2

78 9 0
                                    



En un día maravilloso lleno de luz que inundaba cada rincón del castillo, al fondo del pasillo se hallaba una gran puerta blanca custodiada por dos guardias, detrás de estas a lado del gran ventanal una cama se encontraba pero en ella había un bulto con figura extraña, se escuchó un leve ronroneo a la vez que se movía, un leve sonido inundo la alcoba, pero este se hacía más fuerte.

-Buenos días majestad es hora de levantarse-dijo uno de los sirvientes mientras alzaba las cortinas y le quitaba las cobijas al peli-negro

El príncipe lo volteo a ver con enojo, mientras bostezaba y estiraba todo su cuerpo, con cansancio se levantó de la cama para después ir al baño que ya se encontraba con una tina llena de agua con burbujas, antes de cerrar la puerta el sirviente menciono unas palabras que disgusto bastante al príncipe

-Por favor cuando termine su baño y de cambiarse, su padre lo esperara en la mesa para desayunar y conversar sobre la coronación además de su casamiento con algún noble-al terminar cerro las puertas de la habitación, dejando a un peli-negro a punto de llorar por todo el enojo acumulado

Al terminar de preparase, se dirigió al salón para poder desayunar con su padre, pero al entrar solo hayo al mayordomo de su difunta madre, con una gran sonrisa fue recibido y de igual manera correspondió, fue abrazar aquella persona que tanto quería porque él fue un gran apoyo en sus momentos más críticos, le tiene tanto cariño que lo considera un segundo padre, Kim Seok Jin se había llevado la mitad del corazón del joven príncipe.

Hola hyung-dijo mientras se sentaba en aquella larga mesa llena de la comida más exquisita, junto con los vajilla más fina de toda corea-¿No sabes dónde está mi padre?

Jin negó con la cabeza, pero justo en ese momento las grandes puertas se abrieron dejando pasar al Rey Kim Nam Joon, en sus manos llevaba un libro, su paso era firme y con una gran sonrisa fue recibido.

Buen día Rey Kim-dijo el mayordomo mientras se inclinaba

Padre, buenos días- dijo jungkook aun sentado en la silla sin ver a su padre

Buenos días a los dos, y Jin sabes que me puedes llamar Namjoon-al decir eso último se sentó en la silla que se encontraba en una de las esquinas de la gran mesa

Jin con un poco de rubor en sus ojos dio una reverencia y salió del gran salón, mientras tanto los dos nobles empezaban su desayuno, el cual transcurrió con total silencio, hasta que la curiosidad del menor gano y decidió hablar

Padre, hay algo que tenías por decirme-con total nerviosismo en sus ojos volteo a ver a su papa, pero al parecer la atención del Rey no estaba en su hijo, si no en el gran libro que leía con ojos curiosos.

Qué triste-fueron las primeras palabras del peli-negro, mientras cerraba el libro e inmediatamente volteo a ver a su hijo, intimidándolo un poco

¿Disculpa?-dijo el menor mientras dejaba a un lado el plato ya vacío

Lo que oíste, que triste- dijo mientras daba un gran suspiro- que triste están tus ojos, ya no son esos hermosos andaluces marrones que podía ver la imagen de tu madre, mira Kook, tu coronación está cada vez más cerca, pero para que puedas ser digno de la corona tienes que casarte con una hermosa chica noble

Padre, se cuál es la Ley, pero me parece muy absurdo-con total nerviosismo junto sus manos y miro directamente a los ojos de su papa, que mantenía un rostro serio- Puedo manejar el reino sin ayuda, y no veo necesario la compañía de otra persona, estoy feliz estando solo, además todavía no encuentro eso que llaman amor, yo quiero sentir ese amor que tu sentías por mama, pero lo repugnaría si es a la fuerza.

Debes de entender que no es por amor, si no para tener un heredero- ya con tono de molestia el Rey Kim se levanta obteniendo superioridad y fuerza para decir las siguientes palabras- No está a discusión, soy el Rey y se hará las cosas como yo lo diga, por eso mismo ya te comprometí con la princesa Lalisa Manoban, ella es la primera y única hija del Rey de Tailandia. Espero que lo manejes como un hombre y tomes el lugar que te corresponde como heredero de este reino construido por tus ancestros.

Sin más que decir el Rey Kim agarra su libro y deja el salón, en ningún momento volteo a ver a su único hijo, que se encontraba de rodillas con la cabeza gacha cerrando sus ojos con fuerza evitando que las lágrimas caigan sin censar, se abrazó así mismo mientras sollozaba, con dificultad se levantó, y salió corriendo al patio de atrás, necesitaba a la única persona que lo comprendía, necesitaba huir de ahí.

Mientras tanto el mayordomo camina a la sala de estar, cuando entro encontró al Rey mirando a la ventana agarrando fuertemente un libro, cerró todas las puertas para evitar que alguien escuchara o interrumpiera.

-No debió de ser tan duro con él, le recuerdo que usted pasó por lo mismo

-Claro que no Jin, no es lo mismo, porque yo estaba enamorado de alguien, yo tenía mis ilusiones tan altas, que el dolor por el que sufrí es 100 veces más doloroso-dijo mientras no despegaba su vista de la ventana y se afianzaba más a ese libro- Yo perdí un amor, toda una vida llena de felicidad, el...solo está perdiendo su libertad de encontrar su alma gemela, lo cual no quiero que pase, entre mas rápido se case, será mejor.

Pensé que no creía en las almas gemelas, señor-dijo mientras se iba acercando más, colocándose a lado de Namjoon

Creo en ellas, pero no confió en que esa leyenda sea totalmente cierta, hay almas gemelas que su destino es jamás estar juntas, y sufren- volteo a ver al castaño que se encontraba justo a su lado izquierdo, con ojos cristalinos le entrego el libro que había abrazado con tanto aprecio

Deberías leerlo, es un buen libro, mi favorito-sin decir más, el Rey Kim se va de aquella sala, dejando a un mayordomo totalmente confundido.

Jin miro la portada del libro "El miedo (Gabriel Chevallier)", le dio bastante curiosidad así que decidió guardar ese libro entre sus cosas para poder leerlo más tarde.


Falaina ಌJikook-KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora