Hoy no dormí, estuve planeado la venganza que llevaría a cabo en unas horas. Pase toda la noche haciéndome preguntas. ¿Quién es la bruja de los ojos de gato?, todas mis fichas estaban sobre Marianne, fue la única que se me acerco a mi sin razón aparente y luego me interrogo. No quería hacerle nada malo a Marianne, solo a la bruja. No estaba totalmente seguro, pero si lograba sellar a la bruja, tal vez ella siga con vida. Otras de las preguntas que me plantee fueron: ¿Desde cuándo la bruja tomo el cuerpo de Marianne?, pero, mi mayor pregunta era: ¿Qué cuerpo tomo la bruja cuando mato a Emma?
Era un lunes a las 10 de la mañana. No había ido a la escuela, supuse que Marianne sí, pero no me importaba. Estaba seguro que ella iba a asistir al lugar en donde planee todo.
Me levante de la cama, no desayune ni me bañe. Lo primero que hice fue bajar por las escaleras y prender la tele. De pronto se me salió una lagrima, estaban pasando el asesinato de Axel. Me sentía devastado, pero, sobre todo, tenía un nuevo objetivo: Vengar su muerte. Este era un objetivo mucho más sólido, a Emma no la había conocido del todo, tomé el caso por el simple hecho de que quería jugar a ser el detective, me encantaban los misterios. Pero ahora voy a hacer que la muerte de Axel no sea en vano.
Según el noticiero, la muerte de Axel fue más bien un suicidio, por lo que no me debería preocupar en ese frente. Me pare de la mesa y empecé a empacar todo en mi mochila, puse una soga y un par de cosas que me van a servir a la larga. Mis papás iban a venir del trabajo en aproximadamente una hora, por lo que rápidamente hice una nota de despedida. No esperaba morir, pero como están las cosas, cualquiera puede salir herido.
Me puse una campera blanca y una gorra para no llamar la atención. Me dirija hacia una pequeña montaña que había a las afueras del pueblo. En la mitad del camino, le mandé un mensaje a Marianne para poner todo en marcha, le escribí lo siguiente:
Valentín: Marianne, no creo que pueda seguir con esto. Hoy en la pequeña colina voy a terminar todo, te lo digo para que puedan encontrar mi cuerpo. Adiós.
Según los horarios, estaría en la clase de Ingles, por lo que tardaría aproximadamente unos 10 minutos en leerlo. Y así fue, me empezó a vibrar rápidamente el celular que me habían comprado mis papás hace una semana.
Marianne: ¡No!, no lo hagas. Ya salí de clases, voy directo hacia donde estas, por favor no lo hagas.
Guardé el celular y seguí mi camino hacia la montaña. Me faltaban apenas unos 15 minutos para llegar y no me dejaba de sonar el celular debido a las llamadas de ella. Se ve que todo está yendo como lo había planeado y si todo seguía así, podría tener chances.
Subí poco a poco la montaña, al llegar me senté del cansancio, empecé a sacar la soga que tenía en la mochila mientras observaba el paisaje. Toda la ciudad en mis ojos, sentía que estaban en peligro y que solo yo podía hacer algo. Me pare y empecé a atar la soga justo en un árbol. Hice un calcula para saber en qué momento llegaría Marianne hacia la cima de la montaña, según lo que planee, llegaría en 5 minutos. Empecé a ponerme manos a la obra.
Puse una piedra en el suelo, y sin dudarlo, ate la soga en mi cuello y luego salte de la piedra mientras la empujaba para no tener la oportunidad de apoyarme en algo y poder respirar. Sentía como me quedaba sin aire, mi cuerpo me pedía a gritos que corte la soga, pero no quería. Veía como no venía nadie, y mis ojos empezaban a cerrarse poco a poco. Supongo que este es mi final, lo que la bruja quería, ¿no?, supongo que con mi muerte por lo menos no voy a impulsar a nadie a seguir con el caso.
Estaba a punto de rendirme mientras contemplaba la ciudad. De pronto mi cuerpo se detiene y dejo que todo fluya.
Estaba todo oscuro, no venía ni lo más mínimo. Tampoco sabía si estaba acostado o sentado. Era como si estuviese en un espacio negro donde estaba flotando. De repente veo que unas luces se prenden. Al parecer estaba sentado en una silla, al otro lado se puede ver una silla idéntica. Veo como alguien sale de las sombras, justo atrás de la silla, era Emma. Empezó a caminar hacia mí para luego sentarse. Nos miramos unos segundos, no estaba sorprendido ni en lo más mínimo.
—Estoy muerto, ¿no? —dije con una voz totalmente calmada
—Se ve que aprendes rápido —dijo Emma mientras soltaba una pequeña sonrisa y miraba hacia otro lado.
—Axel sufrió mucho con tu perdida.
—Si, eso pude ver. Lamento todo lo que paso, no supe donde me metí —dijo arrepentida
—Tu muerte fue... — dije con un poco de pena.
—¿Dolorosa?
—Si.
—En lo más mínimo. Estaba en mi patio porque me habían despertado unos ruidos. Cuando fui a ver, apareció un hombre extraño, mientras lo miraba se le iba deformando la cara poco a poco hasta poder verse una mujer horripilante. Seguido a eso, me miro, tomo mi cara y de ahí no recuerdo nada más.
—Ya veo —Dije mientras agachaba la cabeza.
—¿Sabes por qué estoy acá con vos y no Axel por ejemplo?
—No se me viene ninguna idea a la cabeza.
—Se cómo sellar a la bruja.
—De donde se supone que sacaste esta información.
—Te puedo asegurar que no dé cuando estaba viva.
—Entonces debo confiar en algo que podría ser una alucinación —dije desconfiadamente.
—Es tu única esperanza, sino estas muerto —dijo Emma con una cara totalmente seria mientras me miraba a los ojos.
—Te escucho.
—Es bastante simple, solo tenés que matar el recipiente donde se alberga la bruja y luego poner un nuevo recipiente que no sea un humano para poder sellarla de nuevo. Pero no cualquier recipiente, uno que dentro lleve algo que sea especial para vos. La bruja suele meterse dentro de alguien que sea especial para la víctima.
—Pensé que iba a ser más difícil, ¿y por qué el cura no se le ocurrió tal idea? —dije de forma sarcástica.
—Es más difícil de lo que pensás. No creo que tengamos mucho tiempo. Espero no verte hasta que te mueras de viejo —dijo mientras soltaba unas lágrimas y soltaba una risa encantadora propio de ella.
De repente vi la luz, mis pulmones se llenaron de aire y pude contemplar el sol que se encontraba justo arriba mío. Vi hacia un costado y estaba Marianne llorando tratando de poder revivirme a tiempo.
Trate de sentarme, al verme, solo me miró fijamente y se abalanzó sobre mi para abrazarme y seguir llorando.
—Pe-pensé que te habías muerto —dijo mientras se secaba las lágrimas.
Simplemente la abracé y la consolé sin decir ninguna palabra.
Ahora tengo camino directo hacia la bruja. Marianne al principio era mi objetivo, por lo que planee esto para saber si ella era la bruja. Si me dejaba morir y tomaba mi alma, sería la bruja y todo acabaría para mí. Al contrario, me salvaría y podría darme cuenta que no es la bruja. Fue un plan totalmente arriesgado, pero si salía bien podía ir directo hacia la bruja. Ahora sé cuál es el recipiente el cual yo tanto aprecio. Al principio tuve dos sospechosos, el primero, como les demostré, fue Marianne. El segundo fue Jacky: La pintoresca reencarnación de mi egoísmo. Algo que tanto amaba, pero ahora odio con toda mi alma.
La miré a los ojos a Marianne y solo le hice una pregunta:
—¿Me querés ayudar en algo?
—Si es por vos, obvio —dijo mientras se secaba las lágrimas.
Ya no vería a nadie más como una carga, sino como un par. Si me estas escuchando, no te tengo miedo Jacky, mejor dicho, no te tenemos miedo.
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Misterio disfrazado de muerte
Mistério / SuspenseValentín acaba de mudarse a un pueblo donde sin querer se ve envuelto en un misterio paranormal con una historia de mas de 400 años.