ꜱᴜɴꜱʜɪɴᴇ ᴋɪᴛᴛᴇɴ;

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YOONGI POV

Odio la maldita escuela, a los malditos maestros y a los malditos compañeros. Lo único bueno es que habían comenzado las vacaciones de invierno y al fin podría mandarlos a la mierda.

Inhale todo lo que me permitieron mis pulmones al salir de la mil veces maldita universidad y ver a quién ya me estaba esperando. 

Desgraciadamente no podía mandar a la mierda a Hoseok, que ya estaba mirándome con una estúpida sonrisa. 

Lo que más me irritaba de estar con él últimamente es que tenía que ocultar la sonrisa que se forma en mi cara cada vez que se aparece inesperadamente. Es un año menor y lo conozco prácticamente desde que estaba en el vientre de mi madre, pero aunque odio admitirlo, desde que entró a su último año en la preparatoria se volvió bastante lindo el hijo de perra.

Nunca me considere heterosexual, homosexual, bisexual o alguna de esas otras mierdas, pero no tendría problema con serlo si es con Hoseok. Y lo odio por eso.

—Hola Hyung, ¿Cómo a estado tu último día? —preguntó en cuanto me pare frente a él lo cuál me irritó aun más porque lo que menos quería en ese momento era fingir que no me importaba en absoluto que haya venido a esperarme en el último día de clases.

—No es de tu incumbencia, Hoseok. 

A veces, en el pasado, solía sentirme mal por la forma en que le respondía a Hoseok cuando me encontraba de mal humor o simplemente cansado de existir. Sin embargo él me había dejado muy claro que no importaba cuantas veces lo mandara a la mierda, él nunca iba a dejar de ser como una maldita sanguijuela conmigo.

Y eso no me desagradaba del todo. 

—Tienes razón, Yoongi —se disculpó mientras miraba el suelo con una sonrisita socarrona en sus labios.

¿Ahora soy solo Yoongi y no Yoongi hyung?

El clima era bastante soleado, a pesar de que el invierno estaba a punto de entrar, lo cual era malo por dos razones: Odio el calor y Hoseok llevaba unos pantalones cortos y un sueter de rayas bastante holgado que estoy seguro que había visto en otro lado. De solo pensar en eso no pude evitar ruborizarme un poco.

Y el tonto de Hoseok se dio cuenta.

—¿Estas bien, Hyung? —preguntó nada preocupado y con todo el afan de hacerme enojar, mientras me tocaba la cara— ¿Tienes fiebre? Apenas llevas 2 segundo afuera y ya te dió un golpe de calor.

—Ya cállate Hoseok —le grité evidentemente irritado y me limité a apartar la mirada— ¿Ya nos vamos?

Él sonrió mientras me veía y sentí el calor inundar toda mi cara de nuevo.

—Claro que si Hyung.




En cuanto llegué a casa y Hoseok entro a la suya —que estaba ridículamente cerca cruzando la calle— me encerré en mi cuarto como cualquier otro día y me aseguré de cerrar muy bien las cortinas.

Tomé mi celular y seleccioné la primera cuenta que aparecía en mi historial de búsqueda de Instagram.

@sunshine.kitten

Me sentía como un maldito pervertido pero necesitaba sacarme esta duda de la cabeza, así que busqué entre todas las fotos, vídeos y los links que había en cada publicación hasta encontrar lo que estaba buscando.

Estaba seguro de que había visto el suéter que usaba hoy Hoseok en otro lado.

Me recosté en mi cama mientras el chico del otro lado de la pantalla hacia lo mismo y escabullía sus manos debajo de su holgado suéter acariciando su miembro sobre las bragas de mujer que usaba.

Su erección se hizo cada vez más visible y la mía también, al punto que tuve que sacarme el pantalón para sentirme más cómodo.

Pasaba sus delicadas manos por todo su cuerpo y se relamia los labios. Comenzó a acariciarse por debajo de las bragas y yo no pude más así que hice lo mismo debajo de mi boxer. Imitaba sus dulces y lentos movimientos mientras lo veía retorcerse sobre sus sábanas color lila.

Cambió de posición y tomó un dildo que introdujo en el lentamente en él, podía percibir sus dulces gemidos y suaves jadeos. Cerré los ojos y ahora no era el chico, era Hoseok quien estaba siendo penetrado por mi. Lo imaginé frente a mi pidiéndome por más soltando esos ruidosos pero agradables gemidos.

No sé si mi mente me jugó una mala pasada pero pude haber jurado escuchar mi nombre viniendo de los labios de aquel chico, justo como lo hace Hoseok.

Y eso solo logró que me viniera al mismo tiempo que terminaba el vídeo, que duró bastante, por supuesto. 

Mentiría si digo que no seguí a aquel chico solo porque me recordaba a Hoseok. Él siempre usaba ropa holgada al igual que Hoseok pero, así es justo como me imagino su delgada figura debajo de toda esa ropa gigante.

¿Estaba siendo un maldito enfermo al masturbarme pensando en mi mejor y casi único amigo que tenía desde que era niño?

Probablemente.

Pero en cuanto dejé de ir a la misma escuela que Hoseok al entrar a la universidad, fue como si todas mis malditas hormonas se dispararan dentro de mi como a un puto adolescente y no me permitieran pensar correctamente cuando estaba con él. 

Y Hoseok lo sabía. El imbécil lo sabía. 

No puedo asegurar si es que él siente lo mismo por mi, pero a veces en el brillo de sus ojos puedo ver un pequeño destello de malicia cada que me habla sobre todos sus novios, novias y encuentros casuales. Sin omitir ni un detalle.

Agradezco que ese chico exista, porque así Hoseok no sufre las consecuencias de todo lo que causa en mi.

—Ah, Hoseok -suspiré y me levanté de la cama para tomar una ducha mientras me sentía la persona más patética del mundo.

sunshine baby; yoonseok (hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora