Capítulo 14

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Richie y Eddie estaban sentados debajo de una palapa, Eddie entre las piernas de Tozier mientras comían helados, veían el sol esconderse detrás de aquel azulado mar, Kaspbrak se sentía en calma a lado de Richie Tozier.

Pero recordó algo que Camila le había dicho.

—¿Cuando cumple años Camila?—Richie le beso el cuello a Eddie y contesto.

—25 de septiembre...

—¿Le harás algo? No sé, ¿una fiesta?—el pelinegro rió por lo bajo y negó.

—Tal vez no, Camila no es una niña con un gran grupo de amigos, cuando cumplió los cinco años; le organice la mejor fiesta de vaqueros, con un toro mecánico y esas mierdas, ella estaba tan feliz y entusiasmada que invito a todos sus compañeros del salón...pero cuando se llegó el día, ellos nunca llegaron. Ella se la paso llorando el día entero, trate de animarla jugando con ella pero no lo logré. Así que dijo que nunca más haría una fiesta.

—Oh...

—Entonces me di cuenta que le hacían bullying por no tener una madre. Que estúpido.

Se quedaron unos minutos en silencio, sólo escuchando el ruido del mar y a las gaviotas revolotear por el lugar y bajando a tomar alguna que otra migaja de comida que le tiraban.

—¿Puedo saber cómo murió tu esposa?—el mayor suspiró y apretó el agarre en la cintura de Eddie. Hacia mucho que no hablaba de esto.

—Murió a las pocas horas de que Camila haya nacido. Aún no me explico el porque, pero supongo que ese era su destino...morir sin conocer a su hija y morir antes de envejecer.

—No me puedo imaginar el dolor que sentiste ese día, perder a alguien a quien tanto amaste por mucho tiempo. Yo también perdí a mi papá, fue cuando tenía cinco o seis años, no recuerdo—Richie sonrió un poco y puso su barbilla en el hombro del más bajito.

—Dejemos de hablar de muerte, mejor hablemos de nosotros. Eres una gran persona Eds, la mejor que he conocido, eres un chico encantador y demasiado bello.

—G-gracias Rich.

Richie tomó suavemente la barbilla de Eddie y giró su cabeza.

Te quiero...—se inclinó con suavidad, lentamente hasta sentir la agitada respiración de Eddie, presionó sus labios sintiendo esa suavidad, sus labios eran pequeños, suaves y húmedos pero aún así Richie los estaba besando con cuidado y con amor.

Tozier saco la punta de su lengua para acariciar el labio inferior de el menor quien jadeo por lo bajo, sus labios al fin se habían encontrado y eso era lo que tanto habían esperado y deseado con tanta fuerza.

Un beso que Eddie había necesitado desde hace tiempo, un beso con amor y que sin falta de palabras le dijera que ahí iba a estar sin importar que. Esas grandes manos que tomaban su cintura con delicadeza, como si fuera de porcelana y es que así era como Richie sentía a Eddie Kaspbrak.

Era una muñeca de porcelana, que al más mínimo roce puede destruirse.

Eddie era una linda muñeca de porcelana, piel suave, ojos brillantes y delicado.

—R-Richie...—dijo una vez que se separaron, Tozier le quitó un poco de saliva con su pulgar.

—Eddie...esto es algo apresurado pero ya no pienso aguantar más—tomó un poco de aire—¿quieres ser mi novio?

—...sí, ¡s-sí quiero!—lo abrazó por el cuello fuertemente y lo beso otra vez.

Sin tener en cuenta que alguien los estaba observando.

(...)

—¿¡Qué!?

»Sí, los ví, se estaban besando. Se veían muy felices.

Shawn se estiró el cabello mientras gritaba, ¿quien se creía ese maldito cuatro ojos? ¿Besar a su chico? Ese hombre está muerto.

—Síguelos, no los pierdas de vista y a cada movimiento que hagan, házmelo saber, ¿de acuerdo?

»Sí

¿Qué harás una vez que sepas su paradero?—la chica pregunto mientras se acomodaba el cabello frente al espejo que Shawn tenía en su habitación.

—Le haré saber que aún sigue siendo mío y que cometió el grave error de estar con otra persona—bebió el último trago a la lata de cerveza y la tiró al cesto de basura—y ese maldito cuatro ojos no se escapará de mí. Ninguno de los dos lo hará.

Sintió su celular vibrar, lo saco rápidamente y tenía una dirección, segundos después le cayó otro mensaje. Sonrió con malicia.

Llegó la hora de actuar.

Love againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora