CAP. 1

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En la ciudad de los monstruos Tempest.
En la habitación de Rimuru.
Un dragón engreído y un pequeño slime se encontraban acostados en la cama leyendo manga.
Ambos en su forma humana.

-Oi Rimuru ya terminé, dame el que sigue -extiende la mano-

-Veldora, no ves que lo estoy leyendo? -sin apartar la vista del manga-

-Tch!... Cuánto te falta?!! -se acerca y mira el libro- Eh?!! Apenas vas por la mitad?!!

-Shisst! Si me sigues interrumpiendo tardaré más! -tono burlón-

-Buu!! Pero quiero leerlo ahora -deprimido-

-Espera a que termine...

-No! No puedo esperar! Lee otro y dame ese sí? -le sonrie-

-No seas caprichoso... -voltea los ojos irritado-

-Vamos no seas así! -se acerca más intentando quitarle el libro-

-Oi, para ya! -empujandolo-

-Rimuru, déjame leerlo -se tira encima de él-

-Veldora! Estas pesado! -rie-

Veldora apoyaba sus brazos en la cama, a los costados del cuerpo de Rimuru, mientras tenía al pequeño debajo de él forcejeando.
La entrepierna de Veldora rozó la pierna de Rimuru y sus mejillas de tiñeron de rojo.

-Veldora? -lo mira confundido- Pasa algo? Tu cara esta muy roja -levanta su mano acercándola a su cara-

-Y-yo... -nervioso- Puedo leerlo luego! Debo irme! -se levanta rápidamente y desaparece-

Rimuru quedó confundido ante la actitud de Veldora.
A veces no podía saber qué pasaba por la mente de aquel dragón testarudo.

Desde que Rimuru fue capaz de cambiar el sexo de su cuerpo a su antojo y producir organos sexuales, habían aumentado las personas y monstruos que andaban detrás de él.
Esto le molestó mucho, era muy incómodo para él ser acosado constantemente, si no fuera por la ayuda de Veldora y su protección, no podría haber aguantado.

Era consciente de que lo único que deseaban todos ellos, era que Rimuru diera a luz a sus hijos o en el caso de las mujeres, tener ellas a los herederos de Rimuru.

El único verdadero amigo que le quedaba era Veldora, no estaba dispuesto a perder su amistad y por eso quería ayudarlo, sabía que había algo que lo estaba molestando, pero Veldora no se lo diría porque es muy orgulloso.
Tenía que descubrir que era y ayudarlo como pueda, eso era lo único en lo que podía pensar en los últimos dias.

-Ranga!

-Rimuru-sama! -sale de su sombra emocionado- Qué puedo hacer por usted?

-Tengo una misión muy importante para ti...

...

(Aviso:🔥)

Veldora apareció en su habitación.
Sus mejillas estaban muy rojas y una notable erección se hacía presente en su parte baja.
Su mente se lleno de pensamientos lujuriosos haciéndolo sentir muy culpable y avergonzado.

-Eso estuvo muy cerca... -con la respiración agitada- (Rimuru no se dio cuenta no?...) Tch!!! -se lanzó en la cama con las manos cubriendo su rostro- Soy un idiota degenerado!! Maldición!!

Veldora controló su respiración y con una ducha muy fria esperó a que su erección desapareciera.
Al no obtener resultados se sentó en la cama irritado.

Desde hace un tiempo había comenzado a tener sentimientos por Rimuru. Sabía muy bien que no era el único, también era consciente de lo incómodo que sería para Rimuru si llegaba a descubrirlo.

-Ah!! Porque me pasa esto a mí?!! Maldito cuerpo calenturiento!! -observando como su erección no desaparecía- No puedo hacerlo otra vez... -sonrojado- No puedo hacerle eso a Rimuru...

Su mente le decía que no era correcto, pero su cuerpo se negaba a escuchar.
Estaba furioso por tener que hacer eso de nuevo, pero no podía controlarse más.

-Losiento Rimuru... -mordiendose los labios con fuerza-

Con una de sus manos rodeo su miembro y comenzó a masturbarlo.
Su mente se nubló, llenandose de imágenes eróticas de Rimuru mientras que jadeaba excitado.

-Mmm~ -con la respiración agitada-  Rimuru!~

Como serían sus gemidos?
Que cara pondría mientras lo penetró?
Como sería su expresión al venirme dentro suyo?
Su pequeño cuerpo siendo embestido...
Su interior tan cálido y apretado...
Pidiendo más y más...
Esos eran los pensamientos que pasaban por la mente de Veldora.

-A-ahh!~ Rimuru....Rimuru....T-te amo~

No podía evitar imaginarse sobre Rimuru embistiendolo, mientras el gemía pidiéndole venirse en su interior con sus mejillas muy rojas.

Llenarlo con su semen una y otra vez, hacerlo un desastre.
Morder sus pezones y dejar marcas en su cuerpo para poder mostrarle a todos que le pertenecía.
Sus mejillas llenas de lágrimas y su cuerpo temblando de la excitación.

Había imaginado tantas maneras de poseer a Rimuru, deseaba tanto hacerlo suyo y estar a su lado amandolo siempre.

-M-me voy a... Ahh Rimuru!~ -jadeo mientras que terminaba de correrse en su mano-

Cayó rendido en su cama irritado por lo que había hecho.

-Joder...

¡Si no me amas...!(RimuruxVeldora)  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora