser la que interrumpe, pero en serio debo ver como te quedan estas cosas...- Juliana se separó de ella y apuntaba con un poco de frustración su maleta.
En otra parte, Eva entro a una pequeña oficina de abogados, no sabía que quería conseguir en verdad, tan solo ver si la Julieta esa no le había mentido, caminó por el viejo lugar, observando todo lo que los años atrofiaron, hasta que se topó con un escritorio y a quien esperaba ver.
-Eva...-
-Asi que esto haces ahora...- Eva sujeto mejor su bolso.- nada mal.-
-¿Se te ofrece algo?- Preguntó Lucía con un poco de molestia, la única que le pudo haber dicho es Juliana, aunque por otro lado, suponía que eso era lo que esperaba.
-Si, tengo una cita con el sr. Benavides...-
-El pronto debe estar listo para recibirte, pensé que tendrías abogados más caros...- Le comento Lucía sin dejar de ver su computador de escritorio.
-Me han dicho que es el mejor con temas de empresa, a veces es mejor calidad que cantidad, supongo...-
Lucía iba a decir algo, pero el teléfono sonó indicando que el señor Benavides la iba a recibir. Solo se miraron un segundo más y Eva volteó hasta la oficina.
