Capitulo 5: Depredador y presa.

248 25 2
                                    

Sin voltear atrás corrió, quería darse un buen golpe contra la pared... o en su caso árboles.

¿Por qué era tan débil? Y peor aún, frente a la odiosa de Hinata.

La flora y fauna del bosque no tardo en golpearla con sus ramas, en cuanto se encontró perdida dejo de correr.

"Tonta, infantil." Se reprocho severa dejándose caer de rodillas en el musgo.

Con furia se limpió las lágrimas, no tardando en dejar escapar un sinfín de sollozos.

—Debería...

No pudo completar su frase gracias al suave crujido de las hojas acercándose.

—¿Qué deberías hacer? —Le cuestiono la voz inexpresiva de Menma.

—¿Por qué?...

—Eres... interesante, por así decirlo, hace unas semanas no eras tan ágil, supongo que puede haber algo especial en ti, si buscamos más allá de tu enorme frente.

Se burlo colocando su dedo en su frente.

Aun con las lagrimas en su rostro arrugo sus cejas, marcando una línea de expresión en su frente.

—No te entiendo...

El chico ladeo la cabeza dando a entender que no sabia a que se refería, la chica no tardo en aclarar.

—Hace unos días, me trataste como si te hubiera hecho algo, pero hoy... —No podía decir las palabras por el temor a romper el llanto, el era el hijo de nadie y quizás no era lo correcto.

El chico no tardo en hincarse a su altura y tomar su mano.

Las mejillas de la chica se tornaron carmín por el gesto, pero rápidamente fue sacada de su burbuja al escuchar el aliento entre cortado de alguien acercarse.

Usumaki chasqueo la lengua molesta por la interrupción, ambos sincronizados, miraron al chico Uchiha escapar, ni uno de los dos se movió hasta que el sonido de hojas pisadas se detuvo.

Sakura frunció el ceño y alejo su mano con violencia.

—¿Qué te está pasando?

—Me gustas. —El rubio soltó sin más.

Sakura lentamente retrocedió, negando con su cabeza.

—No creía que tu fueras como los demás, que te gustara jugar con las emociones de los demás.

El de ojos color cielo, lentamente rodo los ojos fastidiado.

—¿Por qué eres tan desconfiada?

La chica no respondió e intento alejarse, pero el chico fue más rápido y la tomo con demasiada fuerza de la muñeca, dejaría marca, eso lo suponía ella.

La chica miro con ironía la mano con la que la sujetaba y soltó sin más.

—Dudo mucho que esta sea la forma de tratar a alguien que se ama.

Intento soltarse, pero le era imposible, tal como si de la fuerza de un adulto se tratara.

Los labios de Menma lentamente se curvaron en una sonrisa llena de desprecio.

—Que aburrido es tratar con niñas como tú, ¿Sabes cuál es tu problema? —La voz masculina dijo sin esperar respuesta. — Tienes una mente demasiado activa, por lo que piensas demasiado, como tu mente no descansa, aprendes más que los demás, pero también tu cabeza te traiciona al ver cosas donde no las hay. —La voz del hombre dejo escapar un suspiro y concluyó. — Es más divertido cuando las crías se dejan llevar por sus sentimientos, pero supongo que debo adaptarme a lo que hay.

//Cancelada// EstigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora