-Hay Lena, ¿Piensas que te rechacé? Claro que no, yo te deseo más de lo que te puedes imaginar, pero no me puedo aprovechar de tú luto, en este momento no sabes lo que quieres.
Se dio un silencio largo e incómodo entre ellas dos.
-¿Cómo van con el caso? –Preguntó para cambiar de tema.
-Joseph Blake ¿Te suena? –Cuestionó.
-Sí ¿Fue él?
-Estamos casi seguros de eso; Natalia tiene una orden de cateo para su casa.
-Que bueno que estén avanzando ¿Dónde estamos?
-Ya llegamos.
-¿A dónde me llevas?
-A un lugar oscuro. –Le dijo.
-¿Oscuro? –Preguntó coqueta.
-Mal pensada. –Le dijo riendo mientras salía del auto y le abría la puerta. –Te llevaré a mi restaurante favorito, es oscuro y acogedor, me da miedo que no comas.
-Me da miedo vomitar.
-Estarás bien, vamos. –Juntas caminaron hasta un restaurante llamado "Pancho Pistolas", este tenía paredes rojas y mesas desiguales que le daban un toque de hogar, en las paredes había fotos de clientes y carteles de películas viejas enmarcados, al mirar al techo se veían banderas del mundo y al fondo se podía escuchar el aire acondicionado que cómodamente mantenía el lugar a 21 grados.
-¡Yulia! Ya se te extrañaba. –Dijo una mujer mayor que gustosa la abrazaba fuerte.
-¡Heidi! –Contestó sin aire.
-Vienes con pareja el día de hoy, me da mucho gusto.
-No es mi pareja, Elena es mi amiga, esta embarazada y sufre de ascos matutinos.
-Ohh, una criatura pequeña, déjame servirte algo, quítate los lentes querida. -Le ordenó llevándola de la mano hasta una mesa en el fondo.
Las dos se sentaron, Heidi les llevó el especial de desayuno y se sentó con ellas.
-Háblenme, tengo mil años sin verte Yulita.
-¿De que hablas? Vine hace 3 días
-Sí y hace 3 días no tenías una "amiga" embarazada.
-Elena es parte de un caso, mataron a su esposo.
-Oh, nooo. –Dijo muy apenada. -¿Y me lo dices así? -Reprendió a Yulia y le dio un golpe en la cabeza.
-Auch!!!
-Te lo mereces...Oh lindura, una chica cómo tú, sola en este mundo y ¡embarazada!
-No está sola Heidi, por eso estoy yo.
-Si claro, de mucha ayuda vas a ser si ni sabes lavarte los calzones y ya quieres cambiar pañales...¿Te molesta que Yulia sea lesbiana?- Le preguntó a Lena.
-No, claro que no.
-Lena es lesbiana oculta.- le dijo en vos baja.
-Oh, esta juventud de ahora ¿Quién los entiende?
Heidi las interrogó durante una hora más hasta que Yulia cortó la plática poniendo de excusa la sita médica.-Oh, Dios, que mujer tan habladora. –Dijo Elena sonriente, ya no tenía asco por lo cual los lentes estaban guardados y sus hermosos ojos lucían como nunca.
-Eres tan hermosa. –Dijo atontada.
Lena se sonrojó y solo pudo decir "Gracias"
-Y...¿De dónde conoces a Heidi?
-Es una tonta, larga y bochornosa historia. –Dijo intentando que Lena olvidara el tema.
-Tenemos tiempo, quiero saber algo de ti.
-¿No puedes pedirme que te cuente otra cosa?
-Sí me llevaste a ese lugar es por que habías considerado el que yo te lo preguntara.
-Sí, y esperaba que no lo hicieras.
-Anda dime.
-Ok, pero es aburrido, yo te advertí.
-No importa.
-Bueno...yo tenía algo así cómo 14 años cuando me enamoré por primera vez, era una hermosa chica llamada Alexis, bajita de cabello rubio a los hombros y unos ojos verdes que más de una vez me ignoraron, estuve obsesionada mucho tiempo hasta que decidí que no era para mi, ni siquiera podía dirigirle la palabra, estaba harta de ver cómo besaba a sus novios, cansada de ver cómo muchas veces salía con varios al mismo tiempo, me resigné para dejar de lastimarme y salí con un par de mujeres hasta que un día descubrí a Alexis mirándome, esa misma semana Natalia nos llevó al cine, me sentía acosada por ella, en ese momento entendí cómo se sintió todo ese tiempo que la estuve mirando, pronto ella estaba en todos los lugares a los que yo iba y un día decidió que en vez de ponerse la playera del uniforme iba a ponerse una anaranjada fosforescente que decía con letras negras "Para que me encuentres rápido", fue un milagro que no la descubrieran en la dirección, ese día la llevé conmigo y le dije: "Se que crees que entre nosotras puede haber algo pero no; estás confundida y crees que me quieres, deja que pase un tiempo, así recuperarás tu gusto por los hombres, no soportaría que eso pasara mientras salimos". Mientras se lo decía parecía no escuchar y me besó, me sentí realizada, estaba con quien yo quería así que decidí después de unos días hablar con mi madre, decirle que me gustaban las mujeres; en el segundo en el que le dije, tomó una maleta, metió mi ropa, me dio 200 rubros y me sacó a la calle.
