final

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agarrense los pantalones y faldas para lo que viene

Abro los ojos de poco a poco, y la luz cae directo a mis ojos, doy un gruñido y paso una manos en estos, pero gimo de dolor y con mis dedos trato de de tocar la parte superior de mi pómulo, pero duele demasiado. Escucho alguien entrando a la habitación, y lo primero que veo es a mi amigo Jimin.

—¡Joder tío!—exclama y camina hacia mí con una sonrisa—es bueno saber que despertaste, estaba preocupado.. nunca pensé que el haría algo como esto.

Me acomodo en la camilla y una enfermera ingresa.

—¿Qué fue lo qué pasó?—pregunto.

—Jungkook te golpeó con un bate de béisbol en un ataque de ira, pudimos sacarte a tiempo..tienes una pequeña contusión, y has estado durmiendo por dos días.

La enfermera explica, y hecha una pomada en la zona adolorida y me doy cuenta de que tengo una pequeña venda en la mano, trato de moverla pero duele peor.

—No, no muevas tus dedos. Dos de ellos se han fracturado, Tae todos estaban muy preocupados—veo el carnet en su uniforme, y en letras grandes dice; YeBin.

Abro los ojos de par en par, ¿YeBin enfermera? ¿Espera, qué?

—¿No se supone que tú eres la novia de Jungkook, y ambos me mataron..?—digo algo confundido, Jimin me mira preocupado.

Ella ríe.

—Fue un sueño. Soy tu compañera desde hace un año, somos mejores amigos y.. Jungkook y yo no salimos, él sale contigo en secreto.

Me sonrojo.

—¿Podrían explicarme como diablos llegue aquí y qué pasó?

Ambos asienten, y me preparo para escuchar la historia.




Ahora estoy en camino a la habitación 203. Soy especialista en ver casos de sociópatas, como en Jungkook. Él es un sociópata, no tiene ni remordimiento ni empatía por sus acciones; él ha sido condenado a pena de muerte por matar a su familia, entre ellos su madre, padre, hermanos, sobrina, y un amigo. Su abogado logró que la pena de muerte se transfiriera a cadena perpetua, pero en este hospital.

Recuerdo la primera vez que entré a su habitación, estaba mirando a la nada y su flequillo era demasiado largo en ese entonces; sus ojos yacían opacos, y se mostraba serio.

—Bien, ¿Jungkook verdad?—pregunto tratando de interactuar con el paciente.

Él se mantiene callado, y me siento cerca de él.

—¡Aléjate o te mataré!

Me mantuve quieto. En estos casos solo debes mantenerte en silencio, y tratar de saber cual será su próximo movimiento. Al no ver que me mueve, suelta un suspiro y puedo notar su sonrisa asomarse.

—Sí, soy Jungkook.

Sonrío.

—Bien, Jungkook..¿Por qué estás aquí?

Alza los hombros como si no fuera gran cosa, y relame sus labios diciendo:

—Maté a unas cuantas personas.

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