"Escena del crimen no pasar"

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La cinta amarilla decía eso repetidas veces, se encontraba pegado en la puerta de un lujoso apartamento, nadie daba detalles, el forense revisó el cuerpo de aquél joven que no tenía más de 6 horas muerto, su cabello se encontraba lleno de sangre por la herida de bala que había terminado con su vida de manera instantánea, en su rostro se podía ver un gran terror, debía de tener apenas unos 25 años.
-¿Qué es lo que tenemos? –Preguntó la mujer de cabello negro, era la nueva agente del Centro de Investigación Criminal en Moscú y le acababan de asignar el caso.
-Hombre joven muerto por herida de bala. –Le contestó Marik mientras tomaba fotos de todo.
-¿Alguien escuchó el disparo?
-No, el asesino utilizó silenciador.
-¿Quién encontró el cuerpo?
-Elena Katina, su esposa.
-¿Dónde está ella?
-En la sala, Natalia le está haciendo unas preguntas.
Rápidamente tomó rumbo hacia la sala, los techos altos del lugar y la decoración rústica no dejaban de asombrarla, en el lugar pudo ver a la ahora viuda, una hermosa pelirroja con un pañuelo en la mano, sus ojos estaban rojos e hinchados y una gran tristeza salía de ese verde metálico.
-Yulia Volkova, mucho gusto. –Le dijo mientras estiraba la mano para saludarla.
-Elena Katina. –Dijo con apenas vos.
-Yo y la señorita Natalia nos encargaremos del caso de su esposo, sentimos mucho su pérdida.
-Claro que no, ustedes no saben lo que siento.
-Puede que no, pero usted nos importa y encontraremos a la persona que mató a su esposo.
Elena esbozó una sonrisa siniestra y en tono sarcástico dijo: "Claro, para eso son muy buenos"-
-¡Elena, hija! –Gritó Inessa –Vine en cuanto me enteré.
-¡Mamá! Sácame de aquí. –Dijo volviendo a llorar.
-Oficiales ¿Me permiten llevarme a mi hija?
Yulia miró a Natalia.
-Sí, no tengo más preguntas, no salga de la ciudad por si ocupamos corroborar algo.
Elena no contestó nada, solo salió de allí con su madre.
-Que mujer tan extraña. –Dijo Natalia mientras cerraba la libreta, ella era la única amiga de Yulia, tenía el pelo castaño y rizado y unos ojos café claro que siempre se veían felices.
-Acaba de enviudar Naty, trata de entenderla.
-Tu debes dejar de tenerle preferencia a las mujeres lindas si no quieres meterte en problemas, haber, dime ¿Por qué le dijiste que encontraríamos al asesino?
-Lo vamos a encontrar. –Contestó segura.
-Sí...claro...y yo ayer me gané la lotería.
-No juegues Naty, vamos a la estación.
Las chicas llegaron al lugar para encontrarse con Marik y Nicolai, un joven alemán especializado en investigación y análisis de ADN, los dos tenían cara de frustración.
-No tenemos caso. –Dijo Marik al verlas.
-¿Cómo es eso? –Cuestionó Natalia de manera desafiante.
-En la escena del crimen no hay evidencia, no tenemos ADN ni huellas ni nada fuera de lugar, el asesino se llevó la bala, no hay motivos aparentes y la única que lo vio fue su esposa quien lo encontró después de haber pasado todo el día en el spa.
-¿Qué clase de asesino se lleva la bala? –Preguntó Natalia.
-Uno que no quiere ser encontrado. –Dijo Yulia. –Debe estar siguiendo un patrón, estamos tratando con un profesional, busquen crímenes similares en los últimos 5 años, voy a hablar con la esposa.
Natalia comenzó a reír. –Buen intento Volkova, tú te quedas con migo, revisaremos lo que la viuda nos dijo.
-Bien. –Dijo desilusionada mientras se sentaba en su silla y Natalia frente a ella, comenzó a leer en vos alta.