Estaba demasiado impactada, me fui con Alexis, no quería que me dejara quedarme con ella sino que me abrazara, para mi desgracia no hizo nada, cuando llegué a su casa la vi besándose con alguien más, un hombre, no dejé que me viera, comencé a vagar y así fue cómo terminé con Heidi, pedí el especial del día y cómo viste hoy, se sentó conmigo, dijo que no era bueno que una niña tan linda llorara, en menos de 5 minutos me sacó toda la historia, creí que me iba a correr por ser lesbiana, pero no, se portó muy amable, no me cobró la comida y me dejó dormir en su casa, al día siguiente me dijo que fuera con mi madre a hablar, que de seguro iba a estar arrepentida y asustada y así lo hice, toda la noche mi madre estuvo despierta, preocupada reflexionando y para cuando yo volví me abrazó, me dijo que me quería y que no le importaba lo que yo fuera.
-¡Que historia! –dijo intrigada.
-Te dije que era aburrida.
-No es aburrida, es de telenovela.
-¿Eso es bueno?
-Es interesante ¿Qué pasó con Alexis?
-No le di oportunidad de dejarme, la dejé yo, le dije que no la podía compartir y ella comprendió. La vi hace 2 años, Natalia y yo fuimos a su boda.
-¿Te invitó a su boda?
-Es que es amiga de Natalia, fui su acompañante
-¿Su acompañante?
-Por alguna razón desde que somos amigas no ha habido ningún compromiso serio, yo le espanto a los muchachos y ella me espanta a las muchachas, así que generalmente ella es mi acompañante
-¿No te gusta?
-No me mal interpretes, hay veces que se ve tan bien que me veo obligada a cerrar los ojos, pero nada más, ella es cómo la hermana que nunca tuve, ella hacía mis exámenes de matemáticas y yo los de gramática, nunca nos separamos, pero ya estamos grandes, hace unos meses hablamos y ella me pidió que dejara que los hombres se le acercaran y yo acepté.
-Oh, que bien...¿Y que sentiste al ver a Alexis casarse?
-Nada, estaba feliz por ella, al fin encontró a esa persona que con tanta desesperación buscó durante la adolescencia.
-Muy maduro de tu parte.
-Gracias. –Dijo sonrojada. –Ya llegamos.
-¡Oh, sí! Mi bebé.
-¿Cuánto tienes de embarazo?
-4 meses.
-No se notan.
-Lo tomaré cómo un cumplido, no me conociste antes, yo era más delgada. Préstame tú mano.
-¿Mi mano?
-Sí. –Le dijo tomándola ella misma, se levantó la playera dejando ver su estómago y le puso la mano en varios lugares intentando encontrar el indicado hasta que Yulia lo sintió.
-Wow. –Dijo asustada. –Se mueve ¿Eso es normal?
-Sí Yulia. –Dijo sonriente. Significa que está vivo.
-Increíble. ¿Te importa si vuelvo a tocar?
-Claro que no, se mueve mucho cuándo estoy cerca de ti.
Yulia puso su mano y estuvo sintiendo al bebé durante unos minutos antes de que se bajaran a la consulta-Elena Katina. –Dijo una enfermera haciendo énfasis en la última letra "a" –El doctor te espera. Tu novia puede pasar.
Ni Yulia ni Lena vieron necesario hacerle la molesta aclaración de "No es mi novia", simplemente entraron dónde el doctor, quien casi enseguida le pidió a Lena que se recostara para que la revisaran.
Este guardó silencio unos minutos mientras veía en la diminuta pantalla.
-Elena, yo veo aquí algo que me preocupa.
-¿Está bien? ¿Mi bebé está bien? –Preguntó alterada y afligida
-Tu bebé va a estar bien, es solo que tienes 4 mese de embarazo y es considerablemente más pequeña.
-¿Pequeña? ¿Es una niña? ¡Yulia! Mi bebé es una niña. –Dijo emocionada.
-¿Qué podemos hacer para que esté bien? –cuestionó Yulia sin soltarle le mano a Lena.
-Le daré suplementos alimenticios, le pediré que no se salte las comidas y que cumpla sus antojos, este no es momento para preocuparse por su físico.
-Yo me encargo de eso Doc. –Le dijo Yulia mientras la ayudaba a ponerse de pie.
A la salida les dieron fotos del bebé, un servicio que se ofrecía de regalo.
-¿A dónde quieres ir ahora? –Le preguntó Yulia.
-Tienes trabajo Yul, déjame en casa de mi madre, pero en la noche te invito a cenar, quiero que conozcas un restaurante, mi favorito.
-Genial paso por ti a las...
-a las 9.
-allí estaré, gracias por invitarme a conocer a tú bebé.
-Por nada, de estar allí sola no se que habría hecho.
Yulia la dejó en su casa y se dirigió a la estación.-Estamos en problemas Volkova. –Le dijo el fiscal en cuanto la vio entrar.
-¿Qué pasó?
-Te asignaremos un nuevo compañero mientras todo se arregla
-¿Nuevo compañero? ¿Dónde está Natalia?CONTINUARÁ...
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El crimen
FanfictionNo soy dueña del fic que contaré, solo quiero recordar a los fans de Tatu de hace 10 años y más, que han escrito excelentes historias y que al día de hoy, es momento de recordarlos. Esta historia es del año 2009 y espero que sea de su agrado.