━ 𝖠𝖢𝖳𝖮 II: Amistades.
Era la hora de almuerzo y me sentía agotada físicamente. Me dolía la espalda, mi pecho y mi trasero. Por más rondas que había tenido con aquél demonio, ninguna de ellas me dió el clímax que deseaba. Sólo me dolía. Era como si fuese virgen de nuevo, con dolores parecidos a los que tienes cuando por primera vez tienes sexo, pero peores.
Cosas como estas me recordaban a como la perdí en vida.
Mi vida antes de morir fue un despelote total.
Morí en los años ochentas, alrededor del ochenta y cinco, donde el auge de la música y el consumismo era lo más sobreexplotado. Cuando tenía doce años perdí mi virginidad gracias al novio de mi madre de ese entonces, que tenía un puto fetiche por las niñas pequeñas con un padre ausente. Gracias a ese trauma comencé a ser de un carácter muy agresivo, que solía causarme muchos problemas y crisis de pánico. Fui demasiado inestable en mi adolescencia, pasando miles de veces en el hospital por las graves heridas que me causaba en las muñcas. Fue una época horrible, en la cuál nunca fuí feliz. Y todo por un bastardo.Cuando cumplí los dieciocho años, me fui de mi hogar para tener una carrera en el mundo de la música. Creé una banda de glam rock junto a unas ex compañeras de clase con las que solía compartir en la secundaria, que tuvo un éxito increíble luego de debutar junto a una disquera. Solíamos ser reconocidas en la calle, conocimos a muchas bandas famosas de ese tiempo, hicimos muchas giras y todo fue increíble.
Pero como me había temido, los días felices no serían eternos. Nuestro ensayo de los miércoles como banda fue interrumpido por nuestro mánager, que se veía bastante nervioso en ese instante. En ese momento supuse que se venía una noticia un tanto turbia. Siempre las intuiciones que tenía eran acertadas, por lo que tuve que tragar mi saliva rápidamente y parar de cantar al ver su expresión.
Todavía recuerdo lo horroso que fue todo lo que pasó después. Un sentimiento de rabia invadió mi ser, mientras comía una chuleta de cerdo. Apuñalé el trozo de carne con el tenedor, para luego comermelo como si fuese un depredador. El joven con el que me había acostado me miró extrañado.
Fruncí mi ceño bastante molesta por su actitud y le hablé.—¿Qué carajos miras? ¿Nunca has visto a un demonio comer carne?—Me comí otro trozo, esta vez tragándolo sin masticar.
—Pensé que eras una señorita.—Él me respondió, decepcionado.—En la televisión no te ves así.
Mi furia había sido desatada por un pendejo que ni siquiera sabía su nombre. Un tonto que tampoco supo como tratarme, ni entenderme aunque sea por esta vez que nos encontramos. Un tonto machista que pensaba que ser "señorita" es como debía actuar sólo por ser mujer.
—A ver a ver...—Respiré hondo.—¿Quién te crees que eres para decirme tal estupidez? Te hubiese tomado en cuenta si tan sólo hubieses encontrado mi puto clítoris, pero ni eso sabes hacer. Si, si... Señorita. Señorita mis cojones estúpido, ándate de aquí antes de que me enoje más y te asesine aquí mismo.
—Ivy, hermosa... No pensé de que hablaba.—El se acercó a mi, dándome un abrazo.
—¡Ándate carajo!—Le grité muy fuerte, llegando a hacerle llorar, mientras se alejaba lentamente.
Luego de retroceder salió corriendo, viendo como un líquido salía de sus pantalones. No había entendido porqué tanto susto, pero me sentí satisfecha por haberme liberado de ese tipo.
(...)
—¿Estás hablando en serio Ivy?—Dijo mi amiga llamada Molly.—No debiste tratarlo así... Compartiste tu cuerpo con él, debiste ser más delicada.
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Pecado.
Fanfiction"Oh querida Ivy, haz pecado lo suficiente para estar a mi lado." «Hazbin Hotel x OC» -Todos los personajes son propiedad de VivziePop. -Todos los OC son propiedad de la autora del fanfic, Flu0xetina. No se aceptan copias.