///Era una mañana común, como todos lo meses el me manda al spa de la avenida Varsovia, para que me relaje, siempre fue tan buen esposo, en el desayuno me dijo que llegaría hasta las 7 y que me llevaría a cenar, yo salgo del spa a las 4 así que me pareció una excelente idea, a las 8 de la mañana salimos juntos, cada uno fue hacia su destino, salí del spa a la hora indicada pero había demasiado tráfico por lo cual llegué a la casa hasta las 5, se me hizo muy extraño ver el auto de Andrei afuera, subí el elevador hasta el piso 10, dónde vivimos y vi que la puerta se encontraba entreabierta, me apresuré a entrar y me encontré con su cuerpo en el suelo, no recuerdo haber visto tanta sangre, lo llamé por su nombre, no me quería acercar, vi que no respiraba y llamé a la policía, llegaron 10 minutos después y al ver que estaba muerto los llamaron a ustedes...
-¿Sabe de algún enemigo? ¿Alguien que quisiera matarlo?
-Oh, no, es decir, nunca hablaba de su trabajo pero las veces que fui a llevarle de comer me di cuenta de que lo querían mucho y nuestros amigos mutuos son muy agradables, tenemos un club de lectura, allí pasamos la noche de ayer... ¿Sabe? En la cena le iba a decir que estaba embarazada, al fin íbamos a ser una familia completa.///
-Pobre mujer, parecía tener el matrimonio perfecto. –Concluyó Yulia cerrando la libreta de Natalia, sin querer había metido sus sentimientos en el caso, su ser se llenaba de impotencia al no poder hacer nada por Elena.
-Comencemos interrogando a las personas del club de lectura, será fácil, todas viven en la misma calle ¿Te parece? -Preguntó Natalia poniéndose su larga gabardina color morado.
-Te ves muy bien Nat.
-Según tú me veo bien hasta con lodo encima.
-Ohh, lodo...siii
-¡Cállate Volkova! No fantasees con migo, bien sabes que me gustan los hombres.
-Lo se, discúlpame vamonos.
Las dos mujeres siempre tenían este tipo de discusiones, el interés de Yulia por Natalia no era real, la veía simplemente como una hermana, una muy bella hermana...
Ambas llegaron primero a la casa de la familia Veovodina, no consiguieron nada, tampoco con los Romanov, fue hasta la tercera casa dónde encontraron una inconsistencia, según la señora Svanova, Elena y Andrei se habían ido temprano por una discusión.
-No tenemos nada Yulia. –Dijo Natalia frustrada.
-Que malos investigadores somos.
-Sí, culpemos a la esposa y vamonos a dormir.
-¿Así? ¿Simplemente quieres culpara a Elena?
-¿Elena? ¿Ahora la vas a llamar por su nombre? Deja a la viuda en paz.
-Es hermosa ¿No lo crees?
-No.
-¿Celosa?
-No, no es mi culpa no ser lesbiana.
-Me fastidias.
-¿Yo te fastidio?
-No culparemos a Elena. Tiene una buena coartada.
-Corroborémosla.
Yulia no quería, ella le creía a Elena pero Natalia la hizo ir a spa de todos modos, quería hablar con la recepcionista y preguntarle si Elena había estado allí.
-¿Disculpe, la señora Elena Katina estuvo aquí el día de hoy?
-Am...sí, la vi llegar hoy en la mañana, como cada mes, fue muy extraño por que no saludó y traía lentes obscuros que no dejaban ver sus ojos, recibió todos los tratamientos sin quitárselos y nadie escuchó que dijera nada, usualmente llega contenta saludando a todos.
-¿No salió antes? ¿No desapareció ni siquiera media hora?
-No, tomó todos los tratamientos seguidos y tomó lo de siempre, Vodka con jugo de uva.
-¿Mucho?
-Casi una botella.
-Muchas gracias. –Dijo Natalia y se llevó a Yulia de la mano.
-¿Por qué el vodka es importante?
-Esta embarazada, no bebería vodka, ¿Sabes? Creo que Elena no estuvo aquí.

CONTINUARÁ...

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