Falaina ಌJikook-Kookmin

25

Un gran estruendo fue escuchado en la habitación del Rey acompañado de grandes pasos que al parecer sabían perfectamente su lugar, como siempre se encontraba en la ventana pero esta vez no tenia su atención en un libro, sus ojos se encontraban admirando el gran patio que recibía a todo aquel que entrara por la puerta principal aquella que no ha sido abierta hace tanto años, sus manos jugaban con un pequeño clavo mientras sostenían un martillo.

-Eres un imbécil- grito Jin con un gran enojo en sus ojos a la vez que hacia sus manos puño

-No me hables así, recuerda tu posición- susurro aquel gran Rey que aun seguía con su vista perdida 

-¿Mi posición?, ¡JA!- se burlo Jin con algo de ironía en su voz- No recuerdas y tampoco dices eso cuando estamos en la cama, ¿verdad? 

Inhalo lo bastante fuerte para por fin sincerase y que pueda salir aquel gran estruendo que esta haciendo su cabeza 

-Cuando llegamos a esto Nam, los insultos, el tratar así a Jungkook. Sabes que el no tiene la culpa de nada y que lo que menos necesita es a su padre en contra, le quitaste a la única persona que lo entendía, que podía hablar con el sin miedo hacer reprimido. Y ahora, ahora lo encierras en su cuarto, sellando la  única ventana en la que se escapaba para ver a su mamá mientras tu...- cayo al instante cuando supo lo que diría. 

-Mientras me iba a escondidas siempre a las 12 am para irme a tu cuarto y...ser felices- siguió viendo la ventana dejando caer el clavo y el martillo- Me acuerdo de esa noche Jin, prometimos que iba ser la ultima vez por que Jungkook en su gran inocencia ya estaba sospechando que su papá no amaba a su mamá y que esa era una de las grandes razones por la que su mama pidió un cuarto aparte.

-Nam...no fue tu culpa- Jin ya se había calmado un poco y fue a abrazarlo por la espalda rodeando sus brazos en su cintura, encajaban perfectamente 

-Si tan solo nos hubiéramos detenido, hubiéramos evitado todo esto...-

-Por que el ser felices, no podía salir de la cama...era imposible- poco a poco se giro agarrando con sus manos la cara de aquel consejero real que se había robado su corazón en el primer momento que se vieron

-Debo impedir que Jungkook se enamore, sino lo hago, el será infeliz como yo añorando el pasado, despreciando el futuro y olvidando su presente- Sus ojos lloraban pero su mirada seguía seria 

-Pero con eso, estas perdiendo a tu hijo y Jungkook esta perdiendo una parte de su luz que lo ha caracterizado desde niño, esta solo en este palacio, yo no puedo estar con el todo el tiempo- 

-Pero sus guardias, ellos pueden ser sus amigos...- Jin negó con la cabeza el tan solo pensar esa idea

-Uno de esos guardias esta o estará enamorado de Jungkook, es cuestión de tiempo que solo se hablen y...se enamoraran al instante- Namjoon abrió grande sus ojos, y movió sus manos a la cintura de Jin y este cambio de lugar sus manos a los hombros del mayor 

-¿Como sabes eso?-

-Por que el guardia Park Jimin fue el pequeño niño que choco con el hace mas de 10 años y lo lleno de harina, recuerda, me pediste que siguiera al niño...-

-Si recuerdo, pero esto que tiene que ver...-Jin cerro los ojos y suspiro 

Le fue contando todo lo sabia ,desde que Jimin entro al cuarto de su hijo hasta  la pequeña advertencia que le hizo antes de que Yoongi se fuera 

-No puede ser...- Namjoon se encontraba pálido pero jamás soltó a su pareja 

-Se esta repitiendo la historia Nam, es cuestión de tiempo...- 

-Puedo encerrar a Jungkook, en el pequeño bucle que hay, hasta que nos pongamos de acuerdo con el Rey de Tailandia de cuando su hija puede viajar para que solo se casen y listo.- 

-¿Te estas escuchando? , no vas hacer eso- ambos se quedaron viendo y Nam solo pudo asentir con la cabeza

-No quiero que sufra, es mi único hijo, no dejare que le rompan el corazón- 

-Sabes que es inevitable, es el destino y no podemos ir en contra de el- 

Sin nada mas que decir se abrazaron sin decir nada, solo pidiendo a cualquier dios que se encuentre presente que los ayudara 

...

Al día siguiente Jungkook despertaba para poner acabo su plan, era ahora o nunca. 

No se preocupo el por que Jin no se hallaba a su lado, al fin y acabo tenia cosas importantes que hacer. Se vistió rápido y saco un pequeño martillo y su espada se dirigió a su ventana y quito de poco en poco los tablones que impedían paso a la luz, con éxito los quito todo y se salió de su habitación con maderas en mano, dirigiéndose al cuarto de su padre 

Abrió ambas puertas y entro, ya su padre se hallaba de pie viéndose al espejo desviando su mirada a su pequeño hijo

-¿Que haces aquí? ¿Y tus guardias? Se supone que deben estar acompañándote en todo momento-

Jungkook rio y lanzo las tablas a los pies de su papa- Tu ya no me vas a prohibir, ni si quiera a quitarme nada mas, esta es mi vida, ya me arrebataste el cuarto de mi mama y ahora  a mi mejor amigo que lo mandaste al matadero, no se que mas quieres de mi. Me casare por que TU quieres que lo haga, pero eso será lo ultimo que obtendrás de mi a partir  de ahora seré libre, hare lo que quiera e intentare ser feliz en este estúpido castillo además que tendremos que fingir ser una linda relación de padre e hijo. 

Se quedo callado esperando a que su padre diga algo, lo hizo, pero no espero tales palabras 

-No me interesa si tenemos que fingir, lo único importante en esta conversación es que tu heredes la corona, te cases y tengas un heredero, punto.-

No pudo reprimirlo mas y comenzó a llorar, se supone que un padre ama a su hijo...no hacer que se odien y se repugnen mutuamente 

-Sabes por un momento pensé que me dirías "te quiero" o un "No tenemos que fingir hay que intentarnos llevarnos bien", pero ya estoy cansado de rogar por amor- Namjoon se quedo perplejo sin saber que decir, lo estaba destrozando- Pero sabes, ya no quiero nada de ti, lo único que tenemos en común es la sangre, pero no pasara de eso. Te repugno, te odio, tengo lastima por ti, tengo todo tipo de sentimientos cuando te veo pero lo triste de todo es que no son de amor, te veo y me esfuerzo realmente lo hago, para que mi corazón sienta algo de cariño por ti, pero nada. 

Suspiro para dar su ultima declaratoria y salirse de ahí

-Evitaremos hablarnos amenos que sea para fingir frente a otros, mientras tanto tu ya no eres mi padre, con permiso Rey. 

Con el corazón destrozado se salió de ahí, se fue corriendo al cuarto de su mamá ahí se salió por el pequeño agujero que estaba siendo escondido por unos muebles y al pasar por este paso por el jardín ahí mismo también estaba otra ruta de escape, a su mamá siempre le encantaba salir de vez en cuando, corrió al gran lago, se arrodillo y lloro todo lo que pudo. Los cambios dolían, no, quemaban.