>>Marianne<<
Describirme como atemorizada es poco, mi cuerpo no se mueve, mi cabeza no piensa, mis manos están entumecidas al igual que mis pies, mis ojos no podían creer lo que estaban viendo, pero, sobre todo, yo no podía creer lo que estaba viviendo. Veía como poco a poco Valentín iba perdiendo el control, en cuanto a lo físico estaba totalmente igual, pero su forma de pararse, y todo lo que lo rodea era diferente, en especial sus ojos, tenía ojos de gato.
Algo había salido mal, el ritual no funciono. En vez de eso, la bruja tomo su cuerpo, no tenía control total sobre él, de hecho, seguía luchando para que ella no pueda dominarlo. Yo estaba estupefacta, no sabía si aprovechar que la bruja no estaba 100% al mando y correr lo más rápido que pueda, lo haría otra vez. Otra vez volvería a ser una cobarde, otra vez me volvería a ocultar de personas que son más valientes, otra vez no afrontaría los problemas yo misma, otra vez fallaría.
—Marianne, ¡corré!, en cualquier momento no voy a ser el mismo —vociferó mientras sufría y se retorcía en el suelo para impedir la llegada de ese ente maligno.
—¡No voy a correr!, te voy a ayudar, solo dame tiempo y algo se me va a ocurrir —conteste mientras me llevaba las manos a la cabeza y pensaba en algo que no sea huir.
—No voy a poder salvarte, Marianne, no quiero hacerte daño —suplico mientras lloraba desconsoladamente en el suelo debido a saber el final.
—Tengo que confesarte algo, ¡siempre me gustaste!, siempre fuiste alguien calmado que aguanto las burlas de los demás, nunca te inmutaste ante todas esas personas que te llamaban asesino sin saber nada, siempre te admiré por tener el valor que a mí me faltaba —dije llorando mientras estaba quieta en el mismo lugar.
Todo se silenció, mis ojos quedaron fijados en Valentín, no se movía más. Trate de acercarme a el poco a poco. Estaba tirado boca abajo, le toque la espalda, no reacciono. Trate de darle vuelta, ya con la esperanza de que todo termino.
Trate de darle vuelta con la poca fuerza que tenía, por lo que iba despacio, tratando de no hacerle daño. Después de ponerlo boca arriba los ojos de él se abrieron y pude ver como en ellos, unos ojos de gato destacaban. A base de pataleos trate de desplazarme lejos de la bruja, ya no era Valentín. Ahora éramos yo y ella.
—Qué lindo discurso, lástima que Valentín nunca va a poder responderte —dijo con una especie de voz doble con la que podía hacerme la idea de quien dominaba el cuerpo.
—¡No te tengo miedo! —le respondí.
—Mala elección —dijo mientras corrió hacia mí con un cuchillo en la mano.
Apenas pude esquivarlo, me rozo el brazo y este empezó a sangrar. No salía mucha sangre, de hecho, con la adrenalina del momento ni lo note.
Pasó de largo, ahora estaba detrás mío. No perdí tiempo en encararlo, fui directamente detrás de la estantería a poder esconderme y pensar algo. De repente se acercó a mí y me pego una patada, sin duda alguna costilla me fracturo. Mi respiración era mala debido al ataque, me quede en el suelo tratando de recuperarme mientras ella se iba acercando a paso lento.
Me agarró del cuello y luego me alzo. Lo vi cara a cara, esos ojos de gato no dejaban de hipnotizarme, su piel se volvió pálida y con un tono putrefacto.
—Valentín no existe más —murmuro mientras apretaba cada vez más.
Junte toda la fuerza posible en mi mano y clave mis dos dedos en sus ojos. Cayo en el piso por lo que tuve mi oportunidad de volver a esconderme, esta vez lo hice debajo de un escritorio. Pude escuchar cuando la bruja se paró y soltó un grito para demostrar lo enojado que estaba.
—¡Como te atreves!, voy a buscarte y te voy a desmembrar —rugió mientras buscaba mi escondite.
Mi respiración era casi incontrolable, la adrenalina del momento no dejaba lugar al miedo, sino en pelear.
Escuche como iba tirando los libros que se encontraban en la estantería mientras se iba acercando a mi posición.
—Puedo oler tu miedo.
Sin poder reaccionar, tiro el escritorio para luego pegarme una patada que me arrincono contra la pared. No podía moverme, era mi final y el final de los sueños de Valentín, poseído por esa extraña bruja.
No paro de jugar conmigo, me volvió a alzar tomándome de mi cuello. Esta vez no lo dudo y me tiro hacia el medio de la biblioteca. Caí justo alado del jarrón, pero no tenía suficiente fuerza para intentar algo.
El cuerpo de Valentín se iba acercando, con cara de felicidad macabra por poder al fin matarme. Se puso al frente mío, me miro por unos segundos. Su cara cambio se veía más serio y atemorizado.
Revoloteo la cara y puso sus ojos en mí, alzo su cuchillo para asesinarme para posteriormente bajarlo rápidamente. Cerré mis ojos, pasaron 2 segundos y no sentí nada más que el dolor de mis huesos rotos. Había parado el recorrido del cuchillo 2 centímetros antes de apuñalarme.
Parecía que algo lo estaba deteniendo, el cuchillo estaba frente a mis ojos, un paso en falso y estaba muerta. Aproveche el momento y con un poco de fuerza logre pararme, y verle la cara. Lo acaricié y le fui tocando lentamente el pelo.
—¡No quiero hacer esto! —balbuceó lo que parecía ser el alma de Valentín nuevamente.
—Valentín, ¡vos podes!, no te dejes controlar, ¡sé que podes! —grité con el afán de poderlo hacer ganar esa pelea interna.
—¿De verdad pensabas que iba a perder frente a un mundano?
Clavo el cuchillo en mi estómago, mi cuerpo se debilito, no podía moverme en lo más mínimo, lo único que hacía que mi cuerpo no caiga era el ente que me agarraba del cuello. Valentín perdió la batalla interna contra la bruja.
Mi boca empezó a gotear sangre, puse mi mano en mi estomago tratando de creer lo que había pasado. Estaba a segundos de morir y nada lo podía impedir.
En mis últimos segundos de vida vi cara a cara a Valentín, o lo que quedaba de él. Sorprendentemente una lagrima caía de uno de sus ojos, demostrando que él seguía ahí dentro.
Pero había algo que la bruja no sabía, rendirse no es opción. Con la última pizca de fuerza que me quedaba saque el cuchillo de mi estómago y lo clave directo en el suyo. Perdió toda su estabilidad y me dejo caer. Desde el suelo pude ver como poco a poco los ojos de gato se iban deshaciendo y como volvían los de Valentín.
—Sabía que podías hacerlo, estoy orgulloso de vos —flaqueó con sus últimas fuerzas.
—Vos me disté la fuerza —dije mientras estábamos los dos tirados en el piso con un derrame imposible de detener.
Mis ojos fueron directo hacia el jarrón, una especie de humo entro en este y pude ver como se cerraba el mismo. La bruja había sido vencida.
Con nuestras ultimas fuerzas tomamos nuestras manos mientras miramos el techo de la biblioteca. Parece un final triste, pero los dos acabamos con nuestros objetivos, el mío era estar con él y el de Valentín no era exactamente derrotar a la bruja, sino proteger a las personas que ama.
2 días después
<<<Señoras y señores, en el noticiero de la madrugada nos entristece la siguiente noticia, dos jóvenes fueron encontrados apuñalados, en la antigua biblioteca del pueblo, desde acá les enviamos condolencias a las familias y amigos. Las autoridades siguen buscando responsables...>>>
Fin...
¡Gracias por leer!
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Misterio disfrazado de muerte
Mystery / ThrillerValentín acaba de mudarse a un pueblo donde sin querer se ve envuelto en un misterio paranormal con una historia de mas de 400 años.